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'Las escalofriantes aventuras de Sabrina': Netflix ya tiene serie para celebrar Halloween
Kiernan Shipka, conocida por su papel en 'Mad Men', protagoniza esta revisión del personaje clásico de los cómics de Archie
La ficción norteamericana tiene citas anuales que no puede obviar. Son muchas las series que, a lo largo de sus temporadas, apuestan por temáticas relacionadas con sus emisiones y entre sus tramas incluyen celebraciones ineludibles en el calendario estadounidense. El 4 de julio, San Valentín, Acción de Gracias o la Navidad son algunos de los festejos que se incluyen en las tramas de innumerables producciones que, por supuesto, tampoco faltan a la cita anual con los muertos, Halloween.
Propia de la cultura anglosajona, esta celebración que poco a poco se cuela en el calendario español es una oportunidad creativa sin igual para los guionistas de ficción. Disfraces, azúcar a mansalva y fiestas acompañadas de alcohol ofrecen la posibilidad de vestir a los protagonistas más serios con los disfraces más ridículos. De componer imágenes llenas de nostalgia y mitología, juntando los personajes más inesperados. O de apelar al componente místico, y ofrecer al espectador un episodio lleno de suspense, misterio y fantasmas.
En esta cita marcada por el negro y el naranja, muchos aprovechan para disfrutar de sus propios maratones temáticos, ya sea gracias a la programación que emiten las propias cadenas o por las posibilidades que ofrecen las plataformas de streaming. En Netflix acostumbran a facilitar la búsqueda, y durante las fechas próximas al 31 de octubre cuentan con un apartado dedicado a Halloween. La próxima Noche de los Muertos, por primera vez en cinco años y sin tener en cuenta la discreta 'Hemlock Grove', la compañía podrá ofrecer sus primeras producciones propias ideales para tan particular festejo. 'La maldición de Hill House', estrenada el 12 de octubre, para los espectadores que apuesten por el terror y 'Las escalofriantes aventuras de Sabrina', que llega el viernes a la plataforma, para aquellos que prefieran la vertiente oscura y espiritual de la cita. Con sus brujas de andar por casa, sus gatos negros y sus inoportunas apariciones.
Mientras que la primera se encontrará como espectadores como yo, que debaten interiormente si tienen la valentía suficiente de sentarse frente a la historia de los Crain, la segunda es una opción mucho más "halloweniana". No en vano arranca por esas fechas, se desarrolla en Greendale, donde según su protagonista "siempre parece Halloween" y el personaje de los cómics de Archie, celebra su cumpleaños en la Noche de las Brujas. Pero la serie protagonizada por Kiernan Shipka ('Mad Men') es una versión de la historia mucho más oscura que la que Melissa Joan Hart llevó a la pequeña pantalla en los años 90. Una propuesta que se ajusta como anillo al dedo a la cita a base de una marcada estética cómic, un drama juvenil oscuro y mágico y una protagonista con personalidad.
Mitad bruja, mitad mortal
'Las escalofriantes aventuras de Sabrina' es la serie que le va a permitir a Kiernan Shipka dejar de ser "la hija de Don Draper en 'Mad Men". Esa criatura "nacida para molestar" es ahora una adolescente que debe escoger entre el mundo real, con sus amigos, o el mundo de las brujas, con su familia y su sangre. Y Shipka resuelve el reto de protagonizar su primera serie con acierto, construyendo un personaje inolvidable e insisto, muy alejado del último referente que tenemos de Sabrina Spellman, el de 'Sabrina, cosas de brujas'.
Porque si la producción de los 90 era una sitcom, la creación de Aguirre-Sacasa es un thriller juvenil supernatural con una estética muy marcada y no apto para todos los públicos. La joven estudiante de Baxter High, uno de los institutos más oscuros de la ficción televisiva, es feliz con su vida en Greendale pero ya tiene edad para asistir a la Academia de las Artes Invisibles, tal y como se espera de la hija de un brujo. Sin embargo, la herencia mortal de su madre, y su desarrollo como una de ellos, con sus amistades, su novio y su rutina a la luz del día, le harán dudar sobre su verdadero destino.
El apuesto Harvey Kinkle es uno de los encargados de ponérselo difícil a Sabrina, su novia. Encantador y comprensivo, el joven se desvive por celebrar de una manera especial el decimosexto cumpleaños de su chica. Lo que Harvey ignora es que esa noche Sabrina tiene planes que no puede posponer. Un bautizo, el suyo, en medio de un aquelarre de brujas, programado por el mismísimo Satán.
