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¿Qué expresa hoy su voluntad popular, mi señor?
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Juan Soto Ivars

España is not Spain

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¿Qué expresa hoy su voluntad popular, mi señor?

Os cuento que estaba yo el otro día fantaseando con que Campo se siente al fin en el TC, y luego no dormía porque una mayoría de tres quintos en el CGPJ me bloqueaba

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Kiko Huesca)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Kiko Huesca)
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Ya os dije un día que yo voté a Pedro Sánchez, así que ahora os cuento que me siento no sé si más representado o más interpelado cada vez que este PSOE nuestro se refiere a la voluntad popular. Su partido tiene 120 diputados y resulta que cambiar la forma de elección de los vocales del CGPJ o colocar dos marionetas en el Constitucional responde a eso: a mi voluntad.

Es la pura verdad. Deseo estas cosas con tanta fuerza que he dejado de comer. Os cuento que estaba yo el otro día fantaseando con que Campo se siente al fin en el TC, y luego no dormía porque una mayoría de tres quintos en el CGPJ me bloqueaba. Más aún: cada cambio en el discurso del presidente ha sido un calco al milímetro del deseo de millones como yo. Vamos a una, como androides, y el presidente se limita a anticipar lo que estábamos pensando.

Foto: El último pleno del CGPJ. (EFE)

Esos pensamientos sin forma que reciben al fin el memorando. Es lo mismo que pasa entre los enamorados, o con la poesía. La gente como yo echa la papeleta a la urna y la partidocracia manda, porque la voluntad popular es un calco de los intereses del partido. Como si uno, por votar, se convirtiera en Doña Rogelia y repitiera argumentario con la mano de José Luis Moreno metida por el culo.

Anda que no hay casos. Me refiero a gente a la que parece que pagan por repetir ideas como si fueran suyas. Buscad en Google, por ejemplo, las palabras "mayoría caducada" y descubriréis que esta original expresión se propagó de pluma en pluma de un día para otro. Los doctores del PSOE y Podemos eligieron adjetivo y ya fue todo como la invasión de los ultracuerpos.

Que sí, que el PP ha demostrado que tiene de partido respetuoso con las instituciones lo que yo de torero, pero ¿realmente queríamos los votantes que reventaran con un hacha la separación de poderes? ¿Que optaran por la propaganda made in La Base sobre la ultraderecha judicial? ¿Que forzaran leyes orgánicas de tapadillo y montaran una marimorena porque el Constitucional objeta sobre el método?

Foto: Tribunal Constitucional. (EFE / Zipi)

Pues sí. Claro que lo queríamos. Yo lo quería. Todo lo que diga mi presidente es por arte de magia lo que quiero. Mi voluntad, su voluntad, la voluntad de su partido. Esto lo tengo yo hablado con todo el pueblo. Nos ha pasado a todos. Perdón, a todes.

Al que votó porque le preocupaba la pobreza energética, ahora le preocupan los "derrochólicos" que boicotean la Agenda 2030 con el termostato de casa. Y al que quería la derogación de la ley mordaza, ahora le asusta que no se ponga coto a los discursos de odio. Y a todos nos ha puesto muy orondos que se haya entregado a Marruecos el Sahara, y sabemos que en la valla de Melilla no ha muerto nadie desde que gobierna el partido de la solidaridad, porque Marlaska habla en voluntés popular.

Votar, de hecho, conlleva primero una lobotomía y luego una sesión de hipnosis que nos convierte en soldados al servicio del interés de los partidos y sus empleados por perpetuarse en el poder.

¿No sabes ese deseo que no sabías que tenías? ¿No os ha pasado con la coprofagia? Basta una cucharadita, de verdad

No somos ciudadanos, sino el pueblo elegido. Elegido por nosotros mismos por votar cada cuatro años, porque el voto es una condena de cuatro años durante la que dejas de ver y de pensar. Para los partidos, y tienen toda la razón, somos muy listos cuando les votamos y retrasados mentales en adelante.

De modo que, los que hace cuatro años creímos que Sánchez era una cosa, estamos ahora felices de ver que es otra. Que se estén reduciendo las condenas de violadores mientras se lanzan campañas de señalamiento contra ciudadanos particulares por machistas nos flipa. Y que se abarate la malversación y la sedición, y que se indulte a políticos presos por saltarse la Constitución, más. ¿No sabes ese deseo que no sabías que tenías? ¿No os ha pasado con la coprofagia? Basta una cucharadita, de verdad. El deseo se educa. O se contagia por control remoto.

Y si mi presidente necesita unos votitos de Bildu, aunque Bildu creía yo que no me iba a gustar ni con un palo, pues mi parte alícuota de voluntad popular se activa, y de pronto ya es lo mismo que la voluntad popular de los votantes de Bildu, y a la mañana siguiente veo hombres de paz por todas partes y cuando intento decir algo me sale la voz de Mertxe Aizpurúa que ni la niña del exorcista.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su comparecencia institucional. (EFE/Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa) Opinión

En fin. Que sí. Que es un truco viejísimo de propaganda, pero no deja de asombrarme que funcione. Estos días, como tantos otros, llamaban voluntad popular a la neutralización de la pluralidad e incluso a la criminalización de ciertas minorías parlamentarias y, de rebote, de aquellos que les votan. Algo parecido vi en Cataluña en 2017: el poble era lo que la escueta mayoría independentista decidía, y los demás, basura. El PSOE y sus votantes, por cierto, también.

Eh, eh, vosotros que leéis esto. ¿A qué vienen esas caras? ¿Queríais sentiros parte de la voluntad popular pero vuestros partidos no entran en este pandemonio? Pues haber votado El Bien. Ya os convertiréis en voluntad popular cuando los vuestros sumen mayoría, veréis qué potaje más rico hacen con vosotros. Y feliz Navidad, o solsticio de invierno. Lo que diga el Ministro de Consumo me parece bien.

Ya os dije un día que yo voté a Pedro Sánchez, así que ahora os cuento que me siento no sé si más representado o más interpelado cada vez que este PSOE nuestro se refiere a la voluntad popular. Su partido tiene 120 diputados y resulta que cambiar la forma de elección de los vocales del CGPJ o colocar dos marionetas en el Constitucional responde a eso: a mi voluntad.

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