'Nashville', 'Twin Peaks' y otras series que se resisten a morir

En ninguna otra época de la historia de la televisión, el final de una serie fue algo tan relativo como en el momento actual. El último capítulo puede no serlo. Donde deberíamos ver un cierre, podemos encontrarnos un 'cliffhanger' que mantenga un hilo de vida de la producción. En vez de resignarse, los seguidores de la producción pueden luchar por un regreso que aporte sentido a su 'yo' televisivo. Si todo esto falla, la esperanza es que cualquier cadena sepa ver en esa serie lo que otras no pudieron o quisieron. Ya sea meses, años o décadas después de su (supuesta) despedida.

El último ejemplo, que curiosamente ha pasado por todas esas fases, ha sido el drama 'country' de ABC, 'Nashville', que en España emite Movistar+. A mediados de mayo, cuando quedaban dos capítulos por emitir, la cadena norteamericana desveló que la serie no tendría una quinta entrega. El pasado sábado, el canal especializado en el 'country' CMT anunció que se encargaría de dar continuidad a la producción, con Hulu como propietaria de los derechos de emisión. Una fortuna que no han logrado encontrar (todavía) otras series también canceladas en las últimas semanas, como 'Limitless', que no ha pasado de su primera entrega, o 'Agent Carter', que se despide tras dos temporadas en antena. A pesar de que hay quien no ha dejado de intentarlo.

Empeño intemporal

'Nashville' se convierte así en otra de las producciones que encuentra una nueva oportunidad en otro canal, siguiendo un camino que en los últimos años han seguido varias series. Es el caso de 'The Mindy Project', que encontró en Hulu la confianza con la que ya no contaba en FOX, al igual que hizo 'Community' con su paso a Yahoo. 'Longmire', 'Cougar Town' o 'Damages' también lograron escapar de la lógica narrativa, y posponer el desenlace de sus historias, pervirtiendo quizás el curso natural de la televisión. Ese que desemboca en el final de la narración cuando la cadena, por la razón que sea, ya no confía en ella.

Este empeño por mantener con vida una producción, tan antinatural como interesado, no se limita únicamente a producciones que acaban de abandonar la parrilla. Porque la maldita nostalgia, y el éxito y la curiosidad que suelen acompañarla, ha provocado que las cadenas se interesen por recuperar productos que se despidieron, como poco, hace una década. Más que resucitar una serie que anteayer ocupaba la parrilla, algunos deciden desenterrar producciones que, con suerte, los espectadores guardaban ya en el baúl de los recuerdos. Y por ello, próximamente, regresarán a la pequeña pantalla series tan dispares como 'MacGyver', 'Gilmore Girls', 'Twin Peaks' o 'Prison Break'. No hay límites, ni decoro, cuando se trata de apostar por una creación que, de entrada, despertará más interés que cualquier producción nueva. Como ya ha sucedido esta temporada con el publicitado regreso de 'Expediente X' o el estreno de 'Madres forzosas'.

El importante papel de internet

Aunque en el caso del 'spin-off' de 'Padres forzosos' se trate más de una serie derivada que de un 'revival', es innegable que Netflix tiene un lugar en su catálogo reservado a las producciones que son desechadas por cadenas convencionales. A la mencionada 'Longmire', hay que sumar 'The Killing' y 'Arrested Development', además de dos series de animación y un 'mockumentary'. Media docena de creaciones que, con mayor o menor fortuna, regresaron para continuar complaciendo el inabarcable apetito por las series que vivimos actualmente.

Netflix tiene un lugar reservado a las producciones que son desechadas por cadenas convencionales

Este interés por acoger en su seno a los seguidores de producciones ajenas, o satisfacer el deseo de los propios, hace que Netflix sea el primer nombre en el que muchos piensan cuando se habla de la cancelación de una serie. Hulu, que también tiene producción propia, suele ser el segundo en la lista, aunque cuenta con menos experiencia. Se imponen así a competidores más experimentados en la televisión como son las cadenas, algo muy significativo a la hora de analizar la relevancia de las plataformas audiovisuales en el panorama televisivo actual. Ese que vive de fans que siempre tienen, como última esperanza, que la todopoderosa Netflix esté ahí cuando sea necesario, para salvarlos del abismo de la cancelación.

Seguidores y ejecutivos

Lejos de asumir el manido “todo se acaba”, el seguidor dispone ahora de medios a través de los cuales puede mostrar su apoyo a una serie. En 2008, los seguidores de 'Friday Night Lights' enviaron bombillas a la NBC para pedir la continuación de la producción. Ahora, a través de la red, se organizan páginas en las que recoger firmas, se crean foros y se convoca a los seguidores a pelear un lugar entre los temas del momento en las redes sociales. Unas campañas que luchan contra el poder de decisión de las cadenas y tratan de ofrecer a la serie la oportunidad que no tuvo. Que algunas veces funciona, pero la mayoría de ellas no.

