Facebook compra como Florentino: caro y consagrado

El miércoles por la noche, cuando algunos ya estábamos con los patucos puestos y listos para meternos en la cama, saltaba la que seguramente sea la noticia del año en el mundillo online. Facebook sacaba la chequera y se hacía con Whatsapp. A lo loco, por 19.000 millones de dólares. Como diría John Hammond en Parque Jurásico: “No hemos reparado en gastos”.

Me puedo hacer el interesante diciendo que no me sorprende y que me esperaba un movimiento de este tipo, porque en 2012 en esta misma columna ya señalé a Whatsapp como el principal rival de Facebook, y el mes pasado en mis predicciones personales para 2014 auguraba alguna “compra sonada” entre las aplicaciones de mensajería. Pero vamos, que me ponga como me ponga la noticia no deja de ser un bombazo…

Ahora toca plantearse si Zuckerberg acierta con esta decisión. Facebook tenía muy claro desde hace tiempo que el futuro (en el que ya estamos) era móvil, y aun así siempre han ido un poco al trantrán en su adaptación a los nuevos dispositivos, con muchos cambios y problemas para hacer funcionar su negocio publicitario.

Parece que luego se dieron cuenta de la amenaza de las aplicaciones de mensajería, que dejaban de ser una liga aparte y competían directamente con ellos (los adolescentes por ejemplo, huyen de Facebook y abrazan Whatsapp para realizar prácticamente las mismas funciones) y fue entonces cuándo apostaron fuerte por Facebook Messenger.

Whatsapp, dos pájaros de un tiro

No se puede decir que Messenger les haya ido mal, ya que es la app de mensajería más utilizada en EEUU, pero el bueno de Mark parece que sabía que eso no era suficiente. Apuesto a que además de tener identificado el móvil como clave estratégica, también están muy preocupados por el envejecimiento de sus usuarios y la fuga de la chavalada, que no quiere compartir red con sus papás. Con Whatsapp matan dos pájaros de un tiro, ya que se hacen a la vez con el pez gordo del móvil y del público joven.

Hasta aquí podemos decir, por tanto, que la compra es un acierto, pero entonces nos toca meter el parné en la ecuación para acabar de sacar una conclusión clara.

Entiendo y comparto la importancia estratégica de esta adquisición, pero pienso que hacerla ahora y por este montante supone un fracaso y evidencia una falta de visión por parte de Zuckerbeg en los últimos años.

Una compra 'a lo Florentino'

La compra ha sido estilo Florentino Pérez. Igual que en el caso de Instagram, se han hecho con una empresa consagrada y batiendo récords en el precio. Esto no tiene un gran mérito, vamos, que con esa pasta y esa cartera también recomiendo yo la compra.

Visión habría sido adquirirla hace tres años, y ni haber perdido el tiempo en desarrollar Facebook Messenger. Ahora en cambio, con la competencia mordiendo cada vez más fuerte y la losa que supondrá rentabilizar tamaña inversión, la operación me parece que conlleva muchos riesgos.

Así, a bote pronto, los grandes triunfadores son los fundadores de Whatsapp. Imagino que vender la empresa debía ser su objetivo desde hace tiempo, porque nunca hicieron grandes esfuerzos en la monetización. El fin parece que era adquirir una masa crítica brutal y venderlo a un gigante. Y eso han conseguido, para mí han vendido en el punto más alto y por un auténtico pastizal, con lo que negocio redondo.

Dicen desde Whatsapp que nada va a cambiar, que la aplicación seguirá sin llevar publicidad ni nada por el estilo… Habrá que ver entonces cómo Facebook piensa rentabilizar los más de 40 dólares que ha pagado por cada uno de los usuarios (extrapolando las cifras de la transacción y los usuarios actuales). Dice Mark que espera que la aplicación de mensajería alcance pronto los 1.000 millones de clientes… Podría ser, pero lo veo complicado. De hecho me parece una excelente oportunidad para que las Line, WeChat, Telegram, Spotbros y cía pesquen en río revuelto. Seguiremos atentos.