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Cuando financiar una ensalada de patata es más fácil que ayudar a niños disléxicos
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Rocío Pérez

Cartas al Profesor Farnsworth

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Cuando financiar una ensalada de patata es más fácil que ayudar a niños disléxicos

Diagnosticar a tiempo la dislexia antes de que los niños que la sufren fracasen en el colegio. Eso es lo que quiere Luz Rello, pero conseguir los fondos no ha sido nada fácil

Foto: Luz Rello
Luz Rello

El pasado martes 19 de abril, un poco antes de las 20:30, publicaba en Teknautas un artículo sobre Luz Rello, una joven investigadora española con un pequeño gran proyecto: lanzar una aplicación que, disfrazada de juego, permitiese a padres y profesores detectar si un niño tiene problemas para leer y escribir y buscar un diagnóstico precoz de la dislexia. Para lanzarlo, Luz necesitaba 20.000 euros que estaba recaudando con una campaña de 'crowdfunding'.

Una campaña que no iba del todo bien: en tres semanas había sumado algo más de 8.000, y solo quedaban 7 días más para cerrar. De no alcanzar el mínimo, no vería ni un céntimo. Sin más recursos comunicativos que la web del proyecto, de su equipo de investigación y sus redes sociales, desde Pittsbugh reconocía, apenada, que "no hemos dado con la tecla para comunicarlo".

No han pasado todavía 48 horas y Luz ha conseguido lo que necesitaba. Su voz suena mucho más cansada que hace dos días (se ha pasado lo que para ella era la noche respondiendo mensajes de felicitación), pero derrocha agradecimiento para todos los que han apoyado económicamente a la campaña, así como a todos los que la han compartido, retuiteado, reenviado y colgado en Facebook. Sabe que sin el boca a boca digital no habría sido posible.

A estas horas, en la cuenta de Dytective (así se llama la aplicación) ya hay más de 21.000 euros y quedan 5 días por delante. Habrá que esperar a entonces para cerrar la cifra, pero de momento Luz respira tranquila. Podrá sacar adelante su idea y ayudar a otros niños que, como le ocurrió a ella (que también es disléxica), tienen que encontrar otra forma de estudiar si quieren continuar con su formación académica más allá de la enseñanza básica.

El fracaso ha estado cerca

Pero no ha sido fácil, y estuvo cerca de no lograrlo. Fue su aparición en Teknautas lo que disparó la recaudación y ayudó a conseguir el objetivo. Hasta ese momento, la propia Luz contaba que eran sobre todo padres y educadores los que se habían esforzado en sacar el proyecto adelante. Todo gente con niños disléxicos en su casa o en sus aulas. Nadie fuera de ese círculo se había interesado demasiado, si es que había llegado a oír hablar de él.

No ha sido fácil, y estuvo cerca de no lograrlo. Fue su aparición en Teknautas lo que disparó la recaudación y ayudó a conseguir el objetivo

Es difícil decir cuál es "la tecla" que mencionaba Luz y que convierte un proyecto de 'crowdfunding' en un éxito, a veces de proporciones aplastantes. El 'smartwatch' Pebble Time apuntaba hacia 500.000 dólares y consiguió más de 20 millones; Coolest Cooler, una nevera portátil tecnologizada y supervitaminada, pedía 50.000 y consiguió 13 millones; Pono Music, el reproductor de MP3 que apadrinó Neil Young, aspiraba a recolectar 800.000 dólares y finalmente obtuvo más de 6 millones. En una gracieta que dejó huella, Zack Brown, un joven estadounidense, consiguió 40.000 dólares en unos pocos días para financiar una ensalada de patata.

Comparado con esas cantidades, ¿qué son los 20.000 euros que pedía Luz? No parecen gran cosa, sobre todo para un resultado que tiene el potencial para determinar el futuro de los niños disléxicos en nuestro país y en todo el mundo. Y aún así, ha faltado un pelo para que no lo consiguiera...

¿Y ahora qué?

Luz intercala los agradecimientos con las promesas. No quiere que nadie piense que se toma en balde esta demostración de confianza. "Vamos a marcar la diferencia, lo vais a poder ver". Los fondos irán a pagar a un equipo que adapte la aplicación 'amateur' que desarrolló en sus investigaciones a un servicio web sólido y práctico para los usuarios. Tiene el compromiso de una gran tecnológica para desarrollar la versión para Android. Para iOS tendrá que esperar. "De momento no tenemos más dinero, y esto es muy caro, pero creemos que así podemos llegar a todo el mundo".

Esta mañana faltaban 7.000€, ahora solo 3.000. Yo ya he puesto mi parte, hagamos este proyecto realidad. @luzrello https://t.co/TMksvwmWkF

Será un servicio gratuito, disponible para que profesores, educadores y padres accedan a él y criben a los niños que puedan padecer dislexia antes de que eso les cause un problema académico irremediable. El siguiente paso es publicar una aplicación complementaria con ejercicios que refuercen la intervención médica y educativa. "Esta tendrá que ser de pago, es inevitable, pero queremos que esta parte ayude a financiar la otra, la del diagnóstico gratuito, de forma que sea sostenible y podamos dar un buen servicio", asegura Luz.

De momento, ya tienen los fondos para seguir trabajando, algo que hace solo dos días parecía mucho más difícil. Con lo poco que costó financiar una ensalada de patata...

El pasado martes 19 de abril, un poco antes de las 20:30, publicaba en Teknautas un artículo sobre Luz Rello, una joven investigadora española con un pequeño gran proyecto: lanzar una aplicación que, disfrazada de juego, permitiese a padres y profesores detectar si un niño tiene problemas para leer y escribir y buscar un diagnóstico precoz de la dislexia. Para lanzarlo, Luz necesitaba 20.000 euros que estaba recaudando con una campaña de 'crowdfunding'.