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Juan José Cercadillo

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Tenemos que unirnos y tenemos que salvarnos de los que vienen a los toros a abusar del que está abajo

Foto: El diestro venezolano Jesús Enrique Colombo, durante el festejo taurino de las Seis Naciones. (EFE)
El diestro venezolano Jesús Enrique Colombo, durante el festejo taurino de las Seis Naciones. (EFE)

Plaza de toros de Las Ventas, jueves 31 de mayo de 2018.

24ª de feria. Tres cuartos de entrada en tarde por fin agradable y con sol.

Seis toros de El Pilar, de entre 515 y 601 kilos, bien presentados pero por debajo de la media de las corridas lidiadas hasta ahora, lo que provocó protestas en varios toros a su salida. De mal juego en general, con genio que, incomprensiblemente, produjo algunas palmas al arrastre de algunos toros.

Juan Bautista, francés, de corinto y oro, silencio. Nada pudo hacer con su toro.

Luis Bolívar, colombiano, de grana y oro. Palmas tras aviso. Entregado y torero, pasó a la enfermería tras matar su toro, donde se le atendió de un puñetazo con hematoma en el tercio superior de la cara interna de la pierna derecha, contusión torácica pendiente de estudio radiológico con pronóstico reservado.

Juan del Álamo, español, de blanco y plata. Silencio tras aviso, dispuesto y sin suerte.

Joaquín Galdós, peruano, de azul marino y oro. Silencio tras dos avisos, con buenas maneras pero mal con la espada.

Luis David, mexicano, vuelta al ruedo tras fuerte petición, con grandísimas condiciones para triunfar en el toro.

Jesús Enrique Colombo, venezolano, de burdeos y oro. Aviso y vuelta al ruedo tras petición de oreja, con personalidad y convicción en sus posibilidades.

Pues agruparnos sería buena idea, porque vamos camino de la lucha final. Sigamos los consejos del estribillo y las bases filosóficas de 'La Internacional' y, en serio, “agrupémonos todos en la lucha final”. La primera Internacional, hace 150 años, agrupó sindicalistas, socialistas, anarquistas y demás tribus proletarias del panorama industrial a discutir con los pensadores del momento, Marx, Friedrich Engels y Bakunin, las líneas de acción en la defensa de sus justos intereses. Pues no sabría a quién acudir, pero juntarnos ahora todos los implicados en esta fiesta sin par y tratar de definir las bases sobre las que queremos construir un nuevo mundo más justo para toros y toreros, empresarios, empleados y aficionados serios, marcaría un hito a la altura de esa primera Asociación Internacional que rescató nuestras vidas de la Revolución industrial.

placeholder El diestro español Juan del Álamo da un pase a su primer toro. (EFE)
El diestro español Juan del Álamo da un pase a su primer toro. (EFE)

Seguro que concluimos con propuestas muy sensatas, cada uno con la suya y con las que se rebatan. Seguro que provocamos escisiones y corrientes. Al estilo de marxistas y de bakunienses. Seguro que nace el conflicto entre dictadura del pueblo o anarquía proletaria. Seguro que acabamos en bloques, en trincheras o en la playa. Seguro que surgen con fuerza los comunismos, y que crecen los extremos hasta llegar al fascismo. Pero seguro también es que la evolución llegaría y, pasando por troskismos, leninismos o revisionistas, aparecerían el eurocomunismo y luego la socialdemocracia. Y ahí ya discutiríamos los matices más pequeños y las dudas más livianas para que perdure la fiesta hasta el día de mañana.

Porque tenemos que unirnos y tenemos que salvarnos de los que vienen a los toros a abusar del que está abajo. Y es que bajo la dictadura opresora de esos necios, que lo único que saben es menoscabar al torero, me niego a seguir esclavo de mis educados conceptos. Tenemos que juntarnos y ver cómo quitarles ese mando autoarrogado, y, como el mando del volumen seguro que no funciona, nos centramos en el mando que les da su idiosincrasia. La de protestar por todo, la de no esperar por nada, la de aprovechar el silencio y el respeto de esta plaza.

placeholder El diestro colombiano Luis Bolívar. (EFE)
El diestro colombiano Luis Bolívar. (EFE)

Tenemos que buscar elementos que disipen su poder: aplaudir a los toreros, no venderles ni una entrada, inyectarles sentimientos, bajarles un día a la plaza... Se me ocurre alguna idea de extremidad proletaria, de las facciones violentas, de extraditarles a Praga... Se me ocurre obligarles a que adopten algún niño y que les salga torero, que alguna vez inviertan algo en criar durante años becerrillos en el campo y poder luego lidiarlos e insultarles si no embisten... Se me ocurren tantas cosas y algunas tan evidentes que me dará vergüenza exponerlas en los grupos de trabajo, en los comités políticos, y hasta en los bares de enfrente ... Pero sé que somos ya muchos los que lo estamos pensando y que mejores ideas irán surgiendo a destajo, por lo que reitero mi propuesta de pensarlo y agruparnos.

Pensando en esta corrida de corte internacional, en los berridos de necios y en la justicia universal, me salió esta paranoia que les acabo de contar...

Seis toreros de seis países y seis toros de Salamanca se enfrentaron en Las Ventas en una jornada extraña. Paseíllo de seis coletas que tocan a toro por barba. Una oportunidad a un toro, una espera más bien larga. No tuvieron suerte ni Francia, ni Colombia, ni Perú ni siquiera España, que sus dignos representantes se estrellaron con esos toros de El Pilar que no acompañan. Faenas largas por intención que provocaron la misma y gran cantidad de avisos que de silencios.

placeholder El diestro mexicano Luis David. (EFE)
El diestro mexicano Luis David. (EFE)

México y Venezuela salieron mejor parados, y Luis David y Colombo engranaron con coraje faenas para ser premiados. Y a falta de sensibilidad en los necios que protestaron las faenas, no alcanzó ninguna los vuelos que acaban dando las orejas. Eso sí, que aun con protestas, dieron dos vueltas al ruedo bien cargadas de grandeza.

Tarde ardua por los toros, bruscos y peligrosos, que empitonaron a Bolívar y noquearon a Colombo. Dos sustos grandes que por muy poco no acabaron en tragedia y que tampoco sirvieron para mejorar la respuesta de esa gente insensible que se va a cargar la fiesta.

Primera Internacional: cartel curioso y variado que se podrá repetir porque ha gustado el formato, y Primera internacional, ¡ya!, que organice bien las bases que arrebatarán el poder a esos chuflas mal bramantes.

Plaza de toros de Las Ventas, jueves 31 de mayo de 2018.