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Ya tengo mi móvil 4G, ¿cómo narices le saco provecho?
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Esteban Viso

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Ya tengo mi móvil 4G, ¿cómo narices le saco provecho?

La tecnología 4G ya está instalada en la mayoría de las operadoras y en buena parte de los terminales, pero aún queda por saber cómo sacarle provecho

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La odisea del 4G no ha hecho más que comenzar. Los despliegues de infraestructura empiezan a ser ya una realidad completa en las grandes ciudades españolas, las operadoras ya tienen ofertas que intentan explotar esta nueva generación móvil, y seguro que ya existe un buen número de clientes que gozan de la velocidad “sin límites”. Parece todo positivo si no fuese porque utilicé la palabra odisea al principio del artículo: la realidad es que el 4G móvil es y será caro, y no nos va a dar todo lo que promete.

El precedente de los precios lo tenemos en los países que han desplegado el 4G antes, que son casi todos. España llega tarde quizás por la crisis económica, y a pesar de ser uno de los países con una penetración mayor de smartphones entre la sociedad, y solo por el mero hecho de rentabilizar los costes de despliegue habrá que repercutir una partida en el precio final de las facturas de los clientes.

En países como Reino Unido, por ejemplo, un 38% de los usuarios de 4G opina que es demasiado caro, pero lo preocupante (y a lo que voy) es el 69% cuya preocupación es gastar el bono de datos antes de que termine el período de facturación.

La quimera del 4G

En España tenemos un escenario algo irreal en cuanto al 4G. Se trata a esta nueva generación móvil como una simple mejora de la velocidad de descarga, y sí, se ofertan nuevos bonos de datos “de gran capacidad” que llegan a los 10 GB, pero cuyos precios superan los de las conexiones ADSL domésticas con amplitud.

Se trata a esta nueva generación móvil como una simple mejora de la velocidad de descarga, y sí, se ofertan nuevos bonos de datos “de gran capacidad” que llegan a los 10 GB, pero cuyos precios superan los de las conexiones ADSL

Va por un lado “conseguir el 4G”, y por otro el bono de datos que necesitamos para poder sacarle algo de partido a este aumento de la velocidad. Para Yoigo, y aparentemente para Vodafone ahora, el concepto es ofrecerlo sin aumentar el coste de las tarifas de contrato.

En Orange existen tarifas 4G específicas, con sus propios precios y su plan de voz y datos (hasta 3 GB se ofrecen). La fórmula del éxito no se conoce todavía. Lo cierto es que todo esto está muy bien hasta que te paras a pensar qué necesitas para disfrutar el 4G, y los requisitos son: un móvil compatible con 4G (recuerda que es una nueva generación móvil), una tarjeta SIM nueva compatible con 4G, estar en zona de cobertura y contratar una tarifa 4G. ¿Caro, barato, rentable…?

Una obviedad para algunos, un fastidio para otros, pero lo cierto es que para disfrutar del 4G hay que invertir, hay que cambiar la tarifa (o no, según Vodafone y Yoigo). Eso me hace pensar que quizás un servicio añadido al 3G, como se plantea el 4G desde esas dos compañías, debe ofrecer bien poco para que “no cueste dinero adicional”. Ofrece más velocidad, ¿y qué? Ofrecen bonos de datos mayores, ¿y qué? ¿Acaso el beneficio para el cliente va a ser sustancialmente mayor, o solo nos encontraremos con que tenemos que gastar más?

Cuanta más calidad, más consumo de datos. Pero no solo es la calidad, sino que el tamaño importa y mucho

Veamos una cosa: ¿cuánto consume ver un vídeo de YouTube? La respuesta es muy gallega: depende de la calidad a la que lo veamos. Cuanta más calidad, más consumo de datos. Pero no solo es la calidad, sino que el tamaño importa y mucho. Imagina que quieres ver unos videoclips en HD, o sin HD. O una película. Piensa en archivos de 200 MB, de 600 MB, o incluso de 2 GB. Seguro que tu conexión 4G puede con todo ello, pero tu pobre bono de datos se va a quedar más tieso que la mojama.

Pero oye, cómo mola ver el último capítulo de tu serie favorita en el andén del metro, ¿verdad? El verdadero problema del 4G es que descarga muy rápido, pero ¿cuántos vídeos en HD puedes ver al mes? Y si no los quieres ver en HD, ¿necesitas el 4G?

Mucho por hacer

Volvamos un momento al curioso caso del pollo que ve su serie favorita en el metro. ¿A cuánto está pagando el visionado? ¿Se queja de que los precios del cine son abusivos? Que pruebe a ver una película completa en YouTube y calcule cuánto ha gastado… Por ir al detalle, aunque pause el vídeo seguirá descargándose, ¡ojo!

Ese es el tipo de cosas que me hacen pensar que el 4G servirá para chatear vía WhatsApp más rápido, ver un par de vídeos cuando salimos de marcha con los amigos o jugar online a Candy Crush, eso sí, a la velocidad del viento. ¿Existen servicios interesantes que nos permitan sacar el máximo jugo a nuestro 4G? Es posible, pero estaremos pagándolos a precio de petróleo.

Concluyendo: el 4G es una tecnología nueva que promete, y es verdad, grandes cosas en el terreno de las comunicaciones móviles. En España está empezando, y a medida que crezca el número de usuarios los costes se diluirán y será más asequible, pero lo que falta ahora es que se generalice la cobertura, que se reorganicen las bandas de frecuencia (la ideal es la de 800 MHz, ero está “ocupada” por la infame TDT) y que haya algo jugoso que merezca la pena invertir en el 4G (y no solo más velocidad de descarga). Mientras tanto, yo creo que no le voy a poder sacar partido durante este año.

Esteban Viso, analista de iAhorro.

La odisea del 4G no ha hecho más que comenzar. Los despliegues de infraestructura empiezan a ser ya una realidad completa en las grandes ciudades españolas, las operadoras ya tienen ofertas que intentan explotar esta nueva generación móvil, y seguro que ya existe un buen número de clientes que gozan de la velocidad “sin límites”. Parece todo positivo si no fuese porque utilicé la palabra odisea al principio del artículo: la realidad es que el 4G móvil es y será caro, y no nos va a dar todo lo que promete.

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