El misterio de la piedra marciana saltarina

Lo malo de la navaja de Occam es que tiene dos filos. Es fácil aceptar que la explicación más sencilla suele ser la correcta, lo que no es tan fácil es convenir qué explicación es la más sencilla.

Supongamos, por ejemplo, que te detienes a anudarte los cordones en mitad de la calle y ese gesto te salva de morir aplastado por una cornisa desprendida. Bien, eso puede tener dos posibles explicaciones:

Posible Explicación 1. El azar te ha salvado la vida. Ahora tienes una buena historia que contar durante los próximos diez o quince días.

Posible Explicación 2. El destino te ha salvado. Resulta que hoy no es tu día, no te toca, tu muerte está preparada para otro momento, en otro lugar. Guarda para siempre esos zapatos de la suerte y recuerda que una vez fueron un instrumento del destino.

¿Qué explicación es más sencilla? Una persona racional, alguien escéptico, con sentido crítico y libre de prejuicios supersticiosos elegiría la Posible Explicación 1 sin dudarlo. Pero eso no quiere decir que sea la más sencilla. De hecho, el azar no tiene nada de sencillo. El ejemplo del tipo milagrosamente salvado por su zapato es imaginario, pero vamos ahora con un caso real y reciente del doble filo de la navaja de Occam. Ocurrió hace un par de semanas. 

Para mí es la explicación más sencilla. Una criatura extraterrestre tomó una piedrita de otro sitio y la puso justo ahí, delante de las cámaras del Opportunity

Opportunity, el robot que la NASA tiene en Marte desde 2004, mandó una serie de fotografías del terreno que tenía alrededor. En Tierra, la imágenes fueron rutinariamente analizadas, cotejadas con las fotografías anteriores cuando, ¡oh, sorpresa!, en una de ellas se encontró algo absolutamente inesperado. Una pequeña piedrecita… ¡había aparecido de la nada!

Entre la foto de la izquierda y la de la derecha pasaron 12 días terrestres. ¿Cómo demonios puede explicarse la misteriosa aparición de la piedrecita? Tiremos de Occam y vayamos a la explicación más sencilla:

Marcianos.

La explicación más sencilla

Sí, ¿qué pasa? Para mí es la explicación más sencilla. Una criatura extraterrestre tomó una piedrita de otro sitio y la puso justo ahí, delante de las cámaras del Opportunity.

Ya imaginarán que no soy el único que defiende esta teoría. Los amantes del misterio, que son legión en internet, están de acuerdo conmigo. Por si fuera poco, el robot ha analizado la piedrita y resulta que ésta tiene el doble de manganeso que cualquier otra roca marciana analizada. A ver cómo explican ustedes eso si no es por la acción de un marciano juguetón.

En la NASA, por supuesto, han encontrado otras explicaciones. Mucho más sosas, eso sí. En la agencia barajan dos teorías. Una, que la roca fue disparada por las ruedas del Opportunity durante algún movimiento (lo que no explica la extraña composición de la roca). La otra, que un meteorito chocó por allí cerca depositando esa pequeña esquirla junto al robot (algo improbable, dado que no se han localizado restos de ese supuesto impacto). 

Si hay una cuarta explicación (además de las dos de la NASA y la del marciano travieso) a nadie se le ha ocurrido. Si se te ocurre a ti, quizá sea buena idea que se la mandes a la NASA antes de que alguien, Occam mediante, acabe montando la secta de la Piedrita Saltarina.