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Las verdades a medias de Airbnb sobre su millonario impacto económico en España
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Manuel Ángel Méndez

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Las verdades a medias de Airbnb sobre su millonario impacto económico en España

Airbnb asegura que el impacto económico de su web en ciudades como Madrid o Barcelona es millonario. Las cifras, sin embargo, no cuentan toda la verdad

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(Foto: Reuters)

Si nos creyéramos las cifras habría que montar 20 Airbnbs en España para darle un chute económico a nuestro país. Anoten: más de 740 millones de euros en Barcelona en 2015; 323 millones y 5.100 puestos de trabajo creados en Madrid en 2014. Según Airbnb, este es el indiscutible impacto económico que ha generado la empresa en ambas ciudades. Los datos de Barcelona los ha presentado esta semana para suavizar el enfrentamiento que mantiene con el Ayuntamiento local, quien acusa a la plataforma de saltarse la legislación vigente. Y son cifras potentes. Lo malo es que no cuentan toda la verdad.

¿Cómo ha llegado Airbnb a semejantes datos? Encuestaron a un buen puñado de los 900.000 usuarios que viajaron a Barcelona en 2015 utilizando la web, les preguntaron cuánto se gastaron de media al día (unos 129 eurazos) y cuántas noches pernoctaron (4,4) y salen algo más de 510 millones de euros. El resto proviene del dinero que los huéspedes pagaron a los anfitriones (y del que Airbnb se lleva un 15% de comisión). Cifra e informe redondo. La realidad es bastante más compleja.

¿Consumo "incremental" o cambio de hábitos?

Las cifras de Airbnb asumen indirectamente que esos 900.000 usuarios no hubieran visitado Barcelona de no existir su web. Cierto, un porcentaje de ese turismo es incremental, es decir, visita la ciudad porque gracias a Airbnb se puede permitir viajar (o ahorrar bastante pasta). De lo contrario no viajaría. ¿De qué porcentaje hablamos? Ni idea. Airbnb ni lo sabe ni parece querer averiguarlo. Es decir, no hablamos de incremento neto en impacto económico.

De igual forma, de no existir Airbnb, un buen porcentaje de esos 900.000 usuarios hubieran viajado a Barcelona utilizando otra opción de alojamiento (hotel, hostal, B&B...). Sin embargo, al final optaron por alquilarlo a un particular. ¿Cuánto dejan de ingresar esos negocios - y la economía local en agregado - por la competencia 'online'? A Airbnb no le interesa incluir esas variables en sus cálculos. En otras palabras: esos 740 millones son una locura.

Decir que la web ha generado semejante impacto económico en Barcelona o Madrid es querer confundir. Una gran parte de ese impacto se hubiera generado igualmente con la infraestructura hotelera actual si no hubiera existido Airbnb. La otra es negocio arrebatado a hoteles y otros alojamientos existentes. Lo cual es fantástico, se llama compentencia. Pero ni por asomo la cifra final del impacto económico "incremental" es la que nos vende la compañía. Solo hay una excepción: cuando el 100% de las plazas hoteleras de una ciudad están cubiertas, como en grandes eventos (Mobile World Congress, competiciones deportivas...). El resto es agitar y confundir.

Amaño de datos

Cuesta trabajo creer a Airbnb cuando ha tenido episodios de amaño de datos solo para salir bien en la foto. El último y más sonado fue el descubierto por la página Inside Airbnb, que acusó a la web de eliminar 1.000 propiedades ilegales en la zona de Nueva York justo el día antes de publicar estadísticas sobre su negocio.

"Todos tenemos que pagar impuestos", asegura un portavoz de Airbnb España a Teknautas. La compañía, sin embargo, paga fuera de nuestro país los suyos

"Airbnb aseguró que solo el 10% de los propietarios que alquilan casas enteras tenían también múltiples apartamentos anunciados en su web [algo ilegal en Nueva York]. El número real es más cercano al 19%. Según la compañía, el 95% de la gente que alquila una casa al completo solo anuncia otra más. Esa afirmación solo se cumplió durante dos semanas durante el 2015", aseguraron Cox y Slee, autores de Inside Airbnb.

Tras las acusaciones, Airbnb se vio forzada a reconocer que, efectivamente, había eliminado unas 1.500 propiedades ilegales antes de publicar sus datos a los reguladores y a la prensa. Un decisión que dista bastante de la ejemplar "transparencia" de la que presume la compañía.

Pago de impuestos en Irlanda

La polémica de fondo con Airbnb en múltiples ciudades en todo el mundo es siempre la misma: ¿se anuncian en la web alojamientos que incumplen las legislaciones locales? La compañía argumenta que ocurre solo con un pequeño porcentaje. Y que no es problema de ellos, sino de la legislación. "Pedimos una actualización el marco legislativo para que los particulares puedan alquilar sin problema sus viviendas", explica a Teknautas un portavoz de la empresa.

Los datos desmienten de nuevo a Airbnb. Un exhaustivo estudio realizado por El Español demuestra que el 91% de las viviendas anunciadas en esa web en Madrid incumplen la legislación (en la capital no está permitido alquilar viviendas por menos de cinco días). El 64% de la oferta de Barcelona también sería ilegal por no disponer de un número de licencia visible en los anuncios. A esta problemática se añade la del pago de impuestos: ¿hace Airbnb todo lo posible para asegurarse que sus usuarios pagan impuestos por los ingresos del alquiler?

Airbnb es un gran negocio, sobre todo para sus dueños. Lo del impacto económico y la salvación de las tribus locales lo dejamos para la próxima película

"Nosotros somos una plataforma neutra, los usuarios son los responsables de hacer frente a sus obligaciones tributarias. Todos tenemos que pagar impuestos", asegura un portavoz a Teknautas. La línea oficial de la empresa contrasta con la "extraoficial". Airbnb España, como casi todas las tecnológicas en Europa, paga sus impuestos en Irlanda. En lugar de pagar un 25% de impuesto de sociedades en nuestro país, la compañía paga solo un 12,5%. Tan legal como éticamente cuestionable. En el 2014, según las cuentas depositadas por Airbnb en el Registro Mercantil y facilitadas a Teknautas por Infoempresa, la compañía facturó en el 2014 más de 2,7 millones de euros y obtuvo un beneficio neto de casi 109.000 euros. Solo pagó 50.000 euros de impuesto de sociedades en nuestro país para todo el año.

Airbnb es la mejor idea que ha visto el sector turístico en las últimas décadas. Igual que lo es Blablacar, Cabify o Uber en transportes. Hasta la CNMC lo ha reconocido por fin, abogando por una desregularización que elimine trabas a la economía colaborativa. Llegados a esta punto, ¿por qué seguir con los informes tergiversados y las verdades a medias? Airbnb es un gran negocio, pero sobre todo para sus dueños, accionistas y empleados. Lo del impacto económico y la salvación de las tribus locales ya si eso lo dejamos para la próxima película.

Si nos creyéramos las cifras habría que montar 20 Airbnbs en España para darle un chute económico a nuestro país. Anoten: más de 740 millones de euros en Barcelona en 2015; 323 millones y 5.100 puestos de trabajo creados en Madrid en 2014. Según Airbnb, este es el indiscutible impacto económico que ha generado la empresa en ambas ciudades. Los datos de Barcelona los ha presentado esta semana para suavizar el enfrentamiento que mantiene con el Ayuntamiento local, quien acusa a la plataforma de saltarse la legislación vigente. Y son cifras potentes. Lo malo es que no cuentan toda la verdad.

CNMC