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El coñazo del 'año en Facebook'
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José Mendiola

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El coñazo del 'año en Facebook'

Las fotografías que más impacto han causado entre los seguidores que ofrece como resumen del año la red social Facebook, no ha convencido a muchos usuarios

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Imposible zafarse de la tortura. Al principio resultaba gracioso: uno entraba en su perfil de Facebook y se topaba con un Tu año en Facebook, un atractivo resumen de las fotografías con más impacto entre los seguidores. El trabajo ya hecho, ¿cómo no compartir ese brindis gratuito al ego entre nuestros seguidores? Porque, bien pensado, ¿qué son las redes sociales sino un homenaje a la vanidad de cada uno?

La prudencia en la gestión de las redes sociales se ha convertido sin duda en uno de los activos que más debemos valorar. En mi caso, preferí esperar uno o dos días para ver qué sucedía en mi entorno. Y pronto descubrí que no me había equivocado.

Es la magia del algoritmo y el recordatorio de que somos, una vez más, cobayas para los laboratorios de Silicon Valley que juegan con nuestra información de una manera necesariamente deshumanizada.

¿Cobayas para los laboratorios de Silicon Valley?

El Año enFacebookse transformóen algo que evitar por una mera cuestión de higiene, y los escasos Me gustaque acumulaban los valientes que se habían animado a compartirlo, confirmaban que el hartazgo era ya un sentimiento común. ¿Qué había hecho la red social exactamente? Tanto Facebook como Twitter y el resto de redes buscan mantener el número de usuarios activos en el valor más alto posible, y lo hacen por un buen motivo: esta cifra está directamente relacionada con la monetización a través de la venta de publicidad.

Cuanto más vivos estén los muros de los usuarios, más posibilidades hay de que éstos hagan clic en alguno de los enlaces patrocinados y, de esta manera, los anunciantes recibirán un mayor impacto que les empujará a invertir más dinero en los anuncios de Facebook.Pero la red social se ha disparado en el pie, y no sólo por meter con calzador un producto que al final nadie quiere ver, sino por un motivo mucho más preocupante: la falta de sensibilidad.

Ya se sabe que lo que ha catapultado tanto a Google como a la propia red social de Zuck y equipo es un misterioso algoritmo que trabaja de forma silenciosa con la información de sus usuarios. Son estos algoritmos los que nos sugieren misteriosamente amigos de gente que conocemos sin tener realmente sus datos de contacto, o bien los que nos proponen comprar precisamente aquellos productos que casualmente más nos interesan.

La ventaja de los algoritmos es que manejan con habilidad volúmenes de información sobre nosotros y la combinan de forma que ofrecen un resultado muy preciso sobre nuestros intereses y conocidos. Sin embargo, al no mediar ningún humano en el proceso, esta mezcla carece de sentimientos, y como veremos, puede resultar explosiva.

Un algoritmo deshumanizado

Algo así ha sucedido con esta nueva idea de Facebook, que se ha convertido por este mismo motivo en una pesadilla para la propia red social por la que ha tenido que pedir disculpas aunque en esto, como veremos, tampoco han andado muy finos.

Una “crueldad del algoritmo”, como él mismo describió, que fue rápidamente viralizada y obligó a Facebook a pedir disculpas, pero en privado y por la puerta de atrás. Mal el resultado, pero peor la reacción. No ha habido cambios en el Año en Facebooky se siguen sucediendo las anécdotas, muchas desagradablesy otras en clave de humor, como es el caso de una despechada novia, cuya expareja perdió la casa en un incendio, algo que la aludida rememoró como “algo triste, pero que Facebook ha hecho que merezca la pena”. Texto acompañado con la casa en llamas…

Imposible zafarse de la tortura. Al principio resultaba gracioso: uno entraba en su perfil de Facebook y se topaba con un Tu año en Facebook, un atractivo resumen de las fotografías con más impacto entre los seguidores. El trabajo ya hecho, ¿cómo no compartir ese brindis gratuito al ego entre nuestros seguidores? Porque, bien pensado, ¿qué son las redes sociales sino un homenaje a la vanidad de cada uno?

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