Coitus interruptus de Wyoming con Aznar

¿Problemas técnicos? Definamos problemas técnicos. ¿Pulsó un becario el botón inadecuado o se le quedó a Wyoming la fusta enganchada en la mordaza? Ayer El Intermedio de laSexta no se emitió. Apagón en Globomedia, su productora, justo el día en el que Monzón y el resto de amigos de la agitprop iban a hacerle un traje, y no precisamente diseñado por Gürtel, al bueno de José María Aznar. Vaya, qué casualidad. Casualidad, probablemente, de esa que no existe o que se fabrica en los despachos de los dueños del Planeta.  

“Por motivos ajenos a nuestra voluntad nos vemos obligados a emitir Lo Mejor de El Intermedio”, se podía leer en un scroll que recorría ayer miércoles la pantalla. Ajenos a su voluntad desde luego debían ser los motivos. Quizás no tanto a la de José Manuel Lara. Sólo Quizás. Cuanto menos resulta sospechoso que un equipo edite un programa completo para analizar la entrevista concedida un día antes por el expresidente del Gobierno a Antena 3 y, justo antes de la emisión, se les fundan los plomos. ¿Que el Grupo Planeta se compró laSexta hace unos meses? No lo recordaba.  

Reconstruyamos los hechos. Lara, que le debe muchos favores a Aznar y algún que otro reproche a Rajoy, le presta al exmandatario su prime time del martes para demostrar que sigue siendo un hombre bautizado en agua de colonia Varón Dandy, para borrar el remite de los sobres de Bárcenas y para lanzar un globo sonda como no recordaban los tiempos con la amenaza de su retorno. Al día siguiente, Wyoming, técnico agitador de conciencias, fustigador de lameculos del cuarto poder y castigador tarantiniano de peperos se queda sin programa por “problemas técnicos”, según la cadena. Francisco Marhuenda, Victoria Prego y Gloria Lomana, viola de gamba, bajo y contrabajo respectivamente en la verbena del martes, tres ovejitas mansas en la granja del presidente de FAES, se libraron in extremis de la visita del esquilador. No es que no queramos creer en las casualidades, es que reflexionando sobre esto se hace Julio Medem una película de tres horas.

No obstante, los hacedores de El Intermedio nos prometen vía Twitter que hoy van a emitir el mismo programa que ayer no pudieron ofrecernos. Pero quién nos asegura a nosotros que el montaje final de esta noche no haya pasado previamente por el pasapurés del interventor de turno. Siete años denunciando la censura en los medios, la manipulación, los intereses bajo las faldas de los grupos editoriales -y haciéndolo con gracia, todo hay que decirlo-, y ahora el dedo acusador de Colón les apunta precisamente a ellos. Fusionar a Wyoming y a Aznar con la connivencia de la Comisión Nacional de la Competencia es lo que tiene. O la casualidad efectivamente existe, para disgusto del mismísimo Voltaire, o el doctor reconvertido en cómico se va a tener que rasgar un poco sus vestiduras de bolchevique si quiere seguir ejerciendo de ahora en adelante la medicina alternativa. La RAE, si nadie lo remedia, podría acabar aceptando una nueva acepción de ‘el intermedio’: dícese del espacio que separa dos legislaturas de Aznar.