"No te odio a ti, sino a lo que representas": por qué tiraron huevos al juez del OT inglés

Aunque muchos lo pensaron cuando lo vieron en la pequeña pantalla, no figuraba en el guión. El pasado sábado, durante la emisión en directo de la final de este año de Britain’s Got Talent, el equivalente inglés a nuestro Operación Triunfo, el presentador del programa, Simon Cowell, fue objeto de una lluvia de huevos. Una mujer se había levantado de su asiento y arrojado dichos alimentos al presentador, a la sazón directivo de la compañía musical Sony. Esto tuvo lugar durante la actuación de los hermanos Adam y Richard Johnson, que se encontraban interpretando una versión de «The Impossible Dream», popularizada por Elvis Presley o Andy Williams. 13,1 millones de personas asistieron al boicot de la actuación en directo. ¿Por qué querría nadie sabotear un programa así, y de una forma tan planificada? ¿Por denunciar su funcionamiento, por simple odio hacia el presentador, por un ataque de celos…?

Como cabía esperar, la culpable fue detenida inmediatamente por los cuerpos de seguridad del programa, y Cowell respondió con un puñado de tweets en los que simplemente afirmaba “no me gustan los huevos” o “no creo que se deban permitir huevos en programas de talentos. ¿Qué opináis?” La única información proporcionada por la cadena ITV (Independent Television) es que podía tratarse de una integrante de un cuarteto que musical que no había conseguido llegar a la final. En definitiva, se trataba de poco más que una anécdota que pronto pasaría a engrosar la lista de los millones de vídeos que se suben cada día a la red. 

Una denuncia de la industria musical

Todo habría quedado en una mera curiosidad hasta que la cadena desveló la auténtica identidad de la lanzadora de huevos, que en realidad no era parte del público sino que procedía del escenario. Se trataba de la violista Natalie Holt, de 30 años, que “era parte del grupo de acompañamiento de la actuación, y a causa de su comportamiento equivocado se tuvo que recurrir a la policía”, aunque la televisión decidió no denunciarla. Por su parte, Holt publicó un breve comunicado en el que pedía perdón a los dos cantantes por “ensombrecer su actuación. Nunca había hecho antes algo semejante y a posteriori me he dado cuenta de que fue una estupidez”. Sin embargo, Holt ha explicado con todo lujo de detalles en una columna en The Guardian lo que le llevó a plantarse en el plató de ITV con un puñado de huevos y llevar a cabo lo que ella considera su “pequeño acto de protesta”.

Este tipo de programas no son la manera correcta de descubrir a los nuevos Beatles“Cowell tiene demasiado poder e influencia en el mundo del entretenimiento”, explicó la música. “También quería que por un momento pareciese un poco estúpido. Esperaba que se entendiese como una broma tipo pantomima, que al mismo tiempo pudiese generar un debate más serio”. En definitiva, la teoría de que detrás de la actuación se encontraba una denuncia de la nueva industria musical que este tipo de programas han contribuido a rediseñar estaba acertada. La intérprete aclaraba que no es que odiase a Cowell como persona, sino “todo lo que representa”.

“Este tipo de programas no son la manera correcta de descubrir a los nuevos Beatles o de educar a los nuevos talentos musicales. Las únicas personas que parecen beneficiarse de ello son los jueces”. Holt explica que ella había estudiado en instituciones musicales que, al contrario de lo que ocurren con este tipo de espectáculos televisivos, “no explotan el talento sino que lo educan”. Para ella, programas como Britain’s Got Talent acaban con las oportunidades que tienen los músicos para establecer carreras musicales a largo plazo. Por esa razón, reconocía que había recibido las felicitaciones y agradecimientos de un gran número de músicos que preferían permanecer en el anonimato, ya que “todo el mundo tiene miedo de enfrentarse a alguien como Cowell”. Holt reconoce que su actuación puede tener serias consecuencias para su carrera, como le han advertido diversos agentes; sin embargo, agradece al presentador no haber presentado cargos contra ella. Desde luego, lo que nadie puede negar es que Holt ha conseguido reabrir un debate que parecía estar cerrado desde hace años.