Al Gobierno le sale rentable que emprendas (aunque te arruines)

Los que somos malpensados siempre hemos dicho que, cuando el Gobierno anima a los ciudadanos a emprender, en realidad no lo hace motivado por un sano espíritu motivador, sino por otra razón mucho más sencilla: reducir las listas del paro cuanto antes y como sea.

El argumento, no obstante, no deja de ser algo pueril y tramposo, ya que por esa regla de tres podríamos rizar más el rizo de la conspiración y decir algo tan absurdo como que el Gobierno sólo quiere crear empleo para bajar las listas del paro, lo cual nos haría caer en un infinito bucle de estupidez y obviedades.

Sin embargo, hay otro motivo (este mucho menos conspiranoico por nuestra parte) que apoya ese ferviente interés de nuestros políticos por que los ciudadanos abandonen el paro y se den de alta como autónomos o pequeños empresarios. Ese motivo, básicamente, es ahorrarse dinero por un lado y, sobre todo, ganarlo por otro.

418 millones para el Estado

Y las matemáticas nos dan la razón. Según hemos visto estos días, aunque el Gobierno está sacando pecho por gastarse 302 millones de euros en las nuevas medidas de apoyo al empleo autónomo, en realidad estas medidas no van a suponer precisamente un gasto para el Gobierno; de hecho, van a ser muy, pero que muy rentables.

Si hacemos cuentas, resulta que sí, de entrada estas medidas costarán 302 millones de euros… pero, a cambio, supondrán una inyección de 720 millones en las arcas del Estado. Estos ingresos (y no gastos') se estructuran de la siguiente manera: por un lado, 545 millones de euros procedentes de las cotizaciones sociales que paguen los nuevos autónomos (independientemente de que finalmente ganen dinero o no).

Los nuevos autónomos acabarán financiando al Estado… aunque ellos no consigan ganar un duro

Por otro lado, otros 175 millones que llegarán gracias a los empleados que puedan ser contratados por estos nuevos autónomos. Y es que estos empleados también pagarán cotizaciones sociales con su sueldo, pero lo más importante no es eso: lo más importante es que, según los cálculos del Gobierno, cerca del 50% de estos nuevos trabajadores ahora mismo están cobrando algún tipo de ayuda de desempleo, con lo que dejarían de recibirla y supondrían un sustancioso ahorro de dinero público.

Al final, claro, las cuentas salen redondas: 720 - 302 = 418 millones de euros a disposición del Gobierno. Y ojo, que es estupendo que el Gobierno pueda llenar la caja, pero tiene una ligera pega: casi la totalidad de ese dinero dependerá de las cuotas mensuales que paguen los autónomos. Y, como sabemos, en España las cuotas de autónomos son fijas, independientemente de los ingresos.

Es decir, que los nuevos autónomos acabarán financiando al Estado… aunque ellos no consigan ganar un duro.