Los Punsetes: “La idea de que se puede vivir de los conciertos es pensamiento mágico”

Los grupos disfuncionales se complican la vida, pero casi siempre son los mejores. Los Punsetes son cinco –Ariadna (voz), Jorge (guitarra), Manu (guitarra), Gonzalo (bajo) y Chema (batería)–, son de Madrid, y se pasan el día discutiendo. Ni siquiera lograron el consenso para dar título a su tercer disco, Una montaña es una montaña (Everlasting Records), que presentan hoy en Madrid. El nombre está prestado del libro Silencio de John Cage ­­–que da título a una canción del álbum–. A Gonzalo le parece “ridículo” pero, como me recuerdan el resto de los componentes, siempre pierde en las votaciones. Y eso que, según él, tiene las ideas más inteligentes.

A la hora de escoger productor para su tercer trabajo tampoco estaba la cosa nada clara. Jorge propuso decírselo a Pablo Díaz-Reixa, más conocido como "El Guincho" ­–un músico canario que practica un pop de cariz electrónico e influencias tropicales­–, pero Gonzalo tenía miedo: “Los discos que ha hecho me gustan, pero de primeras me dices El Guincho y pienso lo que ha pensado todo el mundo, que iba a llegar, iba a meter las zumbadoras o lo que fuera y la íbamos a joder”. Finalmente todos han quedados contentos con el resultado y no es para menos, suena contundente, los arreglos están más trabajados ­–a destacar la inclusión de adornos con sintetizadores– y es 100% Punsetes: siguen siendo oscuros y no han dado concesiones a la accesibilidad.

Pop glacial y visceral

¿Son Los Punsetes la última barrera del pop malcarado? Gonzalo es claro al respecto: “No puede surgir nada más accesible o amable, sólo hay que ver como somos, estamos todo el rato llevándonos la contraria. Sería algo absolutamente falso. Otros lo hacen y anteponen su imagen a lo que realmente son. Vamos por un camino porque no podemos ir por otro. A lo mejor Ariadna tendría que tocar las castañuelas y nosotros deberíamos dejar de mirar al suelo”.

Hay una cierta obsesión por que los músicos tengan algo interesante que decir sobre cualquier cosaLas letras de Los Punsetes, pese a su carácter oscuro y arisco, siguen teniendo una temática principal y, por extraño que parezca, es el amor. Chema lo reconoce: “En el fondo casi todo, ya sea por ausencia o presencia todo trata de lo mismo”. En el último disco hay una canción llamada Tecnócratas, que sugiere algún tipo de contenido político, algo que niegan. “La gente se ha empeñado en darle un contenido político que no es tal”, explica Ariadna. De hecho, por sistema, Los Punsetes huyen del contenido social y político. La razón, tal como explica Chema, es que no quieren dar lecciones a nadie, ni se sienten capacitados: “Hay una cierta obsesión por que los músicos tengan algo interesante que decir sobre cualquier cosa, cuando igual somos todos una panda de ignorantes de mucho cuidado. Caer en el estereotipo facilón, en el cliché cutre, a mi me da muchísimo pudor. Me parece más honesto hacer canciones de cosas que te mueven por dentro, aunque hablen de albañilería o trabajos manuales.”