Proxenetas

Hablaban este sábado en La Noria de putas. No me sorprende. Tampoco me molesta. Ni siquiera me escandaliza. Pero me aburre la gente que siempre habla de lo mismo.

Hablaban en concreto de las prostitutas que anuncian sus servicios en las páginas de los diarios informativos de este país. Y atendiendo a la definición que de proxeneta da la Real Academia -aquella “persona que obtiene beneficios de la prostitución de otra persona”- se acusaba de proxenetismo a los responsables de esos rotativos.

La cosa no deja de tener su lógica. Y su gracia. Así que uno no puede reprimir la imagen conjeturada de uno de esos jefazos del paper apoyado contra el capó de un coche de policía, mientras un agente tartamudo le lee sus derechos entre la espesa niebla de la noche. ¿Se imaginan a Pedro J., Moreno, Expósito y Cía. en la misma celda de una prisión de mala muerte peleándose por elegir catre? Sería el primer Gran Hermano que merecería realmente la pena.

En su loable cruzada contra el proxenetismo, La Noria olvidó el sábado que hay múltiples formas de prostitución y por tanto también, supongo, de proxenetismo. Un proxeneta moral, por ejemplo, sería aquel que se enriquece con la prostitución moral de otro. Todo esto según la RAE, claro.

Minutos antes de hablar de putas, en La Noria se habló de hijos de… se habló de Antonio Puerta. Ya saben, el tipo que supuestamente le metió un puñetazo al profesor Neira y le dejó en coma cerebral. A esto último quítenle el supuestamente.

Por segunda vez en menos de un mes, acudía al programa de marras la novia del tal Puerta, Violeta Santander, con la plausible intención de defender a su verdugo. Violeta hizo gala de un discurso plenamente inmoral. No hubo en sus palabras un ápice de compasión por el pobre hombre que intentó ayudarla la noche de autos. Violeta prostituyó su verbo durante hora y media. Lo vendió. Por dinero, por miedo, por lo que fuese. Y con ello La Noria consiguió los mejores datos de audiencia del presente curso.

Pues eso, que proxenetismo hay de muchos tipos. Creo que lo dice la RAE.