Cuando se trata de desenterrar una producción, en la mayoría de los casos, más que alargar su vida, tienen otras motivaciones. Y si los fans sueñan con volver a escuchar la sintonía de su serie favorita, los ejecutivos aspiran a ser aquellos que hicieron posible el regreso de la mítica producción de turno. Si además saben que los medios de comunicación y los seriéfilos nunca hacen ascos a un regreso con solera, aunque solo sea para criticarlo, resulta inevitable no caer en la tentación de recuperar alguna serie de éxito que envejecía tranquilamente en el archivo de la cadena. Y para que el interés no desfallezca, siempre quedará la aparición de estrellas invitadas que manejen los vaivenes de la audiencia.

Porque es “nuestra” serie

En este juego de intereses comerciales e irracionales deseos, también tenemos un papel los amantes de la ficción televisiva, que además de seguir con desmedido interés las idas y venidas de la posible resurrección de una producción, proponemos en las redes, los blogs u otros medios nuestras propias opciones. Porque todos somos susceptibles de sufrir un ataque de melancolía y pensar en los buenos momentos que pasamos frente a la pequeña pantalla, merendando tras el colegio, disfrutando de la producción adolescente del momento o trasnochando para ver la serie de la que todo el mundo hablaba. Y con esos recuerdos, es posible confeccionar una lista que conseguirá despertar momentos evocadores, rescatar producciones que permanecían en el olvido y quizá provocar curiosidad. Porque si los seguidores de 'Los vigilantes de la playa' han encontrado, aunque sea en forma de película, quien escuche sus plegarias, ¿por qué cualquiera de nosotros no?

Si los regresos televisivos quisieran ser, más que un fenómeno televisivo, una serie de televisión que lejos de desvirtuar el producto original lo homenajease, algunas de las producciones más exitosas de los noventa merecerían una oportunidad. Es inevitable pensar aquí en 'Friends', que marcó a toda una generación y sobre la que existen rumores sobre su regreso permanentemente. Porque es irresistible imaginar cómo habrá tratado la vida a esos treintañeros que se despidieron de la audiencia que les acompañó durante una década, justo cuando su vida comenzaba a llenarse de responsabilidades y niños. Con lo que dan de sí las comedias familiares.

Opciones nostálgicas

El devenir de las carreras interpretativas de sus protagonistas me lleva a tener especial curiosidad por otros regresos. Como la posibilidad de recuperar 'Felicity', y con ello la relación que mantenían Keri Russell, a la que ahora podemos ver protagonizando 'The Americans', Scott Speedman, en la reciente adaptación de 'Animal Kingdom', y Scott Foley, que participa en 'Scandal'. O la ocasión de ofrecer a la incomprendida 'Sports Night' la expectación que se merecía. La primera de las tres creaciones metatelevisivas de Aaron Sorkin tuvo como protagonistas a Josh Charles, Felicity Huffman y Peter Krause, que han participado en algunas de las mejores series de los últimos años, como 'The Good Wife', 'Mujeres desesperadas' o 'A dos metros bajo tierra'.

Rebuscando un poco más en la historia de la televisión, siempre es posible encontrar un clásico que es necesario conocer. Ya sea por cuestiones de las compañías de distribución o por la pereza visual del espectador, interesarse por series que tienen más de 20 o 30 años es toda una aventura. Por lo que sería interesante que algunas cadenas optasen por la opción utilizada por History Channel para acercar a 2016 la mítica 'Raíces'. El canal temático recuperó buena parte del guion original, lo adaptó al siglo XXI, le otorgó los medios de hoy en día y un reparto de renombre. Una combinación de factores que algunos encuentran suficiente para justificar la revisión de un clásico que marcó una época. Y de la que seguro que también se podrían beneficiar producciones como 'M.A.S.H.', 'El fugitivo' o 'Canción triste de Hill Street', que para algunos no son más que un vago recuerdo.

Puestos a soñar, lo ideal sería que David Simon, creador de 'The Wire', antes de mostrarnos el mundillo del porno del Nueva York de los setenta, se despertase una mañana preso de un ataque de nostalgia, preguntándose cómo serían ahora, 15 años después, las vidas de McNulty y Bunk, del bueno de Bubbles o del ambicioso de Carcetti. A mí me pasa. Pero, afortunadamente, el genial creador tiene mejores cosas que hacer, y no parece ser de los que se presten a regresar a etapas ya concluidas. Y si lo fuese, el previsible torbellino mediático que despertaría la noticia se llevaría por delante sus deseos de volver a retratar en la pequeña pantalla su querida Baltimore y sus profundos problemas. Afortunadamente, en este caso, los DVD de la serie siguen ahí. Y Simon sigue siendo un hombre cuerdo.