El progreso nunca ha venido de pretender que los humanos trabajemos como robots. Para tener un debate serio no debemos engañarnos sobre cómo funciona la productividad
Seguimos escuchando a los expertos hablar de lo mismo cuando tenemos la oportunidad generacional de construir un mundo diferente gracias a la heterogeneidad de pensamiento de las personas.
Lo que comenzó siendo una excelente oportunidad para clarificar la regulación de las plataformas en Europa, puede acabar convirtiéndose en una máquina destructora de pequeñas plataformas y 'startups'
La ciberseguridad, lejos de constituir un mero barniz, ha de llegar en cambio a encastrarse en el mismo ADN de las políticas y de las prácticas de las organizaciones
Es clara la dificultad que tenemos los humanos de reconocer y aceptar verdades (¿quizá porque son incómodas?) que aportan las ciencias, desde las sociales hasta las más exactas o empíricas
Ante una amenaza cada vez más real y palpable, la protección de los datos se convierte en un imperativo para todas las empresas, sea cual sea su tamaño
La tecnología permite a las empresas obtener datos sobre el rendimiento de sus flotas. Así, pueden evaluar objetivamente la opción de sustituir sus vehículos por otros más eficientes
En los próximos años veremos cómo algunas tendencias tecnológicas habilitarán grandes cambios en la economía global, impactando en todos los sectores e industrias
Hay un mercado de homeopatía para empresas que promete resolver los grandes problemas de los negocios mediante herramientas y gurús. En realidad, son meros placebos, pero mueven miles de millones
El dinero y el poder está pasando a quienes son capaces de ejecutar de verdad. Cuando la gestión de personas ya no implica liderazgo, ni capacidad de decisión, ser jefe ya no tiene 'glamour'... ni sentido
"Me prometisteis colonias en Marte; en cambio, recibí Facebook.". Con esta declaración Buzz Aldrin expresaba su decepción ante un presente que asemeja a una versión empeorada de nuestro pasado inmediato
La mayoría de nuestro capital riesgo huye del riesgo, tiene una mentalidad oportunista y busca los chollos. En definitiva, no es capital riesgo, sino capital rancio