Es noticia
¿También tú, Pilar Rubio?
  1. Televisión
  2. Carta de Ajuste
Nacho Gay

Carta de Ajuste

Por

¿También tú, Pilar Rubio?

Existen muchos tipos de traición. La peor, quizás, la traición a uno mismo. Para traicionarse a uno mismo, eso sí, uno tiene que tener muy claro

Foto: ¿También tú, Pilar Rubio?
¿También tú, Pilar Rubio?

Existen muchos tipos de traición. La peor, quizás, la traición a uno mismo. Para traicionarse a uno mismo, eso sí, uno tiene que tener muy claro lo que piensa y lo que deja de pensar; en lo que cree y en lo que deja de creer; lo que hace y, sobre todo, lo que jamás haría. Luego están las traiciones a los demás. A la gente que cree que conoce aquello en lo que nosotros creemos, lo que hacemos, lo que haríamos y lo que pensamos. Gente que comparte con nosotros un cierto código de lealtad sobre esta o la otra cosa. Gente que confía en nosotros.

 

Traiciones famosas a lo largo de la historia ha habido muchas. La más, probablemente, la de Judas. Luego están la de Bruto a Julio César, la de Hitler a Stalin en la Segunda Guerra Mundial, la de Pinochet a Allende. Infinidad. En muchas de ellas, claro, la culpa la tuvo un cheque en blanco. Dalila le hizo un malintencionado corte de pelo a Sansón por dinero. Pero Dalila, al menos, no salía todos los días en laSexta.

 

Ha visto Pilar Rubio los ceros del cheque que le ha preparado Paolo Vasile y se ha desmayado al instante. Quizá nos hubiera pasado a todos, pero nosotros tampoco salimos todos los días en laSexta. No deja de tener gracia que una señora que se gana la vida criticando la telebasura en Sé lo que hicisteis, ahora vaya a participar del pastel.

 

No será la primera ni la última tránsfuga del mundo, pero Pilar ha dejado a sus compañeros de laSexta en paños menores. Todos sabíamos del fariseísmo que se gastan allí. Al fin y al cabo, critican aquello de lo que viven. Pero la farsa, como tal, tenía cierta gracia. Si a la primera de cambio, fichan por el enemigo y la farsa se viene abajo, ¿qué sentido tiene ya un programa como Sé lo que hicisteis?

 

Pero de traición, nada. “¿También tú, Bruto?”, gritaba César mientras caía al suelo apuñalado. No podrán gritar lo mismo Ángel Martín o Patricia Conde, porque saben mejor que nadie que, aunque su trabajo es denunciar la telebasura, en realidad también les encantaría trabajar en ella.


RELACIONADAS: Paolo Vasile, todo un gladiador

Existen muchos tipos de traición. La peor, quizás, la traición a uno mismo. Para traicionarse a uno mismo, eso sí, uno tiene que tener muy claro lo que piensa y lo que deja de pensar; en lo que cree y en lo que deja de creer; lo que hace y, sobre todo, lo que jamás haría. Luego están las traiciones a los demás. A la gente que cree que conoce aquello en lo que nosotros creemos, lo que hacemos, lo que haríamos y lo que pensamos. Gente que comparte con nosotros un cierto código de lealtad sobre esta o la otra cosa. Gente que confía en nosotros.

Paolo Vasile