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Balada triste de Bautista
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Alejandro Laso

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Balada triste de Bautista

Se creían por encima del bien y del mal. Eran casi ‘dioses’ que contaban con el beneplácito del Gobierno y de la ministra de Cultura para

Se creían por encima del bien y del mal. Eran casi ‘dioses’ que contaban con el beneplácito del Gobierno y de la ministra de Cultura para campar a sus anchas. Denunciaban a hosteleros, irrumpían en las bodas y hasta exigían su cobro en los conciertos benéficos. Pero a la SGAE también le llega su hora. La sociedad de recaudación se enfrenta al episodio más oscuro de sus 112 años de historia con una acusación por supuesto desvío de fondos, que de momento se ha saldado con nueve de sus máximos dirigentes detenidos, siete registros a la entidad y sus cuentas corrientes, por el momento, bloqueadas.

Teddy Bautista ha probado de su propia medicina. Bajo su presidencia, la SGAE se había dedicado los últimos años a ‘intimidar’ a los internautas a través de decenas de denuncias a blogueros, webs de enlaces, asociaciones, bajo el pretexto de que vulneraban los derechos de propiedad intelectual o que atentaban contra el honor de la entidad que dirige. Los abogados de la SGAE no daban abasto con cientos de casos, algunos de los cuales rozaban el absurdo más absoluto. La sociedad poco a poco consiguió ganarse el dudoso galardón de ser la entidad más odiada por los internautas, algo que no podía traerles nada bueno.

Pero el señor Bautista y compañía fueron más allá y se empeñaron en seguir apaleando el avispero de la Red, hasta que los internautas decidieron pasar a la acción. Una denuncia en 2007 de varias asociaciones ha podido desentrañar una trama de consecuencias impredecibles. ¿El motivo? 400 millones de euros que recaudó esta sociedad sin ánimo de lucro y de los que no se sabe su paradero, y un 'tejemaneje' de contratos con empresas relacionadas con varios pesos pesados de la SGAE y varios de sus familiares, de dudosa legalidad.

Además esta operación coincide con la reelección de Bautista como presidente de la SGAE. Unas elecciones que ya de por sí polémicas porque sólo tienen derecho a voto 8.000 de los 100.000 socios de la sociedad de recaudación y curiosamente son los que más trozo reciben del pastel de los derechos de autor.  Y es que la SGAE es un buen negocio y sus dirigentes lo único que buscan es mantener su esquema organizativo y seguir engrosando sus cuentas cobrando más por el canon, y gravando la música.

Sin embargo, lo más grave de la investigación es que parte del dinero objeto podría proceder del polémico canon, que supone cerca del 10% de los ingresos globales de la sociedad, algo muy preocupante a sabiendas que esa cantidad proviene del bolsillo de los ciudadanos disfrazado de tasa. De confirmarse las sospechas estaríamos hablando de una crisis política, ya que el Ministerio de Cultura ha sido quien ha confiado a esta sociedad la gestión y distribución de la recaudación de este 'impuesto' y se ha fiado de la forma que ha gestionado ese capital. Por su fuera poco, el ministerio dirigido por Ángeles González-Sinde ya avaló las mismas cuentas que hoy son objeto de investigación policial. ¿Desembocará este caso en alguna dimisión?

Ahora quedan por delante meses de nuevas informaciones y declaraciones en los juzgados que deberán despejar todas estas incógnitas que apuntan a aquellos que portan la bandera de “salvemos la industria musical”. Mientras tanto, las cuentas de la sociedad de recaudación, que no es más que un sistema de reparto de dinero opaca entre amiguetes y camaradas, seguirán intervenidas por la justicia.

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Se creían por encima del bien y del mal. Eran casi ‘dioses’ que contaban con el beneplácito del Gobierno y de la ministra de Cultura para campar a sus anchas. Denunciaban a hosteleros, irrumpían en las bodas y hasta exigían su cobro en los conciertos benéficos. Pero a la SGAE también le llega su hora. La sociedad de recaudación se enfrenta al episodio más oscuro de sus 112 años de historia con una acusación por supuesto desvío de fondos, que de momento se ha saldado con nueve de sus máximos dirigentes detenidos, siete registros a la entidad y sus cuentas corrientes, por el momento, bloqueadas.

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