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Amnistía para La Manada: una defensa a ultranza de Irene Montero
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Juan Soto Ivars

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Amnistía para La Manada: una defensa a ultranza de Irene Montero

Exigirle la dimisión a esta señora es una barbaridad y una inmoralidad, porque ella no es un señor calvo que le va dando picos a Pam sin su consentimiento expreso

Foto: La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero. (EFE/Fernando Villar)
La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero. (EFE/Fernando Villar)
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No os quepa duda de que, si los cinco miembros de La Manada fueran cinco diputados proclives a votar la investidura de Pedro Sánchez, este Gobierno feminista en funciones les daría el indulto, la amnistía y hasta la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol en caso de que la pidieran.

La única diferencia entre esa situación ficticia y la realidad es que los miembros de La Manada no son diputados, sino simples condenados por violación, y por consiguiente solo pueden beneficiarse de la cutrez legislativa del Gobierno, como ha sido el caso. Uno de ellos ya tiene un año de rebaja en su condena.

Irene Montero (y el Gobierno con ella) consideró que en España las violaciones eran impunes después de que los miembros de La Manada fueran condenados primero a nueve años y luego a 15 por el Supremo.

Foto: Yolanda Díaz e Irene Montero. (EFE/Kiko Huesca)

Fiel a su misión de inventar problemas donde no los hay y crear problemas donde no los había, prometió que cambiaría el Código Penal para que el consentimiento estuviera donde ya estaba y para que condenas tan vergonzosas como la de La Manada no volvieran a repetirse en España.

Ahora sabemos que cumplió con su palabra: condenas como aquella no se repetirán, sino que serán más leves, mientras que actos que antes eran considerados faltas en el peor de los casos, como el pico de Rubiales a Hermoso, podrán ser perseguidos penalmente con todo el peso de Núremberg.

Conclusión: el Gobierno y ella han hecho, al mismo tiempo, un país más inseguro para las mujeres y para los hombres. ¿Y acaso no hablamos de una ministra de Igualdad? Pues en tal caso ha hecho honor a su cargo y cumplido su misión. Irene Montero es, como dicen en Canal Red, la mejor ministra de Igualdad de la historia.

Foto: Yolanda Díaz y Elizabeth Duval en abril. (Europa Press/Isabel Infantes)

El caso. Tras conocerse la noticia de la rebaja de la condena de Boza y salir su abogado, Agustín Martínez, a dar las gracias a la ministra, han surgido voces aguafiestas que exigen la dimisión de Montero. Inconscientes. Exigirle la dimisión a esta señora es una barbaridad y una inmoralidad, porque ella no es un señor calvo que le va dando picos a Pam sin su consentimiento expreso.

Yo he criticado mucho a Montero, pero a medida que se aproxima la amnistía a Puigdemont empiezo a ver las cosas de otra manera, como les pasa a Barbón, Garzón, Escolar y el sinfín de veletas oficialistas. Ahora pienso que Irene Montero debería ser ungida ministra de Igualdad vitalicia en la próxima república federal española. Seguro que cargos vitalicios también reservan.

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero, durante el debate la reforma de la ley 'sólo sí es sí'. (EFE/Kiko Huesca)
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Dado que la única forma de prosperar en este país parece ser defender lo contrario de lo que uno piensa, desde hoy anuncio que voy a dedicarme en cuerpo y alma a ese trabajo, a ver si me cae alguno de los favores del Ejecutivo. Os diré por qué digo ahora lo que antes negaba, es decir, que Montero es la mejor.

La versión del feminismo que ha manejado siempre esta señora es la siguiente: alcanzar un estado de las cosas en que las mujeres puedan hacer lo que les dé la gana siempre, sin aceptar ninguna responsabilidad por las consecuencias de sus actos, y sin ser criticadas o cuestionadas. Lo único que le podríamos exigir a alguien que sostiene tal cosa es que diera ejemplo, y nadie podrá negar que lo hace.

Foto: Diana Morant, Yolanda Díaz, Irene Montero e Ione Belarra. (EFE/Fernando Alvarado)

Montero es el modelo exacto de mujer que Montero ha vendido en la sociedad española por activa y por pasiva. Hace lo que le da la gana, no pide perdón, no piensa, se comporta de forma despótica y exige para sí más de lo que merece. Quien la llame incongruente está mal de la cabeza.

Todo el mundo está pensando en sus chapuzas legislativas, pero para mí el caso más llamativo es otro. Meses atrás la condenó el Supremo a pagar una indemnización a Rafael Marcos, el ex de María Sevilla, por llamarlo maltratador siendo él no solo inocente, sino la auténtica víctima de aquel caso de secuestro parental. El juez la obligó también a publicar una rectificación.

¿Creéis que Irene Montero ha pagado la indemnización o ha publicado su texto desmintiendo sus calumnias? Ni de coña. Pues a esto me refiero. Ella es el modelo a seguir. Cuando nazca mi hija, dentro de mes y medio, espero que siga su ejemplo desde la cuna y pisotee a toda la familia para conseguir lo que ella quiera, sea una Barbie o la cartera de ministra.

No os quepa duda de que, si los cinco miembros de La Manada fueran cinco diputados proclives a votar la investidura de Pedro Sánchez, este Gobierno feminista en funciones les daría el indulto, la amnistía y hasta la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol en caso de que la pidieran.

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