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Series bíblicas y dilemas morales: la fe en la pequeña pantalla
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Aloña Fernández Larrechi

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Aloña Fernández Larrechi

Series bíblicas y dilemas morales: la fe en la pequeña pantalla

La ficción televisiva se acerca a la teología a través adaptaciones y situaciones límite

Foto: 'The Bible' (2013)
'The Bible' (2013)

El interés de la televisión por el cristianismo va más allá de la reposición anual de largometrajes centrados en personajes bíblicos. En los últimos años, las cadenas tradicionales estadounidenses (esencialmente ABC y NBC) han tratado de aprovechar el buen momento que viven las series y han adaptado al formato las sagradas escrituras. Mientras tanto, los canales de cable han mostrado una disposición más sutil y también más crítica, a través de producciones en las que la fe juega un papel importante o de personajes antagónicos con un fuerte componente religioso. En ambos casos la televisión trata de despertar el interés de los espectadores apelando a sus creencias. Una labor complicada en un medio visual como la televisión que, especialmente en el caso de las cadenas tradicionales, trata de compensar sus carencias narrativas con un despliegue técnico que logre seducir a la audiencia. Algo que, tal y como ha demostrado 'Of Kings and Prophets', es más difícil de conseguir de lo que parece y no siempre logra el visto bueno de los espectadores.

Basada en los Libros de Samuel, que forman parte del Antiguo Testamento y de la Biblia hebrea, la producción fue estrenada el 8 de marzo y cancelada tras la emisión del segundo episodio. Una reacción especialmente sorprendente en una temporada como la presente, en la que las series canceladas se cuentan con los dedos de una mano. Sin embargo, ABC no podía permanecer ajena a la evidencia: la audiencia no estaba interesada en “otra” producción bíblica. Poco más de tres millones de espectadores vieron el estreno, y un millón menos siguió el segundo episodio. Unas cifras lamentables si tenemos en cuenta los trece millones que logró reunir la producción bíblica responsable del renovado interés televisivo por los libros sagrados, la serie del canal History, La Biblia.

The Bible (2013)

Estrenada en 2013 y emitida en 26 países, la miniserie de diez episodios recuperó, tras dos décadas, el interés televisivo por las sagradas escrituras. El género experimentó un momento álgido en los años 70, con las coproducciones anglo-italianas 'Moses the Lawgiver' y 'Jesús de Nazaret' y la producción estadounidense de dos capítulos, 'The Story of David'. En 1985 la colaboración entre británicos e italianos se repitió con la miniserie 'A.D', que contó en su reparto con figuras como Ava Gadner, Ian McShane, Susan Sarandon y el español Fernando Rey.

En las décadas siguientes la pequeña pantalla tenía otras aspiraciones, y carecía del presupuesto necesario para mejorar las producciones existentes, hasta que el canal de documentales decidió probar suerte con las series de producción propia y estrenó en 2013 La Biblia. Dos años después la NBC intentó reeditar el éxito con 'La Biblia Continúa', y aunque el comienzo fue prometedor, con diez millones de espectadores, los tres millones que reunió en su episodio final le condenaron a la cancelación de la serie. Lejos de sacar conclusiones de un hecho tan revelador, ABC trató de vender 'Of Kings And Prophets' como un 'Juego de Tronos' sin dragones.” Una aspiración que, como era de esperar, terminó jugando en su contra. Curiosamente sólo el Parents Television Council estuvo de acuerdo con la comparación, pero por el alto contenido en violencia y sexo que se podía encontrar en la serie.

Cuestión de fe

El acercamiento de los canales de cable a la teología está más vinculado a las crisis que atraviesan todo tipo de personajes, y lo que ello supone en ámbitos como el duelo o la fe, que al relato bíblico. En 'Cárnivale', la serie de HBO estrenada en 2003, la historia se ambienta en la Gran Depresión y a través de un circo ambulante y un predicador, describe la desesperación que se vivía en aquellos tiempos. Pero en un segundo plano era evidente que Daniel Knauf aspiraba a convertir su creación en la obra cumbre televisiva del bien y el mal. Y lo hacía a partir de diversos planteamientos teológicos y masónicos, que llegaban al espectador a través de un joven granjero que asumía su destino y de un ministro metodista que, ante la falta de respuestas, se adjudicaba un papel redentor.

Once años después, la misma cadena estrenó 'The Leftovers', una serie que arranca con la repentina desaparición del 2% de la población (140 millones de personas) y trata de describir cómo afrontan este trágico suceso aquellos a los que el destino les ha condenado a permanecer. El rapto propio de la escatología cristiana, llevado a una localidad norteamericana en la que un grupo de personajes afronta las inexplicables ausencias de diversas maneras. El cura ve como el trágico suceso devuelve a los fieles a su Iglesia, pero su interés está en encontrar un razonamiento piadoso a la desaparición. Y en su propia salvación. Entre su “competencia” se encuentra el nuevo culto denominado 'los Culpables remanentes', que se caracterizan por vestir de blanco, renunciar al uso de la palabra hablada y fumar constantemente, tratando de recordar así permanentemente el inevitable desenlace de la vida.