La familia Spellman, y otras amenazas
A pesar de la entidad del anfitrión la cita no saldrá como estaba previsto, y Sabrina alargará un poco más su lucha interna. Mientras tanto no le faltarán razones para decantar la balanza de uno u otro lado. Su parte mortal adora ir al cine con su grupo de amigas, pasear por el bosque agarrado de la mano de Harvey o emprender nuevos proyectos en el instituto. Su vertiente bruja le permite enfrentarse con valentía a los espíritus que le acechan y desea aprender más sobre conjuros y hechizos. Enseñanzas que, a falta de su entrada en la Academia, espera que le proporcionen Zelda y Hilda Spellman, sus tías.
Devotas del Señor Oscuro y acostumbradas a matarse (literalmente) entre ellas, las tías de Sabrina son sus tutoras desde la muerte de sus padres en un accidente de tráfico. La primera, Zelda, es una mujer severa, que desea intensamente que la joven se bautice y empiece su formación reglada como bruja. La segunda, Hilda, es una mujer amorosa y maternal, que no puede evitar contarle a su sobrina los inconvenientes de formar parte del particular mundo de la brujería. Para mediar entre todas ellas está Ambrose, el primo de Sabrina al que la joven recurrirá cuando sus primeras experiencias con el lado oscuro se tuerzan. A pesar de que la prohibición de salir de casa que le impuso el Consejo de Brujos no le permita llegar demasiado lejos.
Porque la joven, además de lidiar con sus dudas también deberá enfrentarse a las fuerzas seguidoras del Mal que quieren ayudarle a tomar la decisión. Madam Satan, enviada por el mismísimo señor Oscuro en una operación encubierta, anima a la joven a salirse de lo establecido poseyendo el cuerpo de la Sra. Wardell. La profesora favorita de Sabrina y su mentora. Pero Belcebú también tendrá un enviado oficial en la misión de captar a la joven, el padre Blackwood, Decano de la Academia de las Artes Invisibles. Un lugar en el que algunas preparan la más terrorífica de las bienvenidas para una mestiza a la que no tardan en invitar a quedarse "con los de tu raza. No querrás que te pase lo mismo que a tus padres."
Hermana de 'Riverdale'
Con una primera entrega compuesta por diez episodios, y una segunda temporada confirmada, 'Las escalofriantes aventuras de Sabrina' es la producción teen de terror que Netflix necesitaba para seguir seduciendo a sus abonados más jóvenes. Pero también es una interesante apuesta por el género sobrenatural con aires de novela gráfica que firma un creador que ya es un especialista en la materia, Roberto Aguirre-Sacasa, padre de la exitosa 'Riverdale' (Movistar +). Menos frívola (en mi opinión) que su predecesora, 'Las escalofriantes aventuras de Sabrina' trata de equilibrar el drama, el humor y los conflictos de la adolescencia moderna, con la oscuridad y las amenazas propias de la brujería. Y para ello construye sin descanso un universo en el que no faltan las vísceras, los cadáveres y algo de humor negro.
El reto de llegar al espectador queda en manos de un personaje que pelea, pero que también tiene miedo. Una joven con personalidad, en una Shipka notable, que no tarda en ganarse a la audiencia demostrando que es la mejor de las amigas cuando es necesario. Pero también es capaz de desobedecer a alguna de sus tías cuando lo cree necesario. Feminista y luchadora, la joven Sabrina es la curiosa aspirante a bruja que la ficción televisiva del siglo XXI, y Netflix, necesitaban. Lo primero, porque alguien tenía que coger el testigo de Buffy, y traerlo a nuestra época. Lo segundo, porque la compañía podrá contar durante años con su particular "serie de Halloween". Y no es una producción cualquiera. Es la serie de la escalofriante Sabrina Spellman. Aunque eso lo hayamos perdido en la traducción.
La ficción norteamericana tiene citas anuales que no puede obviar. Son muchas las series que, a lo largo de sus temporadas, apuestan por temáticas relacionadas con sus emisiones y entre sus tramas incluyen celebraciones ineludibles en el calendario estadounidense. El 4 de julio, San Valentín, Acción de Gracias o la Navidad son algunos de los festejos que se incluyen en las tramas de innumerables producciones que, por supuesto, tampoco faltan a la cita anual con los muertos, Halloween.