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Telefónica, ya puedes ir buscando tu propio 'Juego de Tronos'
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Jaume Esteve Gutiérrez

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Telefónica, ya puedes ir buscando tu propio 'Juego de Tronos'

La posible aparición de HBO en España remarca que el valor de cada competidor reside en su producción propia y no en el fondo de catálogo

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Hace ya unos meses que Netflix se ha instalado en España pero la firma no ha tenido tiempo de asentarse cuando un terremoto ha sacudido las plataformas de vídeo por internet: HBO se plantea desembarcar en nuestro país a finales de año. Telefónica emite y emitirá Juego de Tronos en exclusiva en España hasta su final, pero la próxima serie de moda de la cadena de pago estará vetada a la operadora y a cualquier otra. Movistar+ tiene pan para hoy y mucho hambre para mañana.

Apostar por el contenido propio es una táctica generalizada entre los grandes productores de contenido en Estados Unidos, ya se llamen Netflix, Amazon o HBO. Frente a esa producción se encuentra un yermo paisaje en España. Como de costumbre, nos enteramos a toro pasado de lo que se cuece en el mundo de la tecnología a pesar de que hemos asistido a un buen puñado de movimientos similares ante la llegada de la plataforma más importante del planeta: ahí están los casos de Yomvi, Nubeox, Filmin o Wuaki. Algunos tienen sus años, otros son más recientes. Unos, destinados a un nicho muy concreto —MUBI lo ejemplifica con su cine de autor y clásico—; otros, pensando a lo grande. Pero todos, todos, cometen el mismo error: no apostar por contenidos propios.

En España nos tiramos de los pelos porque no existía Netflix y pusimos en marcha, en 2010, las primeras alternativas. Ese mismo año, la compañía daba su primer salto al extranjero con la apertura de una sede en Canadá. En agosto de 2012, Netflix emitía el primer monólogo de producción propia. Esa primera piedra se ha consolidado y amenaza con convertirse en un imperio online: House of Cards, Orange is the New Black, Daredevil. Y venga más.

Hoy, son 34 las series originales de Netflix y otras siete de las que tiene los derechos para continuar por su cuenta, como Arrested Development. El plan para los próximos tres años pasa por el estreno de otras 44 series. Ted Sarandos, responsable de contenidos de la firma, anunció recientemente que el presupuesto de 2016 para producción propia asciende a 6.000 millones de dólares mientras que Morgan Stanley estima que HBO invertirá unos 1.800 millones para rodar contenidos. Telefónica no puede competir con esos presupuestos pero puede librar otras batallas: Crematorio es un excelente ejemplo de ficción hecha en España.

Netflix cuenta con 6.000 millones de dólares para rodar productos propios en 2016. La cifra de HBO asciende a algo más de 1.800

Pero no acaba ahí el plan de dominación mundial de Netflix. La plataforma estrenó a finales de 2015 Beasts of No Nation. La olvidable cinta de Cary Fukunaga es un aviso a navegantes de que la cadena va muy en serio en el negocio de la distribución. Lo explica bien esta columna de Forbes. Que la cinta sólo haya recaudado 50.000 dólares en su estreno en salas comerciales es lo de menos, a pesar de que la cadena haya pagado 12 millones por su distribución. Lo que importa es el mensaje: Netflix apuesta por los contenidos propios.

Es un planteamiento que corroboran los 60 millones de dólares, que se dicen pronto, que ha desembolsado por hacerse con lo nuevo de Brad Pitt. War Machine es una sátira político militar pero también se convertirá en un termómetro muy serio del impacto que tiene el consumo del cine bajo demanda dentro de la industria del cine.

Amazon se sube al carro

Que Amazon haya puesto en marcha su propia agenda propia es una prueba más de que la guerra que ya se está librando en Estados Unidos está centrada en el contenido y no en el servicio. Quizá no te expliques el éxito de Transparent, pero que la pata audiovisual del imperio de Jeff Bezos haya sido la primera en ganar un Globo de Oro demuestra hasta qué punto se encuentra amenazado el modelo tradicional de producción y distribución del cine y las series.

'Crematorio' y '¿Qué fue de Jorge Sanz?' fueron un destello fugaz de lo que debería ser el modelo de Movistar a corto y medio plazo

En España seguimos sin enterarnos muy bien de qué va la cosa. Lanzamos plataformas online como si el problema fuera dar un servicio para acabar con la piratería cuando ese es un debate obsoleto. En Movistar+ debe haber sentado como un tiro la noticia de HBO. No hay que olvidar que las series del canal estadounidense son un pilar fundamental de una oferta en la que también destaca True Detective o Silicon Valley. En cuanto HBO se establezca en España, los nuevos contenidos del canal ya no se emitirán en la plataforma de Telefónica.

¿Qué ha hecho Movistar+ hasta la fecha? La plataforma ha dado luz verde a tres proyectos. Uno ambientado en Sevilla en el siglo XVII dirigido por Alberto Rodrígez (Grupo 7), una de David Trueba sobre conflictos de pareja y una tercera de Cesc Gay que será un thriller en clave de humor. ¿Llegará a tiempo la cadena frente a la avalancha que se le viene encima?

Hoy es uno de esos días en el que la cadena comprenderá que los contenidos exclusivos son los que mueven a la audiencia y se arrepentirá del momento en el que canceló el tímido intento por tener un catálogo propio. Crematorio y ¿Qué fue de Jorge Sanz? no significaron el inicio de una tendencia y esa es la mejor explicación a por qué el fenómeno Netflix, continuado por HBO, va a pillar a todos los actores españoles en fuera de juego. Y lo tendrán bien merecido.

Hace ya unos meses que Netflix se ha instalado en España pero la firma no ha tenido tiempo de asentarse cuando un terremoto ha sacudido las plataformas de vídeo por internet: HBO se plantea desembarcar en nuestro país a finales de año. Telefónica emite y emitirá Juego de Tronos en exclusiva en España hasta su final, pero la próxima serie de moda de la cadena de pago estará vetada a la operadora y a cualquier otra. Movistar+ tiene pan para hoy y mucho hambre para mañana.

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