Tampoco falta en esta creación de Damon Lindelof, basada en el libro homónimo de Tom Perrotta, la presencia de un iluminado capaz de aliviar el dolor con un abrazo. Todos ellos, el cura, la secta o el profeta, son los recursos habituales del ser humano ante la pérdida, y la intención verdadera de la producción. 'The Leftovers' no trata de explicar porqué desaparecieron millones de personas, sino de explorar los diferentes mecanismos que, aquellos que se quedaron, utilizan para explicarlo y asumirlo.

Religión y familia

Otro tipo de respuesta espiritual a una situación traumática es la que afronta el juez Pernell Harris en la serie de Amazon, 'Hand Of God'. El personaje interpretado por Ron Perlman, un hombre poderoso y respetado, ve como su vida familiar se desmorona tras un trágico suceso. Incapaz de afrontar su impotencia ante los hechos, la mente de Harris se aferra a la religión para olvidar su dolor y vengarse. El juez siente la llamada de Dios y se convierte en el brazo ejecutor de la voluntad divina, que está inevitablemente relacionada con los fantasmas que le persiguen desde hace tiempo. La fe se convierte entonces en el elemento que respalda su conducta, una excusa que sólo su desesperación logra justificar. Un comportamiento que lejos de mejorar su situación, sólo logrará empeorarla.

Ni 'The Leftovers' ni 'Hand Of God' lograron un éxito apabullante, aunque la primera cuenta con cierto respaldo de la crítica y una sólida base de seguidores, enamorados de su forma de hacerles sufrir. Pero esto no ha desanimado a la plataforma Hulu y el próximo 30 de marzo estrenará 'The Path'. Creada por Jason Katims ('Friday Night Lights', 'Parenthood') el regreso a la televisión de Aaron Paul tras 'Breaking Bad' se centrará en una polémica secta que lucha contra las relaciones, el matrimonio y el poder. Unos planteamientos que llevan al protagonista a sufrir una crisis de fe que pondrá en peligro lo que más ama, su familia.

Predicadores pluriempleados

La América profunda ha permitido a los creadores ahondar en las comunidades alejadas de construcciones imponentes y ministros vestidos con carísimos monos de trabajo, situándolas en carpas blancas y sillas plegables de madera. Entre los asistentes al oficio de un predicador con ínfulas predomina la desesperación, ya sea como respuesta ante la muerte, al hambre o la simple ignorancia. Esta estampa, de la que tanto disfrutaba Rust Cohle en True Detective, jugó un papel muy relevante en las primeras temporadas de Justified: la ley de Raylan, una serie que se centraba en el regreso de un Marshall de gatillo fácil a su localidad natal en Kentucky. Allí su máximo enemigo es Boyd Crowder, un criminal local que asume como una señal divina haber sobrevivido a un enfrentamiento con el agente. Gracias a su verborrea y su interés por la Biblia mientras pasa una temporada entre rejas, se convertirá en un pastor dispuesto a guiar a las almas perdidas y utilizarlas en su provecho.

Más desinteresado y legal es el giro que la televisión británica, la misma que hace tres décadas coproducía adaptaciones bíblicas, le ha dado a la profesión de párroco. En Grantchester, la cadena ITV ha convertido al reverendo Sidney Chambers en “miembro” de la policía, ayudando al detective Keating a resolver los crímenes que ocurren en la ciudad que da nombre a la serie. Ambientada en 1950, la producción adapta los libros de suspense de James Runcie, y lejos de resultar marciana, consigue ser una revisión interesante de la siempre recurrente pareja de investigadores policiales. La confianza que despierta la figura de Chambers en sus feligreses y vecinos le convierte en el ayudante ideal del metódico cuerpo de policía, que observa con envidia su capacidad de persuasión.

En el género de la comedia, y más allá del éxito de las chicas de Broad City de conseguir que Whoopi Goldberg se volviese a enfundar el hábito, la religión sirve para explorar las creencias de algún personaje y anteponerlas a otro desde un plantemamiento más cómico y menos trascendental que en el drama. Ya sea al estilo del reverendo Lovejoy de Los Simpson, o a través de las dudas, los recelos y el humor de la familia Johnson en Black-Ish. El último en sumarse a esta lista ha sido el personaje interpretado por Rob Lowe en 'You, Me And The Apocalypse', el Padre Jude. Un fumador empedernido, malhablado pero comprometido con la causa, que se encarga de confirmar o desmentir milagros y estudiar a posibles santos. Una tarea que, llegado el fin del mundo, ni siquiera a él le importa. Porque a veces, más que un asunto sobre la fe, la supervivencia es una cuestión de esperanza.

El interés de la televisión por el cristianismo va más allá de la reposición anual de largometrajes centrados en personajes bíblicos. En los últimos años, las cadenas tradicionales estadounidenses (esencialmente ABC y NBC) han tratado de aprovechar el buen momento que viven las series y han adaptado al formato las sagradas escrituras. Mientras tanto, los canales de cable han mostrado una disposición más sutil y también más crítica, a través de producciones en las que la fe juega un papel importante o de personajes antagónicos con un fuerte componente religioso. En ambos casos la televisión trata de despertar el interés de los espectadores apelando a sus creencias. Una labor complicada en un medio visual como la televisión que, especialmente en el caso de las cadenas tradicionales, trata de compensar sus carencias narrativas con un despliegue técnico que logre seducir a la audiencia. Algo que, tal y como ha demostrado 'Of Kings and Prophets', es más difícil de conseguir de lo que parece y no siempre logra el visto bueno de los espectadores.

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