¿Es España un país transparente?

¿Es posible un país donde la transparencia de las administraciones sea total? ¿Cómo aumentar el nivel de comprensión de los datos?

En el Laboratorio de El Confidencial hemos tenido una agradable charla sobre transparencia y diseño con Sergio Álvarez Leiva (Chief Product Officer at CartoDB), Jorge Gómez Sancha (Product Managment en Populate), David Cabo (Director y Cofundador de Civio) y César Astudillo (Managing Partner en Designit).

Nuestros cuatro entrevistados forman parte de la mesa redonda sobre la Ley de Transparencia que se celebrará en la 3ª Edición del Encuentro Nacional de diseño de experiencias e innovación Experience Fighters los días 11 y 12 de Mayo organizado por Diga-33!, Inusual y Unexpendables.

Pregunta: ¿Existe la cultura de la transparencia en España?

Jorge Gómez Sancha: En mi opinión no hay mucha cultura de la transparencia en nuestro país pero los escándalos de corrupción son tan numerosos que muchos ciudadanos entienden que la transparencia puede ser una herramienta importante.

Sin embargo, creo que primero tenemos que llegar a un mínimo nivel de transparencia que todavía no hemos alcanzado. Por otro lado, es complicado establecer una relación total entre corrupción y transparencia porque hay estudios que demuestran que no necesariamente los países más transparentes son los menos corruptos. España tiene una democracia muy joven y la exigencia ciudadana por la transparencia está en las primeras etapas.

David Cabo: En Civio llevamos trabajando por la transparencia desde 2012, aunque personalmente ya había trabajado en esta línea en otras organizaciones. Nosotros lo que nos hemos encontrado es mucho desconocimiento por todas partes. La administración está acostumbrada a trabajar de espaldas al ciudadano, lo que te encuentras cuando pides información antes y después de la ley es incluso desprecio a quienes piden información.

El interés de los medios por la ley de transparencia ha sido muy aislado e irregular. Esto se puede deber a que muchos periodistas están más acostumbrados al trabajo con fuentes que al basado en solicitudes de información a las administraciones públicas. Si es cierto que esta situación está cambiando, tanto en algunas redacciones como desde el ámbito educativo con un buen número de cursos y Másters especializados.

Desde el lado de la ciudadanía la gran mayoría desconocen los instrumentos que pueden utilizar para demandar su derecho a saber. Además, el Gobierno ha aprovechado esta ignorancia para mover el debate de la transparencia a temas más mundanos como conocer el sueldo de un alcalde. En Civio somos muy críticos con esto porque consideramos que la transparencia es un mecanismo que debería abrir la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones importantes para sus vidas y no un simple instrumento para conocer lo que cobran determinados políticos. Queda mucho trabajo por hacer respecto a otros países porque como ciudadano nadie te ha explicado que tienes derecho a preguntar a las instituciones.

Sergio Leiva: Estoy completamente de acuerdo con David, sin embargo creo que existe una segregación enorme entre la gente que entiende sobre transparencia y el resto de los ciudadanos. No hemos conseguido dar con el gatillo que cambie esa parte de la cultura.

P. Todos los partidos llevan en sus programas electorales la palabra transparencia ¿Cambiará algo respecto a esta materia después de las elecciones?

D. Todo dependerá de la composición del Parlamento porque todos los partidos prometen muchas cosas en campaña. Por ejemplo, el PSOE llevó durante las dos campañas con Zapatero la promesa de aprobar una ley de transparencia y no lo hizo.

Por su parte, el PP ha aprobado una ley de transparencia que llevaba en su programa pero acotada y alejada de las mejores leyes de otros países en esta materia. Posiblemente si el Gobierno es más fuerte que el Parlamento no mejorarán los estándares de transparencia en España

J. Creo que sería un suicidio político no poner en tu programa que vas a apostar por la transparencia. Pero al final, una cosa que está ocurriendo con este tema es que hay una gran distancia entre la transparencia que los partidos exponen y la transparencia que los ciudadanos necesitan. Todos los partidos y administraciones publican datos en muchas ocasiones inconexos y descontextualizados por lo que el reto es subir la transparencia neta, es decir como subir el nivel de comprensión por parte de los ciudadanos de los datos que se están publicando.

P. ¿Existen rankings cuantitativos y cualitativos para medir la transparencia?

D. Sí, por ejemplo a nivel internacional existe un ranking que mide la calidad de las leyes de transparencia basándose en una serie de criterios como el tipo de información incluida, la independencia de los organismos de control y los procesos para llevar a cabo la solicitud de información por parte del ciudadano. Respecto a este ranking la ley de transparencia en España sale muy mal parada siendo de las peores de Europa y por detrás de muchos países de África. Es curioso como las leyes de transparencia en Europa del Este tienen más calidad que la aprobada en España. Esto se debe a que las instituciones europeas exigieron una serie de requisitos respecto a transparencia para la entrada de estos países en UE.

