Llevo dos semanas con fiebre y malestar, ¿puedo tener la enfermedad del beso?

Mi hija lleva varios días con fiebre y me han dicho que podría tener la enfermedad del beso. ¿Qué es y qué síntomas tiene?

La mononucleosis infecciosa, popularmente conocida como la enfermedad del beso, es una infección vírica causada por el virus de Epstein-Barr (VEB), que pertenece a la familia del virus del herpes. Los escolares, adolescentes y adultos jóvenes son los más vulnerables a esta infección, que suele tener una duración corta. La fase inicial suele durar entre una o dos semanas, en forma de malestar general, dolor de cabeza, dolores musculares y síntomas parecidos a los de una gripe. A partir de entonces, se desarrollan las manifestaciones clínicas típicas, que son el dolor de garganta, motivado por la inflamación de las amígdalas, la fiebre y la fatigabilidad, a la que suelen unirse una erupción cutánea transitoria, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos, aumento del bazo y en ocasiones del hígado.

¿Cómo se sabe si tienes la enfermedad del beso y cómo se contagia?

El VEB se transmite de persona a persona mediante el intercambio de saliva. Dar un beso es una de las formas más frecuentes de transmitirlo, pero también se puede transmitir al beber del mismo vaso, compartir comida e, incluso, a través de gotitas transportadas por el aire. Las personas son contagiosas mientras tengan síntomas y el periodo de la incubación de la mononucleosis es de entre 10 y 50 días. El diagnóstico se realiza, sobre todo, según los síntomas que presenta el paciente y, a veces, con muestras de sangre y una muestra de la capa blanca que aparece en la garganta.

Me han diagnosticado mononucleosis, pero me han dicho que no hay tratamiento, ¿es cierto?

No existe ningún tratamiento eficaz frente al VEB, por lo que el objetivo será aliviar los síntomas. Para ello, se recomienda beber abundante líquido y un tratamiento antitérmico tipo Paracetamol, al igual que en cualquier otro proceso febril. Se aconseja reposo relativo debido a la fatiga y la fiebre, además de reanudar lentamente las actividades físicas. De media se debe esperar unas cuatro semanas para realizar actividades que supongan un esfuerzo físico excesivo, por el riesgo de rotura del bazo en caso de que esté inflamado. Al mismo tiempo, si alguien de su entorno padece mononucleosis, es importante aumentar la prevención, no compartir utensilios personales que puedan fomentar el intercambio de saliva, mantener la higiene lavando las manos con frecuencia y usar jabones antibacteriales. La mononucleosis suele durar entre dos y cuatro semanas y se resuelve sin complicaciones. En un porcentaje mínimo (5%), puede durar más y aparecer complicaciones (neurológicas, respiratorias, etcétera). Una vez contagiada la enfermedad, la persona se volverá inmune a ella para el resto de su vida.