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Los niños que ganarán el Nobel (o serán el próximo Steve Jobs)
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Javier Arroyo

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Los niños que ganarán el Nobel (o serán el próximo Steve Jobs)

Si quieren una lección de optimismo, lean sobre estos chicos. Si quieren darse cuenta de que tenemos mucho que mejorar, lamenten que no haya chavales españoles ni siquiera en la final regional

Foto: Niños jugando con robots. (Reuters)
Niños jugando con robots. (Reuters)

Ahora nos toca acomplejarnos un poco. O maravillarnos. O las dos cosas. Pasen y echen un vistazo a los ganadores de la feria de la ciencia de Google que se están convirtiendo en los Nobel adolescentes.

Como dice el presentador de la gala, proyectos que harían a profesores de universidad estar más que orgullosos de sus alumnos. Y son niños. O niñas, como la ganadora absoluta, Olivia Hallisey, que ha inventado un método rápido para diagnosticar el ébola.

A esta estudiante de 16 años de Connecticut le impresionó mucho el brote de esta enfermedad que en 2014 mató a miles de africanos. Se enteró de lo difícil que era realizar un diagnóstico en sitios donde no había refrigeración para almacenar las muestras y empezó a darle vueltas hasta que dio con la Tarjeta Ebola Assay, que cuesta unos 25 dólares y aguanta a temperatura ambiente una semana.

Esta herramienta también puede ayudar a detectar otras enfermedades contagiosas como el dengue. El abuelo de Hallisey, investigador médico, ha sido un ejemplo para ella. El trofeo que recogió estaba hecho de piezas de Lego, por supuesto, que a este tipo de niños es lo que más mola.

Métodos para purificar el agua y diagnosticar el alzhéimer son algunos de los proyectos de estos jóvenes genios

Por otra parte Pranav Sivakumar, de 15 años, fue capaz de idear un método que transportara las vacunas sin necesidad de electricidad o de hielo, dos cosas que no abundan todavía en muchas partes del planeta.

Deepika Kurup fue quien quedó segunda gracias a su método para purificar el agua. Esta estadounidense de origen indio es ya una habitual en las ferias de ciencia como la que se organiza en la Casa Blanca. Yo me pondría un poco nervioso si me tocara ser su profesor.

¿Y qué me dicen de Krtin Nithyananda? Este niño de 15 años, que llegó de bebé a Reino Unido desde la India, ha desarrollado un método de diagnóstico del alzhéimer, capaz de detectarlo diez años antes de que aparezcan síntomas. En un mundo que envejece, saber cuántas personas van a padecer esta enfermedad y curarla es uno de los grandes retos de una sociedad que mejora robots pero se sigue asomando al cerebro como a Marte.

De todos los países... menos España

Sigamos con Kirish Kumar, singapurense de origen indio e inventor de un sistema para que el ordenador elija de manera automática las preguntas más relevantes de un texto educativo. Algo que sería estupendo para repasar asignaturas. Singapur, por cierto, es uno de los países que siempre pone PISA de ejemplo, además de Finlandia o Corea del Sur.

Kumar cuenta aquí que en su clase se obsesionaron el año pasado con QuizUp, pero que se aburrieron pronto con las preguntas. Toda una lección de esperanza para los que se imaginan a los adolescentes en el sofá viendo realities cutres.

Son proyectos que harían a profesores de universidad estar más que orgullosos de sus alumnos

Estos son sólo unos ejemplos. Hay un francés que ha diseñado un robot que, a través del móvil, cuida una huerta ecológica y un inglés que ha mejorado los controladores de videojuegos. O los niños indios de Madrás que han desarrollado un sistema para hacer llegar de manera fácil las sugerencias y quejas al Ayuntamiento –sí, sin necesidad de grandes congresos smart cities en los que sacan tajada las grandes consultoras—. O los polacos que han diseñado una lámpara que reduce la concentración de metales pesados en el aire de interiores.

Si quieren una lección de optimismo, lean sobre estos chicos. Si quieren darse cuenta de que tenemos mucho que mejorar, lamenten que no haya proyectos de chavales españoles ni siquiera en la final regional. Nosotros intentamos poner nuestro granitos de arena, porque para casi todo hacen falta los números.

Ahora nos toca acomplejarnos un poco. O maravillarnos. O las dos cosas. Pasen y echen un vistazo a los ganadores de la feria de la ciencia de Google que se están convirtiendo en los Nobel adolescentes.

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