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Juan Soto Ivars

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Si no te espían con Pegasus, no eres nadie

La multiplicidad de teléfonos intervenidos, de la que conocemos solo una pequeña parte, fastidia la narrativa victimista de los líderes 'indepes'

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
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Berrinche de celos en el independentismo al conocerse, por boca de Félix Bolaños, que también espiaron a Pedro Sánchez y Margarita Robles con el 'software' israelí Pegasus. Laura Borràs: “¿Es una maniobra para pasar de agresores a víctimas? No cuela”. Junqueras: “Es evidente que puede ser una cortina de humo”. Jordi Sànchez: “Que Pedro Sánchez haya sido espiado no quita motivos para seguir pensando que las cloacas del Estado español están detrás del 'Catalangate', en todo caso queda certificado el espionaje contra el independentismo”.

Estas reacciones delatan algo: la multiplicidad de teléfonos intervenidos, de la que conocemos solo una pequeña parte, fastidia la narrativa victimista de los líderes 'indepes'. Tomemos un poco de aire en medio de esta tormenta de acusaciones cruzadas. Citizen Lab dijo que podía haber Pegasus asociado a unos 50.000 teléfonos de líderes mundiales. Esto era una pared blanca de datos, porque para averiguar qué teléfonos están efectivamente infectados había que analizar los terminales uno a uno.

Foto: El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès. (EFE/J. J. Guillén)

Nada se ve mientras no se aplique un foco, es decir, mientras no se seleccione una parte y se cuente una historia. Y esto es, sospecho, lo que hicieron los independentistas a través de la colaboración de Elies Campo con Citizen Lab. No era un trabajo deshonesto, ni mucho menos, el de este programador relacionado con Tsunami Democràtic. Cribar es una parte necesaria de todo estudio. Sin embargo, el sesgo de los resultados estaba predestinado por el ángulo que se utilizó para mirar. El sesgo informativo se delata en este párrafo de Ronan Farrow, quien contó la historia en el 'New Yorker':

"Hoy, la mayoría de parlamentarios catalanes apoya la independencia, que el Gobierno de España ha declarado inconstitucional [¡¡¡!!!!]. En 2017, con Cataluña preparada para el referéndum de independencia, la policía española detuvo al menos a 12 políticos separatistas. El día del referéndum, que recibió el apoyo del 90% de la población [¡¡¡!!!] pese a la baja participación [¡¡¡!!!], la acción policial en los colegios electorales dejó cientos de heridos civiles [¡¡¡¡¡!!!!!]". Ejem. Creo que es evidente a qué me refiero con sesgo. De nuevo: las historias no las cuentan los hechos, las cuentan los ángulos de interpretación.

De cualquier forma, evidencia: se halló la sombra del 'software' israelí en 65 teléfonos de independentistas, y ahora se investigan otros 150. Tras la gran polémica, el CNI admitió que había espiado a 14, todos ellos con permiso judicial. A partir de aquí, y sin una sola conclusión válida, sin una sola línea que no fuera sospecha y propaganda, se contó la historia: el 'Catalangate'. Por cierto: el dominio 'catalangate' estaba comprado antes de la filtración, desde que Elies Campo se fue a investigar con Citizen Lab. Y bastó que salieran las noticias para que empezaran a imprimirse camisetas. Suena a 'storytelling' bien montado, ¿verdad?

Las historias son efectivas. Sobre la maraña de datos se aplica una capa de narrativa y las conclusiones quedan encaminadas. Se ha dicho que fue el CNI, y luego se ha dicho que fue el Estado profundo, las cloacas, alimentadas por su odio a Cataluña, un 'a por ellos' digital. Sin embargo, era cuestión de tiempo que empezaran a aparecer nombres de otros políticos infectados, de políticos no adeptos a la causa. Pedro Sánchez y Margarita Robles podrían ser los primeros de una larga lista. Según hemos sabido, hay más de 1.000 números de teléfono con prefijo 34 (españoles) asociados a Pegasus.

Foto: Una de las protestas de Tsunami Democràtic. (EFE/Andreu Dalmau)

Me pregunto: si hay tantos números españoles infestados, ¿qué validez tiene la historia que se ha contado estos últimos días en Cataluña? ¿Acaso no están ahora los principales líderes de Occidente investigando sus celulares por si estaban también intervenidos, en esa masa de 50.000 advertida por Citizen Lab? Si al mirar un iceberg pones la vista sobre lo que sobresale, podrías creer que estás viendo un inmenso premolar de dinosaurio. Hemos dejado que el sesgo rija la discusión política en España. Nuevamente, ha sido el independentismo quien ha iniciado la narración, arrastrando a los demás a su dialéctica. ¡'Chapeau'!

Pues bien: el 'Catalangate' se acaba en la medida en que, de esos mil y pico teléfonos españoles intervenidos, vayan saliendo otros nombres. De la misma forma que la teoría de las cloacas del Estado español se desactivará a medida que se desentrañe la masa de números de todo el mundo intervenidos con este 'software' malicioso. Sería bueno que al final quedaran claras estas tres cosas: 1) que la ciberseguridad es un campo en el que vale la pena invertir muchos más millones, por la cuenta que nos trae, 2) que los independentistas fueron tan espiados como sus adversarios, y no está nada claro quién los espió ni para qué, y 3) que no eres especial si tienes 'software' espía en tu móvil. Más bien al contrario, si no tienes Pegasus, no eres nadie.

Berrinche de celos en el independentismo al conocerse, por boca de Félix Bolaños, que también espiaron a Pedro Sánchez y Margarita Robles con el 'software' israelí Pegasus. Laura Borràs: “¿Es una maniobra para pasar de agresores a víctimas? No cuela”. Junqueras: “Es evidente que puede ser una cortina de humo”. Jordi Sànchez: “Que Pedro Sánchez haya sido espiado no quita motivos para seguir pensando que las cloacas del Estado español están detrás del 'Catalangate', en todo caso queda certificado el espionaje contra el independentismo”.

Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Pedro Sánchez Margarita Robles
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