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Las tres preguntas que debes hacerte para encontrar tu vocación vital
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Miguel Ayuso

Empecemos por los principios

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Miguel Ayuso

Las tres preguntas que debes hacerte para encontrar tu vocación vital

Todos soñamos con alcanzar alguna meta concreta antes de dejar este mundo, pero a la mayoría nos parece inalcanzable, por falta de recursos o tiempo

Foto: Encontrar un objetivo vital no es siempre sencillo, pero siempre acaba apareciendo. (Corbis)
Encontrar un objetivo vital no es siempre sencillo, pero siempre acaba apareciendo. (Corbis)

La doctora estadounidense Susan Biali trabajaba como médico de cabecera en una clínica. Aunque siempre le interesó la salud, se dio cuenta de que el trabajo de consulta no le llenaba. “Me aterraba ser el bicho raro que no tenía un propósito en la vida, y no sabía por qué no lo encontraba”, explica Bialia en una entrada de su blog.

Ahora el sentido de su vida es ayudar a otros a encontrar su camino: dejó la clínica para dedicarse al coaching y escribir libros de autoayuda. No es el primer profesional de la medicina que abandona la práctica ambulatoria para dedicarse a dar charlas y escribir libros (en España, Mario Alonso Puig es un buen ejemplo), pero en su círculo, cuenta Biali, muchos creían que su decisión era una insensatez.

La vocación puede encontrarse en cosas que parecen poco ambiciosas, pero que son igual de valiosas

“Nuestra sociedad tiene unas ideas muy específicas sobre qué vocaciones son dignas y adecuadas y cuáles pueden confundir y distraer”, asegura Biali. “Cuando empecé a decirle a la gente que quería ser una educadora de la salud y el bienestar, y bailarina, en vez de una doctora normal la gente me respondió con críticas para que me sintiera culpable. Una persona me acusó incluso de robarle al gobierno, que había contribuido a financiar mi educación”.

Dando un sentido a la vida

Para Biali, debemos tener claro que “tiene que haber gente para todo”, y ninguna vocación es peor que otra. Mucha gente no encuentra una meta vital porque piensa que debe encontrar algo grande que llene sus vidas, cuando, a veces, la vocación puede encontrarse en cosas que parecen poco ambiciosas, pero que son igual de valiosas.

Aunque tener una meta en la vida es uno de los requisitos indispensables para ser feliz, no tenemos que volvernos locos buscándola: lo habitual es que aparezca sola. Simplemente, debemos saber ver más allá de lo que nos dicta la sociedad. En opinión de Biali, hay tres preguntas esenciales que debemos hacernos para saber cuál es, o debe ser, nuestro propósito vital.

1. ¿Qué es lo que más te gusta, aquello que harías aunque no te pagaran por ello?

El trabajo con el que te ganas la vida no siempre está relacionado con tu verdadera vocación. Y eso es siempre un problema. Lo cierto es que la mayor parte del tiempo nos la pasamos en el trabajo, y si no hacemos algo que nos gusta, no seremos felices. ¿Qué te gustaría hacer sin importar lo que te dieran a cambio? Quizás deberías dedicar más tiempo a esa actividad que te llena, ya sea tocar un instrumento, patinar, o tejer bufandas.

2. ¿En qué asunto dice la gente que eres bueno?

Aunque no debemos hacer algo sólo por lo que nos diga la gente, tampoco podemos ignorar por completo lo que opinan los que nos rodean de aquello que hacemos. Todos sabemos en qué asuntos nuestros amigos son particularmente brillantes, y así como es buena idea animarles a que dediquen más tiempo a esas actividades, nosotros debemos hacerles caso en lo que respecta a nuestras cualidades.

3. ¿Qué te gustaría experimentar, hacer o lograr, antes de morir?

Todos soñamos con cumplir un sueño concreto antes de dejar este mundo, pero a la mayoría nos parece algo inalcanzable porque creemos que no contamos con el tiempo o los recursos necesarios. Biali confiesa que su objetivo vital era escribir un libro, y al final lo logró con la publicación de Live a Life You Love: 7 Steps to a Healthier, Happier, More Passionate You.

Tras leer estas preguntas puedes pensar que no tienes una respuesta adecuada para cada una de ellas. Y es natural. “No te preocupes si todavía no tienes una contestación”, asegura Biali. “Sigue haciéndote la pregunta, y mantén los ojos abiertos en busca de las pistas que aparecerán en el camino. La respuesta aparecerá en el momento adecuado. Te lo prometo”. 

La doctora estadounidense Susan Biali trabajaba como médico de cabecera en una clínica. Aunque siempre le interesó la salud, se dio cuenta de que el trabajo de consulta no le llenaba. “Me aterraba ser el bicho raro que no tenía un propósito en la vida, y no sabía por qué no lo encontraba”, explica Bialia en una entrada de su blog.