¡IVA Manel Fuentes! O por qué Wert fue el más listo de la clase

A las 10 de la noche, José Ignacio Wert era un prófugo, un desertor, un hombre sin piedad. Peor aún, 12 hombres sin piedad dentro de un solo hombre. Era un fugitivo sin causa justificada, al margen de su muy cuestionado legado. Era un político. El más político de todos los políticos. Era el malo de todas las películas españolas de este año. Era Antonio de la Torre comiéndose un filete de la pierna de alguna. Caníbal.

A las 10 de la noche todos odiábamos a Wert. Su novia le odiaba. A las 10 de la noche de ayer toda España estaba silbando.

Pero una hora después de que arrancara la gala Wert era un visionario, un iluminado, un tipo al que venerar. Plantón y cuenta nueva. La culpa fue del chachachá. O de lo que estuviesen cantando realmente sobre el escenario Lucía Jiménez, Carolina Bang, Dafne Fernández, Javier Godino, Secun de la Rosa, Adrián Lastra, Fernando Tejero y Manel Fuentes, protagonistas del peor número musical (¿musical?) de la historia de España. Por un momento Norma Duval y María José Cantudo alcanzaron la categoría de artistas. Hasta aquí hemos llegado… A esa hora lloraban más los premios que los premiados yFrancisco de Goya daba gracias a Dios de haber muerto sordo.

La culpa la tuvo Manel. No toda. Casi toda. Toda menos el 21% de IVA. A los quince minutos ya había conseguido dormir a toda España. Menos a su madre, que estaba huyendo del país. Decían que este era el año de la comedia. Pues menos mal. Muchos nos hemos reído bastante más leyendo el BOE que con su discurso de apertura. Leyendo a Lucía Etxebarria, incluso. No leer, esa es la clave, Manel. Al menos que no nos demos cuenta. Cero improvisación, cero carisma. Se nos fue la noche echando de menos a Eva Hache, echando de menos a Buenafuente, echando de menos (nunca pensé que diría esto) a Antonia San Juan, echando de menos a Los Chunguitos. Hoy hasta Urdangarin me cae mejor que Manel Fuentes.

Sí, otra vez. Déjà vu. Decir que los Premios Goya fueron un eterno bostezo suena vintage, suena antiguo, a mil veces dicho. Resulta hasta facilón, porque criticar la gala al día siguiente está socialmente muy bien aceptado. Pero es mejor repetirse que engañarse.

Diez razones para odiar los Goya 2014. Por resumir.

1. Los comentarios en off de un ‘leidísimo’ Carlos del Amor. “De bestias a brujas y tiro porque me toca”. Si alguien comprendió esta coletilla, por favor que nos ilumine.

2. Que una ETT, Adecco, patrocinara un premio. Sintomático cuanto menos.

3. El discurso interminable del tipo venezolano que ganó el Goya a la mejor película hispanoamericana. A ver quién es el guapo que ve ahora su obra.

4. El minuto de gloria de Javier Bardem: “El cine está por encima del ministro de anticultura”... pero yo pago los impuestos en California.

5. Que el presidente de la Academia, González Macho, lleve tres años leyendo exactamente el mismo discurso. Al menos tiene el detalle, eso sí, de cambiar las cifras.

6. El empacho de Wert y de IVA. La injusticia es más injusta cuando se intuye que cuando se hace explícita.

7. Que mataran en el ‘in memoriam’ a la periodista Nuria Vidal. Esta muerta estaba muy viva.

8. El rímel en los ojos de Manel Fuentes. Goya de honor al mejor maquillaje.

9. Los aspavientos amanerados de Manel Fuentes.

10. Manel Fuentes.

La cosecha de este año era mala (apenas un par de películas tienen un pase) y mala fue la fiesta que las honró. Apenas un par de destellos.GrandeTerele Pávez, Goya a la mejor actriz de reparto por su papel en Las brujas de Zugarramurdi. Esta mujer ha dormido en el cajero de un banco. Entre cartones.Y allí estaba, vestida por su peor enemigo, pero allí estaba. Gran mujer. Gran intérprete. Granmomento. Como grandes fueron las intervenciones de David Trueba, el mejor hacedor de discursos de la noche. Tres. O el premio al mejor actor paraJavier Cámara. Ya era hora.Todo lo demás, simplemente, sobró. Sobrabahasta Wert.