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Viva el matrimonio gay, dice un niño de diez años
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Esteban Hernández

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Esteban Hernández

Viva el matrimonio gay, dice un niño de diez años

“Al igual que el presidente Obama, creo que todo el mundo debería tener el derecho de casarse con quien quiera. El matrimonio tiene que ver con

Son palabras de Kameron Slade, un escolar de diez años, pronunciadas en el Ayuntamiento de Nueva York. Kameron redactó este discurso para una competición de debate estudiantil de un colegio en Queens, pero el director de la institución educativa juzgó poco adecuado el tema y prohibió su intervención.

Sin embargo, un vídeo de Kameron leyendo el discurso prohibido fue colgado en YouTube, donde alcanzó rápidamente elevadas cuotas de popularidad. Sus 600.000 visitas lograron reformular el asunto, ahora entendido como una causa que trascendía los límites de un tema concreto, como era el matrimonio homosexual, para alcanzar extremos relacionados con preceptos constitucionales, como la libertad de expresión. ¿Se debía prohibir que un chico pudiera opinar sobre un tema determinado? ¿No había una intencionalidad política detrás de esa negativa que atentaba contra los derechos contemplados en una constitución marcadamente liberal? ¿Había temas que no debían ser tratados en público? 

En él, además de abogar por el matrimonio homosexual, contó alguna experiencia personal con una pareja de lesbianas amigas de su madre, de la que subrayó que “esta familia parecía como cualquier otra. Son felices, y lo mejor de todo, parecían quererse mucho. La única diferencia era que en la pareja había dos madres en lugar de un padre y una madre”.

La intervención de Kameron ha desatado todo tipo de debates en la sociedad americana, principalmente causados por la edad del niño. ¿Puede un chaval de diez  años tener una idea tan precisa de un tema complejo, o fue la madre de Kameron, partidaria de este tipo de matrimonios, la que utilizó a su hijo para propagar sus ideas? ¿No estamos ante una cuestión puramente política que ha aprovechado la pequeña anécdota del menor para atizar el fuego demócrata? No hay que olvidar que este año hay elecciones en EE.UU. y que, en esta campaña permanente en que se ha convertido la política, el tema de los asuntos culturales es una de las armas más frecuentes que los partidos agitan. En tanto las políticas económicas de las formaciones mayoritarias son muy similares, las grandes diferencias se visibilizan en asuntos como este de los matrimonios gays. De modo que, como algunos comentaristas plantean, quizá el discurso de Kameron no sea más que una provocación instrumentalizada por los demócratas, que no vacilan en utilizar a niños para sus propósitos. O quizá, como sugieren los progresistas, la intervención de Kameron fuese prohibida exclusivamente por su toma de postura. Quizá si hubiera alegado a favor del matrimonio tradicional y en contra de las uniones de las personas del mismo sexo no hubiera tenido ningún problema… En todo caso, plantear este asunto desde lo estrictamente político evite la cuestión principal, como es la de si un niño debe ser públicamente expuesto a tan corta edad.

Son palabras de Kameron Slade, un escolar de diez años, pronunciadas en el Ayuntamiento de Nueva York. Kameron redactó este discurso para una competición de debate estudiantil de un colegio en Queens, pero el director de la institución educativa juzgó poco adecuado el tema y prohibió su intervención.