Más allá del teletrabajo: los nuevos modelos de organización que demandan las personas

Los dos últimos años nos han enseñado muchas cosas. Han supuesto un periodo de rápido aprendizaje en el que hemos puesto a prueba nuevas formas de trabajar, de relacionarnos, de consumir, de vivir. Muchos de estos cambios no tienen vuelta atrás y, por mucho que queramos regresar al mundo anterior, la sociedad es ahora diferente.

Un buen ejemplo es como hemos modificado, en términos generales, nuestra forma de entender la relación con el trabajo. Durante el período más duro de la pandemia, el teletrabajo permitió seguir adelante a miles de empresas de todos los tamaños y garantizó su supervivencia. Del mismo modo, nos hizo muy conscientes de la influencia que las rutinas de trabajo tenían en nuestras vidas y demostró que, en muchos campos profesionales, se podía trabajar con total flexibilidad manteniendo la productividad, el nivel de compromiso y la calidad del servicio.

El tiempo ha transcurrido y afortunadamente hemos ido recuperando la normalidad, retomando la movilidad y las interacciones presenciales que habían quedado en suspenso durante dos años. Sin embargo, esta es una normalidad nueva y diferente. No podemos caer en el error de confundir esta normalidad con una vuelta a un pasado al que las personas quizás no quieren regresar.

¿Teletrabajo de ida y vuelta?

Resulta llamativo que, de acuerdo con el reciente informe 'El teletrabajo en España. Antes, durante y después de la pandemia' del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), dependiente de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, mientras que el 84% de la población ocupada española quiere poder teletrabajar, el porcentaje de personas empleadas por cuenta ajena que teletrabajan de manera habitual cayó hasta el 5,9% en el primer trimestre de 2022. Cerca de un 10% menos si lo comparamos con junio de 2020 cuando este mismo porcentaje se encontraba en un 15,3%.

Numeroso estudios además de este -y nuestra experiencia concreta coincide- concluyen que la amplia mayoría de los profesionales que pueden desarrollar su trabajo en remoto quieren tener posibilidad de elegir. En nuestro caso, 9 de cada 10 personas escogieron sumarse a un modelo de trabajo en el que cada uno puede trabajar donde quiera dentro del territorio del país y en el que las oficinas, principalmente como lugares de encuentro y trabajo colaborativo, están abiertas y disponibles para utilizar si se necesitan.

En este tiempo en el que hemos seguido aprendiendo y perfeccionando nuestro modelo, hemos visto cómo los resultados de negocio no se han visto afectados por el lugar de trabajo, los indicadores de recomendación de empleados se han consolidado en medias casi 20 puntos superiores a las recogidas en el modelo anterior, y hemos alcanzado nuestros mejores datos de experiencia de empleado de la historia (de los últimos ocho años en los que estamos midiendo este dato).

Además, hemos podido incorporar a nuestro equipo a personas residentes en cualquier lugar de España; de hecho, cerca del 15% de las nuevas contrataciones fuera de los mayores núcleos urbanos. Del mismo modo, el impacto en materia de flexibilidad y conciliación ha permitido que las reducciones de jornada desciendan de un 14% a un 8% y ha favorecido que todas y todos tengamos mayor presencia y disponibilidad para compartir, por ejemplo, responsabilidades familiares cotidianas. Es indiscutible que la capacidad de autoorganización y el ahorro de tiempo en trayectos innecesarios equivale a incrementar el espacio que dedicamos todos en el día a día a aficiones, amigos, deporte o familia.

Lo cierto es que el debate sobre los modelos de trabajo puede resolverse rápido si preguntas a las personas de tu organización qué es lo que necesitan para desarrollar su función de manera eficaz y con bienestar, un bienestar que no solo repercute en ellas sino en todo su entorno. Romper el modelo tradicional es valiente pero, al fin y al cabo, poner a las personas primero significa empoderar a cada uno para dar lo mejor de sí mismo; entender que la libertad y la responsabilidad son las dos caras de la misma moneda en la construcción de una sociedad más equilibrada y sostenible.

María Eugenia Muguerza

María Eugenia Muguerza es Directora Ejecutiva de Operaciones de Liberty Seguros en Europa.