Carta de Ajuste
Por
La invasión de las pijas
Les pongo en preaviso: un cierto tipo de glamour se ha puesto de moda. Digo cierto, porque el glamour, como casi todo, ya no es lo
Les pongo en preaviso: un cierto tipo de glamour se ha puesto de moda. Digo cierto, porque el glamour, como casi todo, ya no es lo que era.
Antes, el glamour estaba en el tejido con el que se cosían los vestidos vaporosos de Marilyn Monroe; o en el peróxido del moño ‘vertiginoso’ de Kim Novak; o en los ademanes de diosa con los que Bettes Davis, esa fea resultona, claudicaba ante Anne Baxter en Eva al desnudo.
Les pongo en preaviso: un cierto tipo de glamour se ha puesto de moda. Digo cierto, porque el glamour, como casi todo, ya no es lo que era.