La única 'funcionaria' a la que se le va a subir el sueldo

Leo por prescripción médica el ¡Qué me dices! para reírme un poco en tiempos de crisis. La tipografía, los titulares, los pies de foto de una revista del cuore son sin duda el mejor remedio contra el estrés.

Sin embargo, hoy no sé muy bien si reír o llorar. Titular: “Belén Esteban gana 100.000 euros al mes”. Protagoniza portadas la señora Esteban hasta en periodo vacacional. Ha pedido la diva del pollo un mes de descanso para que tres mecánicos de la Renault y un soldador de Burgos le coloquen la pelvis en su sitio tras su paso por ¡Mira quien baila! Y en Telecinco, claro, se lo han concedido.

Missis Potato aprovecha sus vacaciones para renegociar contrato. No es que el ¡Qué me dices! sea una fuente muy fiable, pero de momento el B.O.E. (que probablemente es menos fiable todavía) aún no da cuenta del sueldo de la funcionaria Belén Esteban.

1,2 millones de euros al año por decir 730 veces (dos por día) aquello de: “Yo por hija MA-TO”. A razón de 1644 euros por frase; 411 euros por palabra. Palabras que en su mayor parte no están siquiera en el diccionario.

Como renovadora lingüística, Barbie extrarradio no tiene precio, pero como polemista lisérgica lo cierto es que tiene demasiado. Cobra la señora Esteban, de ahora en adelante ilustrísima, cinco veces más que el presidente de RTVE (¡que se lleva la friolera de 20.000 euros mensuales!), nueve veces más que la presidenta del Constitucional, quince veces más que el presidente del Gobierno de la nación y unas cien veces más que la mayor parte de los jóvenes licenciados de este país. Cinco años estudiando una carrera para que una señora que no sabe pronunciar la palabra “triciclo” gane cien veces más que tú… ¿Es esto demagogia?

1,2 milloncejos de nada a cambio de qué, se preguntarán. Que se lo cuente ¡Qué me dices! que a mí me da la risa:

-“Participación en Sálvame y Sálvame Deluxe”.

-“Una serie de apariciones pactadas al año, la primera de las cuales está programada para primeros de julio, con un careo que, según dicen, marcará un antes y un después en su carrera mediática”.

-“Esto no incluiría bolos especiales ni exclusivas, que irían aparte, como por ejemplo, las campanadas de fin de año”.

Lo peor no es esto de arriba, sino esto otro: “Dado el éxito de audiencia  que hasta ahora garantiza la de San Blas, dicen que la copresentadora de Sálvame pidió el doble pero que, tras varias semanas de conversaciones con su representante, Toño Sanchís, la cifra se ha acercado a los 100.000 euros al mes”.

Sinceramente, da igual que ¡Qué me dices! esté o no en lo cierto. Es indiferente que sean 100.000 euros al mes o 120. Que esta señora cobre, más aún en los tiempos que corren, un solo céntimo por contaminar el horario infantil es claro síntoma de nuestra extraña forma de decadencia.

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