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Mi 'app' del tiempo favorita ha cerrado y el mundo ahora parece mucho más gris
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Rocío Pérez

Cartas al Profesor Farnsworth

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Mi 'app' del tiempo favorita ha cerrado y el mundo ahora parece mucho más gris

Tumeteo quería "acercar la meteorología a la gente", y lo consiguió: su cierre despertó una oleada de lamentos en Twitter. Tenían los usuarios, pero no la financiación

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El lunes ha amanecido lluvioso en Madrid y como siempre pasa con las inclemencias meteorológicas, que las interpretamos como orquestadas contra nosotros, estoy segura de que lo ha hecho para fastidiarme a mí. El cielo ha aprovechado que ya no tengo a Tumeteo para avisarme.

Tumeteo era, en mi opinión, la mejor aplicación del tiempo del mercado con diferencia, casi como llevar a tu madre en el móvil avisándote de que te echases una rebequita encima porque, a pesar del sol de medio día, refrescaría después de comer. Complementaba los datos de temperaturas y precipitaciones de distintas franjas horarias con textos con un toque personal, humano, casi cariñoso y gamberro a la vez.

Con Tumeteo sabíamos que no había que fiarse del cielo despejado de primera hora porque a media tarde caerían chuzos de punta. También cuándo era el día de dejar el abrigo en casa y cuándo más valía seguir llevándolo porque la primavera es traicionera en lo que a las temperaturas se refiere. ¿Botas o sandalias? Un vistazo a la 'app' y podías tomar una decisión de la que no te arrepentirías a las pocas horas.

@tumeteo muchísimas gracias por salvarnos de los chaparrones o avisarnos a tiempo para ir a saltar a los charcos!

El otro rasgo diferenciador eran sus notificaciones: mensajes breves enviados de forma muy esporádica (uno cada día como mucho, en ocasiones uno cada semana) para alertar si se acercaba un chaparrón de granizo pasajero, o cuándo por fin el día iba a despejarse, o con recomendaciones generales para el fin de semana. Siempre redactadas en ese mismo tono personal y cercano, animaban a echar un vistazo por la ventana de la redacción y medir el tiempo que tardaban en cumplirse. No solía ser mucho.

Adiós a 25.000 usuarios

Se acabaron las notificaciones y todo lo demás. Por el momento, y sin fecha de retorno en el horizonte, Tumeteo echa el cierre. Lo anunciaban el pasado domingo y ya no había predicción para el lunes. La razón era fácil de entender: no hay dinero. “No contamos con los ingresos suficientes para crear un equipo que nos permita escalar el producto y continuar con el desarrollo”, se podía leer en su web.

GRACIAS a los más de 25.000 usuarios de tuMeteo. 25 meses de trabajo y un nuevo modelo meteorológico. Pero desgraciadamente, insostenible.

Decenas de usuarios, esta redactora incluida, se lamentaban en las redes sociales. Una corriente de empatía y hasta cariño sorprendente para una aplicación cuya función básica está más que cubierta (será por aplicaciones del tiempo en el mercado). Y aún así, la fidelidad de sus usuarios era patente en los mensajes que recibía.

Este no es un caso único, desde luego, pero sí un claro ejemplo de una buena idea que enganchó a los usuarios pero no a la financiación. Y sin financiación, no hay nada. ¿Dónde estuvo el error?

Tumeteo era una aplicación gratuita que llegó a sumar 30.000 descargas, con distintas versiones por sistema operativo y por ciudad: Madrid y Barcelona eran de momento las dos únicas ciudades que cubría.

El 'branded meteo' no es sino recomendar productos o servicios relacionados con el tiempo: aparatos de aire acondicionado, botas de esquí... Captan la idea

Se financiaba con un tipo de publicidad que Emilio Rey, CEO de Digitalmeteo, la empresa detrás de la 'app', llama 'branded meteo', que no es otra cosa que aprovechar las condiciones meteorológicas para recomendar a los usuarios este o aquel producto o servicio relacionados con el tiempo que hará: equipos de aire acondicionado, botas de esquí, los mejores sitios para tomar un mojito en una terraza… Captan la idea. Era por tanto una publicidad bastante discreta, que no se inmiscuía en la finalidad de la aplicación ni incordiaba al usuario con 'banners' o 'pop-ups'.

Nacida en marzo de 2014, la idea era hacer una prueba de un año y comprobar si resultaba sostenible. Participaron diseñadores, programadores y redactores para elaborar una predicción que fuese más allá de los simples datos numéricos… El proyecto llegó a tener a 12 personas trabajando en él, ya fuese a tiempo completo o parcial.

El dinero llegó... y se fue

Las marcas también llegaron, aunque no tanto. Lograron algunos patrocinios con grandes empresas tecnológicas, que se apuntaron a anunciarse a través de la app, “pero poco a poco se fueron marchando, posiblemente por no conseguir unos resultados para esa inversión lo suficientemente atractivos”, reconoce Rey. Quizá fuese por su actitud conservadora: allí donde muchos pecan por exceso, llenando la pantalla del usuario de publicidad y friéndole a notificaciones, Tumeteo se quedaba corta, con notificaciones contadas y publicidad discreta. No era suficiente.

Por aclarar dudas: siendo una app gratuita necesitamos ingresos para hacerla sostenible, marcas que colaboren, #brandedMeteo Y no tenemos.

A pesar de ello, Tumeteo decidió darse un año más de plazo pero la fuerza del proyecto se fue quedando por el camino: el equipo fue disminuyendo porque algunos de sus miembros se marcharon a otros proyectos o por causas personales. Eso dificultaba las previsiones diarias, que aún así salían cada día, contra viento y marea. Sin embargo fueron perdiendo encanto y las notificaciones también disminuyeron.

La idea de escalar el proyecto y llevarlo a más ciudades, ampliando el público potencial, no era una opción mientras no hubiese fondos. “Era multiplicar el trabajo con los mismos, escasos, ingresos”. Surgieron otras ideas, como hacer la aplicación de pago (algo que “no cuadraba” con la idea del proyecto), o incluir servicios premium por los que sí hubiese que pagar. La posibilidad de lanzar una campaña de 'crowdfunding' también se barajó. Finalmente nada cuajó y el proyecto se fue desinflando.

“Es muy diferente lo que se ve desde fuera de lo que se vive desde dentro”, asegura Rey. "Hemos tratado de llevar la meteorología a la gente y de demostrar que la tecnología no tiene por qué ser fría", pero ahora se ven obligados a hibernar... hasta que el sol caliente de nuevo.

El lunes ha amanecido lluvioso en Madrid y como siempre pasa con las inclemencias meteorológicas, que las interpretamos como orquestadas contra nosotros, estoy segura de que lo ha hecho para fastidiarme a mí. El cielo ha aprovechado que ya no tengo a Tumeteo para avisarme.

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