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La guía definitiva del emprendedor de éxito (según los estudios más estúpidos)
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Carlos Otto

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La guía definitiva del emprendedor de éxito (según los estudios más estúpidos)

¿Todavía estás buscando la receta mágica para triunfar como emprendedor? Deja de buscar, nosotros la tenemos. Es igual de estúpida que las demás, pero con esta al menos te ríes.

Foto: Foto: Ryan McGuire.
Foto: Ryan McGuire.

Amigo emprendedor, ¿quieres triunfar con tu startup? ¿Quieres dejar de ser un paquete reparte-tarjetas y empezar tu ascenso hacia el olimpo del emprendimiento tecnológico? ¿Estás harto de buscar la receta del éxito?

Pues deja de buscar, que ya la hemos encontrado nosotros. Te ofrecemos, en rigurosa exclusiva, la guía definitiva para que triunfes como emprendedor (o para que te conviertas en un auténtico chiflado, lo que llegue antes):

1.- Deja los estudios

Pongo esto lo primero por si aún estás a tiempo. ¿Estás estudiando ahora mismo? ¡Corre, déjalo! Tira los libros a la basura, abandona tu habitación, sal corriendo y sé libre como un gorrión.

Esto tiene que quedarte claro: lo de estudiar es para gente triste, sin alma, que sólo quiere aspirar a un mediocre puesto de trabajo y cuyo mayor anhelo es descongelar ese paquete de canelones de atún de Mercadona y tomárselo para cenar. Pero tú eres un artista, tú estás llamado a hacer grandes cosas. Y los canelones de Mercadona lo mismo están ricos, sí, pero no son la mejor definición de ‘hacer grandes cosas’.

Los grandes genios nunca han estudiado, eso lo sabe todo el mundo. ¿No me crees? ¿Acaso no sabes que los mejores emprendedores de nuestra historia dejaron los estudios para dar rienda suelta a las genialidades que abordaban su loca cabecita? Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Bill Gates, Amancio Ortega...

Eso sí, si dejas los estudios será mejor que sólo se lo cuentes a personas tan divertidamente chifladas como tú. No se lo cuentes a tu amigo, ese que se sacó la oposición a la primera, que ese de la vida no sabe nada. Seguramente te dirá alguna tontería: "No eres Steve Jobs por dejar la universidad; dejas la universidad porque eres Steve Jobs". Ni caso. ¿Qué sabrá él, que la cosa más arriesgada que ha hecho es grapar unos folios sin comprobar antes que estaban todos rectos?

Que te quede claro: estudiar sólo vale si quieres ser notario o registrador de la propiedad. ¿Y cuándo has visto tú a Rajoy emprendiendo? ¿Eh? ¿Cuándo?

2.- Ojito con lo que desayunas

Si eres de los que desayuna cualquier cosa antes de empezar a trabajar, mal, muy mal. ¿Es que no has visto este reportaje que analiza lo que desayunan los mejores CEOs del mundo tecnológico?

Es verdad que lo que comen varía bastante de unos a otros, pero tenemos la solución: come todo lo que ellos comen, que todo suma. Nada más levantarte, métete un par de cafés, un té, unas barritas de muesli, fruta, cereales, unos huevos, unas buenas tiras de bacon…

Si mueres a los 40 años de un infarto al corazón, tu amigo funcionario dirá que ha sido porque comías como un maldito animal. Pero nada de eso: en realidad ha sido porque los emprendedores soportáis mucha presión, siempre tenéis estrés… y bueno, ya sabes, todo eso.

3.- Ponte siempre la misma ropa

Si eres un emprendedor como Dios manda, seguro que ya has visto la foto que Mark Zuckerberg subió a su Facebook y en la que decía que no sabía qué ponerse antes de ir a trabajar.

Más allá del toque humorístico de Mark (qué gracioso eres, jodío), lo cierto es que su desvarío estilístico tiene una explicación científica. Y esa no es otra que la fatiga de decisión, una teoría psicológica que explica que, para evitar un innecesario desgaste mental, muchas de las personas más exitosas del mundo mantienen hábitos sistemáticos y repetitivos para reservar materia gris en su privilegiado cerebro.

Es por eso que Mark Zuckerberg siempre lleva su camiseta gris, Barack Obama un traje negro o azul, Steve Jobs su característico jersey negro de cuello vuelto… Porque no querrás que Obama decida bombardear medio mundo por culpa de haberse tirado media hora decidiendo lo que se ponía, ¿no?

Zuckerberg explicando que ser un soso sin alma tiene su razón de ser.

Así que ya sabes: deshazte de tu interminable fondo de armario, corre a la primera tienda que encuentres y cómprate 20 camisetas y pantalones iguales, mientras convences al dueño de la tienda de que no hace falta que llame a la policía pese a la evidente cara de trastornado que pareces tener.

En este momento, ya te lo imaginarás, llegará tu amigo el arruinador de sueños. Y te dirá que sí, que lo mismo la fatiga de decisión es una teoría válida… pero para los que ya son exitosos. Pero, ¿qué va a saber él, si es de esos que cuando sale por la noche se sube el cuello del polo pero hace como que no lo ha hecho aposta, sino que se le ha subido solo?

4.- Coge vuelos directos

Ojo, que si pensabas que la galería de chorradas ya había acabado, aún queda la coronación de las chifladuras. Si tienes negocios en varios países, seguro que coges vuelos con cierta frecuencia. Y para ahorrar un poco, los cogerás con alguna que otra escala, ¿verdad? ¡No! ¡Error!

Según un estudio de la Universidad de Stanford, los vuelos directos ayudan a que los inversores de capital riesgo aumenten la confianza que depositan en las compañías en las que participan. Pero no queda ahí la cosa, ojo: según el mismo estudio, las startups que se benefician de estos vuelos directos son un 1% (¡un 1%!) más propensas a cotizar en bolsa y tienen un 1,4% (¡un 1,4%!) más de probabilidades de ser compradas por otro fondo.

¡Y tú perdiendo el tiempo como un idiota! Porque oye, a lo mejor la cosa es al revés y resulta que no es que las startups con vuelos directos tengan más opciones de triunfar, sino que las startups que van triunfando tienen más beneficios y, gracias a ello, pueden gastarse más dinero en vuelos directos. Pero, ¿cómo negar la evidencia de ese 1% más de probabilidades?

Pues ale, ya lo sabes: apúntate bien estos cuatro ingredientes y prepárate para triunf… ay no, espera, que viene tu amigo el funcionario a decirte no sé qué. En serio, ¿por qué te sigues juntando con ese tío?

Amigo emprendedor, ¿quieres triunfar con tu startup? ¿Quieres dejar de ser un paquete reparte-tarjetas y empezar tu ascenso hacia el olimpo del emprendimiento tecnológico? ¿Estás harto de buscar la receta del éxito?