La insoportable relación con el poder: las 5 causas del divorcio de una primera dama

¿Subir a lo más alto de la pirámide del poder implica dejar de lado a tu familia? En el caso del expresidente francés, Nicolas Sarkozy, “no hay absolutamente ninguna duda”, según aseguraba a El Confidencial el director de cine Xavier Durringerdurante el preestreno de su filme De Nicolas a Sarkozy, en el que documentó ampliamente la vida del político galo o, mejor dicho, del reality show en elque intencionadamente convirtió su existencia. Una tesis que ahora ha confirmado la mayor damnificada por las ansias de poder de Sarkozy, su ex mujer Cecilia Attias, y que profundiza en unas memorias que saldrán a la luz el próximo 9 de octubre en Francia.

La intimidad conyugal con un político que aspira a regir los designios de un país no existe. La línea de separación entre vida pública y la privada se esfuma hasta el punto de “sobrepasar unos límites que convierten tu vida en un serial hasta acabar perdiendo a los tuyos”. Esto es lo que le ocurrió a Cecilia, que acabó dejando a su marido por otro hombre (Richard Attias) el mismo día en el que se convirtió en presidente.

En una entrevista concedida a la edición francesa de la revista Elle, y publicada en toda su extensión en el último número de Le Point, Attias anticipa en forma de píldoras algunos de sus secretos de alcobamejor guardados. Confidencias “sustanciales” que visualizan la insoportable relación con el poder y que apuntan las causas del deterioro de su matrimonio con Sarkozy.

1.- Te conviertes en diana fácil para recibir dardos que “sí duelen”. Los ataques políticos y mediáticos a una primera dama con la intención de desacreditarla políticamente, acaban mellando psíquicamente. “Yo siempre he encajado los golpes sin abrir la boca para quejarme, pero contrariamente a la imagen exterior que daba, la herida iba por dentro y dolía”, explica en la entrevista. Cuando se es una primera dama no hay tiempo para dejar supurar las heridas.

2.- Tu marido deja de ser un amigo para convertirse en un extraño. “No me separé por rebeldía”, ni tampoco fue una decisión que se podría considerar “valiente”, aunque Attias dice ser consciente de que mucha gente “haría cualquier cosa por el poder y el dinero”, incluso divorciarse de sus maridos para ser primeras damas como ella. Su decisión, asegura, fue un proceso casi natural debido a la cortina de separación que el cargo presidencial levantó entre ambos.

3.- Eres un monigote, y cada vez que sales a la calle tienes que figurar para los fotógrafos. “Cuando eres la mujer de un futuro jefe de Estado los fotógrafos te tratan como un monigote. Esa era una de las cosas que peor llevaba”. Sus hijos tampoco se libraban de este sufrimiento, asegura. El recelo de Attias a permanecer continuamente bajo el foco mediático la llevó a no acudir a votar a la segunda vuelta de las presidenciales. Una decisión a la que también contribuyeron las dudas que ya la acechaban “sobre si aún quería a mi pareja. “Debería haberlo hecho”, responde al periodista ante la pregunta de por qué no acompañó a su marido a votar, a lo que añade: “Pero no pude”. Su retiro vacacional con sus hijos después de la victoria presidencial “fue una decisión de Nicolas para mantenernos alejados de los fotógrafos”.

4.- Convives con un mentiroso (a veces, porque defiende secretos de Estado). Primero se comienza por las medias verdades y poco a poco se va pasando a la mentira hasta que la confianza mutua desaparece por completo. La agenda de un presidente y el verdadero trasfondo de sus acciones políticas no siempre tienen la total transparencia que le gustaría a una primera dama. Más aún en el caso de Attias que siempre quiso ir más allá y veía las ambiciones políticas de su marido como “un proyecto conjunto” y con el que coincidía ideológicamente. Sin embargo, la forma engañosa de abordar cuestiones como la crisis de las enfermeras búlgaras en Libia,una gestión diplomática en la que quiso participar personalmente Attias, acabaron mellando la confianzaen su marido.

5.- Tienes que traicionar tus principios por un puñado de votos.Attias siempre creyó en el proyecto político de su marido, con el que coincidía ideológicamente, y con el que se comprometió desde un principio. Quizá por ello, una de las cuestiones que más critica en el libro es “el proceso de derechización” de Sarkozy para captar votantes de extremaderecha. Una traición para ella y su partido: “Unas elecciones se ganan dirigiéndose al centro”, y así lo pensaban ambos o, al menos, eso era lo que le decía su marido mientras por detrás hacia otra cosa diferente. Definitivamente, la ingeniería política daña gravemente las relaciones matrimoniales, aunque habrá que esperar a la publicación del libro para entender en profundidad “la verdad” de la exprimera dama francesa.