Una apuesta de país: la Ley de Startups

España marcará mañana jueves un antes y un después en el mundo del emprendimiento y de la innovación. El Congreso de los Diputados aprobará la Ley de Startups, que constatará la consolidación y madurez de nuestro ecosistema, el avance de nuestra economía y la confirmación de que la suma de todos nos impulsa como país. Porque, como decía Ortega y Gasset, solo es posible avanzar cuando se mira lejos, solo cabe progresar cuando se piensa en grande.

Un sinfín de reuniones desde hace más de 11 años, identificando necesidades, aprendiendo de los más potentes ecosistemas globales y siempre trabajando todos juntos, startups, inversores, corporaciones y administraciones, con mucha ilusión y ganas… y, por fin, la ley está aquí. Esta es la historia de un éxito de todos y gracias a todos. Porque todos la sentimos nuestra.

Y la sentimos parte de nosotros porque es una ley que apoya a nuestras startups dentro y fuera de España para que puedan competir de igual a igual en este mundo sin fronteras. Al tiempo que extiende la alfombra roja para la llegada de inversores a nuestro país en busca del gran talento español, en busca de las startups, que han demostrado ser auténticas creadoras del futuro.

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Porque, cuando un modelo empresarial como este, con la innovación en el foco, multiplica por 20 su valor en 10 años (ha elevado su valor de 4.362 millones de euros en 2012 a los actuales, 83.008), mientras el Ibex se ha mantenido más o menos estable en el mismo periodo de tiempo, ya no hay marcha atrás en su consolidación como creador de riqueza.

De hecho, España es ya el cuarto país europeo por número de startups, solo por detrás de Reino Unido, Francia y Alemania. Y, si su valor se ha multiplicado por 20 en 10 años, la evolución de la inversión ha sido prodigiosa: en el año 2000 nadie nos conocía, en el año 2012 se invirtieron 126 millones en las startups españolas y en 2021 la inversión sobrepasó los 4.300 millones de dólares.

Sobran argumentos que justifiquen la idoneidad de esta nueva ley. Las grandes empresas españolas lo saben bien, han entendido que el futuro se conquista de la mano de las startups y que, para que a ellas les vaya bien, tiene que irnos bien a todos. La filosofía del win-win ha triunfado. Por eso, a lo largo de los últimos 10 años, las empresas del Ibex 35 se han ido sumando al fenómeno de la innovación abierta. Y hoy son muy conscientes de que necesitan socios rápidos y altamente cualificados e innovadores como son las startups para responder al ritmo trepidante que les marca el mercado. De ahí que, en la actualidad, el 95% de las empresas del Ibex tienen plataformas para colaborar con emprendedores innovadores y juntos generar nuevos productos y servicios, así como transformar su cultura para adaptarse con la máxima rapidez a la revolución tecnológica y digital en la que estamos inmersos. Para ahondar más en esta premisa, solo apuntar que las inversiones corporativas en startups españolas han crecido a una tasa anual compuesta del 40% entre 2013 y 2021, hasta alcanzar los 650 millones.

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Por eso, contar con una ley que deja clara la singularidad de la startup, como máxima figura de emprendimiento y de la innovación, es una satisfacción para todos después de años y años de trabajo conjunto. Todos nos sentimos parte de esta norma, que refleja en su amplitud a nuestro ecosistema y, por ende, a nuestra economía.

Pero ¿qué supondrá esta nueva ley para nuestra economía y nuestro país? Con una visión amplia y teniendo en cuenta nuestro modelo económico y social, el impacto positivo que esta Ley de Startups tendrá en nuestra economía es indiscutible y se verá reflejado en creación de empleo de calidad, mejoras impositivas y mejora del bienestar. Y más siendo conscientes de que la situación económica actual necesitará de un Ecosistema fuerte, con unas normas de juego claras, puesto que las startups serán un pilar fundamental en la recuperación de la economía.

Si miramos lo que aporta a cada una de ellas, esta norma, entre otros muchos temas, confirmará las reducciones en la carga fiscal para las empresas emergentes. Incluye mejoras en el tratamiento fiscal de las stock options y crea un visado para nómadas digitales, medidas clave para atraer y retener talento. Además, por primera vez España va a dotar de seguridad jurídica sobre el tratamiento fiscal aplicable al carried interest en todo el territorio nacional. Esta es una medida fundamental para el establecimiento de sociedades gestoras de capital riesgo en España y canalizar inversiones.

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Y, desde mi punto de vista, es importantísimo el reconocimiento del emprendedor en serie (emprendedor que ya ha lanzado al menos una startup con anterioridad), como figura clave en esta nueva realidad y que hoy representa el 62% de los emprendedores innovadores en España, de los startaperos. Apostar por ellos es fundamental por dos razones claras y muy complementarias. Una, a más proyectos emprendidos, mayor aprendizaje y, por tanto, mayor probabilidad de éxito: mientras que en el primer proyecto la posibilidad de fracasar supera el 50%, este porcentaje se va reduciendo en las siguientes ocasiones, hasta hacerlo de forma exponencial a partir del cuarto proyecto, en el que la posibilidad de fracaso no llega al 8%. Y la segunda y superimportante es su capacidad para identificar nichos en los que innovar, tan necesarios para el mercado y, por tanto, para sus socios corporativos y en general del tejido empresarial tradicional.

Con el enorme talento de nuestras startups, con emprendedores en serie ya convertidos en inversores maduros, con las empresas trabajando mano a mano y con la clara vocación innovadora de las administraciones, la nueva ley será el impulso definitivo que necesitamos para ser los protagonistas de nuestro futuro como país. Estamos de enhorabuena, es nuestra oportunidad para crecer como país porque hoy el único paradigma posible es el del cambio continuo y acelerado; y el emprendimiento innovador es la mejor herramienta para triunfar, sin cortapisas. Un privilegio formar parte de este gran proyecto construido entre todos, de esta gran apuesta de país!

*María Benjumea, fundadora y presidenta de South Summit.