'Nada que celebrar' o el futuro de la ficción española

El presidente de Productoras Asociadas de Televisión de España (PATE), José Manuel Lorenzo, lo dejaba muy claro hace uno meses: "La parálisis de TVE puede llevar a la parálisis del sector". Un oscuro futuro aún más negativo si tenemos en cuenta que las televisiones privadas se están retrayendo a la hora de afrontar nuevos proyectos debido a la falta de competencia y a la cada vez más alicaida ficción nacional.

Ante este panorama, los chicos de The Conundrum Company han decidido intentar probar fortuna fijándose en las nuevas formas de negocio que llegan desde otro lado del Atlántico y que pasan por lanzar directamente los productos de ficción en video bajo demanda. Es decir, estrenar una serie sin que pase previamente por televisión.

Hasta ahora, en nuestro país teníamos el precedente de series web que se lanzaban a través de webs de televisión. Sin embargo, The Conundrum Company ha ido un paso más allá y estrenará a finales de febrero Nada que celebrar en la plataforma de pago Filmin, con lo que se convertirá en la primera serie española que se lanza directamente en VOD.

Grabada inicialmente para televisión y con la intención de ser adquirida por Canal + -la anterior serie de su director David Navarro, Oído Canibal, se emitió en este canal-, Nada que celebrar es una serie de humor de 25 minutos que trata sobre la vida de actores anónimos, muy lejos del éxito y de la fama. Una historia que paradójicamente retrata perfectamente las consecuencias de esa parálisis del sector de la que hablábamos.

Esta estrategia es algo parecida a lo de David Fincher, quien hace unos meses estrenó su nueva serie House of Cards directamente en Netflix, la plataforma de vídeo de pago que ofrece en streaming películas y series de televisión. Protagonizada por Kevin Spacey, la ficción cuenta la historia de Francis Underwood, un líder del partido mayoritario de la cámara de los representantes estadounidense que no duda en revelar algunos secretos políticos con tal de consolidar su poder.

¿Estamos ante un cambio de negocio en nuestro país? ¿Está dispuesto el público español a pagar por ver series en internet? El precedente está en Carmina o Revienta, la ópera prima de Paco Léon que se estrenó simultánemente en salas de cine, internet y DVD. Esta arriesgada estrategia, que resultó todo un éxito, demostró que otro modelo de mercado era posible y que era la mejor forma de luchar contra la piratería. No obstante, no podemos olvidarnos de que León contaba con el beneficio de ser un actor muy conocido y querido. ¿Qué ocurrirá ahora? ¿Tendrá algo que celebrar nuestra ficción?