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Emmys 2016: Sin (demasiada) novedad en el frente
Los galardones secundarios sorprenden mientras que los principales mantienen la tradición
Cojamos la ceremonia de los premios Emmy de 2015. Saquemos de la fiesta a ‘Olive Kitteridge’ y su séquito de sobrios personajes. Introduzcamos, de la mano de Ryan Murphy, uno de los momentos más controvertidos de la historia de EEUU, el juicio a O.J.Simpson. Y de paso aprovechemos para rendir cuentas con galardones pendientes, homenajear a señoras que (muy probablemente) no volverán y conceder unos minutos de gloria a aquellos que tanto han trabajado en televisión y tan poco se les ha reconocido.
[Consulte todos los premiados en los Emmy 2016]
Eso es, a grandes rasgos, lo que esta madrugada ha sucedido en la 68ª ceremonia de los premios Emmy. Una edición en la que 'Juego de Tronos' y 'Veep' han reeditado el éxito del año pasado, mientras que la abrumadora ‘The People Vs. O.J. Simpson: American Crime Story’ arrasaba en la categoría de miniseries. Un saqueo de premios que la producción de FX, que no se ha emitido en nuestro país, merece, tanto en las nominaciones técnicas como en las interpretativas.
Los mensajes de la gala
Pero antes de que la miniserie que narra el juicio a la popular estrella deportiva se convirtiese en la dueña del escenario del Kodak Theatre, vimos a Jill Solloway comparar a Donald Trump con Hitler, y a Julia Louis Dreyfuss llorar recordando a su padre fallecido hace un par de días. Y eso que ambas recogían el premio a la mejor dirección y a la mejor actriz principal en la categoría de comedia.
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En un año electoral como es 2016, los discursos de presentadores y premiados no pudieron resistir la tentación de hacer comentarios políticos que, en su mayoría, se dirigían contra el candidato republicano, su muro o su política migratoria. Aunque, curiosamente, el partido estuvo representado en la ceremonia por Jeb Bush, que interpretó a un conductor de Uber con el que Jimmy Kimmel, el presentador, trata de llegar a la gala.
Laverne Cox y Jeffrey Tambor reivindicaron un lugar para los intérpretes transgénero, mientras que Sarah Paulson, Courtney B. Vance y Sterling K. Brown, nominados por ‘The People Vs...’ aprovecharon sus discursos para reivindicar la figura de sus personajes o los hechos que narra la miniserie. Y Jimmy Kimmel recurría, ¡oh, sorpresa!, a chistes sobre Bill Cosby. Eso, cuando no trataba de entretener y alimentar a los asistentes, ayudado por los protagonistas de 'Stranger Things'. Suponemos que Netflix está agradecida por la campaña. Si es que era necesaria.
Cuentas pendientes
El triunfo de ‘The People Vs.’ no estuvo del todo completo porque los académicos creyeron necesario premiar a Susanne Bier, por su trabajo en ’El Infiltrado’ antes que a cualquiera de los tres nominados de la serie de FX. Queda bonito en el palmarés que, como el año pasado, dos de los tres premios de dirección caigan en manos de sendas mujeres. Pero poco más. Y no es que Bier haga mal su trabajo o ‘El infiltrado’ no merezca la pena. Es que el palmarés de ‘The People Vs…’ debería ser redondo.
Pero las verdaderas sorpresas aguardaban en la categoría dramática, premiando a dos ausentes, Maggie Smith y Ben Mendelsohn. La veterana actriz británica cubrió la cuota de mercado necesaria (en Estados Unidos) para ‘Downton Abbey’ mientras que el australiano era reconocido por una temporada en Bloodline en la que luce mucho menos que en la previa. Principalmente porque (ojo spoiler) su personaje está muerto y “vive” a base de flash-backs.
Los reyes continúan
Estas novedades, junto al reconocimiento a Tatiana Maslany y sus múltiples personalidades en ‘Orphan Black’, o los incansables Kate McKinnon (‘SNL’) y Louie Anderson(‘Baskets’) hacen del grupo de intérpretes galardonados un conjunto lleno de nuevas caras. A las que merecidamente se sumó Rami Malek, por su papel del revolucionario Elliot Anderson en ‘Mr. Robot’. Pero esta novedosa cuadrilla contrasta claramente con el palmarés principal, y el titular de la ceremonia: ‘Juego de Tronos’ y ‘Veep’ continúan reinando en la ficción televisiva.
HBO, que vive inmersa en un mar de dudas respecto a su futuro, tendrá que colocar dentro de unas horas veintidós nuevos premios en sus oficinas. Doce de ellos corresponden a la niña de sus ojos, ‘Juego de Tronos’ que suma un total de 38 galardones y se convierte en la serie más premiada de la historia de los Emmys. La misma que quizá, no llegue a competir en la próxima edición de los galardones, ya que está previsto que el estreno de la séptima temporada se retrase hasta el verano de 2017.
Evitar que la presidenta televisiva por antonomasia siga en el poder, o que la comedia política continúe siendo la mejor, parece más complicado. Porque ni siquiera la ausencia de su creador inicial, Armando Ianucci, le ha pasado factura y la realidad parece estar de su lado. Aunque la temporada que queda por delante es, afortunadamente, muy larga.
Cojamos la ceremonia de los premios Emmy de 2015. Saquemos de la fiesta a ‘Olive Kitteridge’ y su séquito de sobrios personajes. Introduzcamos, de la mano de Ryan Murphy, uno de los momentos más controvertidos de la historia de EEUU, el juicio a O.J.Simpson. Y de paso aprovechemos para rendir cuentas con galardones pendientes, homenajear a señoras que (muy probablemente) no volverán y conceder unos minutos de gloria a aquellos que tanto han trabajado en televisión y tan poco se les ha reconocido.
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