Es noticia
Adiós pequeña, adiós
  1. Televisión
  2. Carta de Ajuste
Nacho Gay

Carta de Ajuste

Por

Adiós pequeña, adiós

Que me perdone Ben Affleck por robarle el título de su muy estimable ópera prima como director para (des)honrar a Pilar Rubio. Sobrevive la otrora insurrecta

Foto: Adiós pequeña, adiós
Adiós pequeña, adiós

Que me perdone Ben Affleck por robarle el título de su muy estimable ópera prima como director para (des)honrar a Pilar Rubio. Sobrevive la otrora insurrecta reportera de laSexta encorsetada ahora hasta la médula para aparentar un cambio de filosofía de vida. Ha pasado esta mujer de la adolescencia a la menopausia sin solución de continuidad. Se ha convertido, tras un curso intensivo de protocolo para estrellas, en la tipa más insulsa y aséptica del país.

Telecinco necesitaba una presentadora todoterreno para formatos blancos y ya la tiene. Pilar Rubio es una réplica robótica y pechugona de Jesús Vázquez; un avatar de alma impuesta e impostada; una fundamentalista del buenrollismo que lleva adosado al pecho un coctel molotov aderezado con quilo y medio de azúcar. Ha muerto la femme fatale de antaño y ha nacido una nueva Leticia Sabater moldeada, eso sí, por los mejores orfebres.

Pero ni por esas. Vacaciones anticipadas le han tenido que dar a la joven promesa por los ruinosos datos de su programa de cántico pueril. No encuentran explicación en Telecinco para este estruendoso fracaso: un buen escote y gente dando voces (aunque respetaran una escala musical). Era la fórmula perfecta. La única que se saben.

Telecinco da de baja Cántame una canción, tras tres únicas emisiones, en medio de una polémica algo estéril con los padres de los participantes, que amenazan con llevar a los tribunales a la cadena por el daño moral causado a las criaturas que estaban llamados a sacarles de pobres. “Nos llamaron cuando ya teníamos las maletas hechas para ir a Madrid y nos dijeron que cancelaban el programa”, ha declarado afligida la madre de uno de ellos. “No les han dejado ni despedirse”.

Sinceramente, no se puede ser más ingenuo. ¿Qué esperaban? Se trata de una cadena en la que Karmele Marchante explica el modo de empleo de las bolas chinas en horario superprotegido, mientras Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez se meriendan una ensaimada mallorquina. ¿Daño moral? Pues claro. Que la fiscalía actúe de oficio contra estos padres, ahora quejosos, por llevar a sus hijos a Telecinco con ocho años. Hubiera sido menos traumático meterles a cantar en un burdel.

Trifulcas a un lado, mandan los de Telecinco a Pilar Rubio a su casa para que aprenda pronto que en televisión la ley de gravitación universal cobra una especial relevancia: todo lo que sube, baja que se las pela. En la franja que deja vacante emiten, desde esta misma noche, Enemigos íntimos, una sesión de espiritismo para repasar famosas rencillas de la historia. ¿Julio César y Pompeyo? ¿Israel y Palestina? ¿Quevedo y Góngora? ¿Guns N’ Roses y Nirvana? ¿Batman y Joker? No. Hoy, Isabel Pantoja y sus ex.

El problema de Telecinco en prime time no radica únicamente en una alarmante falta de imaginación, que por otro lado le es intrínseca al país, sino en su más alarmante aún déficit de ficción:

-Su stock de cine es paupérrimo, dado que siempre han manifestado en la casa su desinterés por el mismo. No les concierne ningún arte. Y menos el séptimo.

-Hospital Central está a punto de entrar en la morgue.

-La que se avecina se ha revelado como un sustituto ineficaz de Aquí no hay quien viva que se sigue grabando para tener contento a José Luis Moreno.

-Para colmo, sus dos grandes series de los últimos años ya no lo son tanto. Aída no gana un solo domingo y C.S.I. está ya más ajada que la piel de los nudillos de Marujita Díaz.

-Por último, las nuevas apuestas en este campo, como De repente, los Gómez, han fracasado.

Por estos motivos, hace apenas unos meses, Telecinco sustituyó al director de ficción. Pero, de momento, el único argumento que han sido capaces de desarrollar con acierto en esta nueva etapa es el que narra la historia de un patio de vecinas chismosas que, en un intento desesperado de romper su ociosa monotonía, reconstruyen con talante inventivo el pasado amorosocriminal de una folclórica que le puso su nombre a un plato de pollo.

Más en http://twitter.com/NachoGay

Que me perdone Ben Affleck por robarle el título de su muy estimable ópera prima como director para (des)honrar a Pilar Rubio. Sobrevive la otrora insurrecta reportera de laSexta encorsetada ahora hasta la médula para aparentar un cambio de filosofía de vida. Ha pasado esta mujer de la adolescencia a la menopausia sin solución de continuidad. Se ha convertido, tras un curso intensivo de protocolo para estrellas, en la tipa más insulsa y aséptica del país.

Telecinco