Adiós a 'Gran Hotel', la serie que elevó los estándares de calidad de la ficción española

Una serie que ha contado en su reparto con actores de la talla de Concha Velasco, Asunción Balaguer, Adriana Ozores, Lluís Homar o el fallecido Juan Luis Galiardo no es una serie cualquiera. Una serie que, además, enfrenta a Ozores y Velasco en pantalla o consigue que haya química entre dos actores que hasta entonces no se soportaban, es algo más.

Una serie que ha descubierto para el gran público a actores como Pedro Alonso, Marta Larralde o Luz Valdenebro es mucho más que una ficción. Una serie con esa fotografía, esa ambientación, ese cuidado, esa música, ese vestuario, esa producción, ese guión, deja algo más que un hueco en la parrilla de una cadena de televisión. Es algo más que un arma para enfrentar al programa revelación de la temporada o un comodín en su programación.

Gran Hotel no ha sido una serie más. Gran Hotel pasará a la historia de nuestra televisión como la serie que elevó los estándares de calidad de la ficción española, como la ficción de la que podemos sentirnos orgullosos y defender con uñas y dientes ante otros productos extranjeros.

Y no sólo lo han dicho los críticos españoles que la han reconocido con un Premios Ondas, varios premios Iris y de la Unión de Actores, un Fotogramas de Plata, o el Premio Pasión de Criticos al Mejor producto del año del FesTVal de Televisión de Vitoria. También ha sido nominada en el Festival de TV de Montecarlo y comprada para ser emitida en Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

Gran Hotel ha demostrado además que no es necesario alargar una ficción con tramas surrealistas o enseñar carne para subir audiencia. Gran Hotel será la serie que terminó cuando tenía que terminar por mucho que algunos quisiéramos una temporada más, o por mucho que un salto en el tiempo de cinco años le hubiera dado vida. Gran Hotel ha demostrado que nuestros guionistas saben darles un final digno a nuestras series.

Pero por encima de todo, Gran Hotel es la serie que ha colocado a sus guionistas (Ramón Campos, Gema R. Neira...), a su director de fotografía (Jacobo Martínez), a su diseñadora de vestuario (Helena Sanchís),  a sus directores (Carlos Sedes), donde se merecen, que les ha dado visibilidad y valor. Es y será la serie que ha demostrado la importancia de un guión, de una dirección de actores, de una fotografía.

Gran Hotel ha muerto a lo grande ¡Viva Gran Hotel!