No obstante, en Civio somos bastante críticos con estos rankings porque muchas veces se quedan en la superficie. Transparencia no es que el correo del alcalde se encuentre en la web del ayuntamiento. Las métricas que miden la transparencia se pueden manipular por lo tanto los rankings también. Un ejemplo de esto es que en el último ranking de transparencia de los principales partidos políticos españoles había cuatro que sacaron la máxima puntuación.

P. ¿La actual Ley de Transparencia otorga a los ciudadanos los instrumentos necesarios para ejercer sus derechos?

D. No en la manera en que debería porque la ley tiene muchas deficiencias, para empezar no es una ley orgánica como sí puede ser la de protección de datos. Esto significa que en cualquier momento cuando se solicita información la administración te pueda decir que proporcionar la misma puede violar la ley de protección de datos.

P. ¿Son transparentes las grandes compañías de cara a sus potenciales clientes?

D. Sobre las grandes empresas es interesante saber que el mejor mecanismo para obligar a las mismas a ser transparentes es la ley. Por eso es importante presionar para que se apruebe una legislación eficiente que permita al ciudadano tener más control sobre las actividades de las grandes corporaciones. Un ejemplo, ahora se está aprobando en Europa una directiva para que estas compañías tengan que desglosar sus cuentas a nivel nacional. Es complicado que a nivel de consumidor puedas llegar a la transparencia en ciertos temas, por eso considero que el mejor instrumento para controlar las relaciones entre las empresas y la administración pública es la legislación.

P. ¿Exponer una ingente cantidad de datos no produce el mismo efecto para el ciudadano que no mostrar ninguno?

S. No, no es lo mismo porque uno te abre un montón de posibilidades y otro te cierra todas. El reto está en crear herramientas y en mostrar el valor de tener acceso a esa información. Considero que antes de dar herramientas lo que tenemos que hacer es mostrar al ciudadano casos de éxito que permitan mostrar el potencial que tiene para sus vidas la transparencia.

Si hay algo de lo que estoy convencido es que la explotación de la transparencia cogerá velocidad de crucero cuando haya organizaciones que se preocupen exclusivamente de procesar los datos y otras que sean las que extraigan valor de esos datos.

D. En este punto voy a discrepar contigo César, porque en Civio en primera instancia intentamos esta fórmula publicando la información esperando que fuera un tercero el que trabajara con ella. Posteriormente, nos dimos cuenta que muchos medios no sabían qué hacer con los datos. Hemos aprendido que tenemos más impacto cuando tenemos un enfoque periodístico tanto en la selección del tema como en el tratamiento del mismo. Esto parte de una afirmación “La gente no consume datos, consume historias”, por eso es tan importante el papel de los periodistas cuando hablamos de transparencia.

J. Opino igual que David, los datos son fundamentales pero después necesitan que alguien cuente la historia de la mejor manera posible para que esta tenga el mayor impacto.

J. En España creo que hemos mejorado mucho, en los últimos años se ha despertado un gran interés por la visualización de datos que ha generado que los trabajos sean cada vez mejores. Lo principal es que el usuario entienda en el menor tiempo posible la historia que esa visualización quiere contar y dejar de lado los artificios.

P. Jorge, ¿Puedes contarnos cómo ha sido diseñar la web de ICIJ sobre los Papeles de Panamá?

J. Nosotros ya habíamos trabajado antes con el ICIJ, pero en este caso en concreto todo empezó con un documento con una serie de sugerencias que mi socio Álvaro les envío. A partir de ese correo electrónico ellos nos contaron que estaban trabajando en una gran filtración. Después de una serie de contactos nosotros comenzamos a conceptualizar lo que sería la aplicación. Es interesante destacar que nosotros no conocíamos ningún dato concreto sobre los implicados por lo que tuvimos que trabajar de una manera un tanto especial.

P. Miremos un poco al futuro, ¿Cómo sería un mundo totalmente transparente? ¿Es esto posible? ​

S. La transparencia total se puede dar a pequeña escala, por ejemplo en una startup. Sin embargo a gran escala no cabe duda de que el reto sería enorme.

C. El sentido común nos dice que un mundo totalmente transparente sería bastante caótico. Sin embargo, en otras materias como en la seguridad del software los sistemas de encriptación más robustos son precisamente los de código abierto.

S. Siempre se pone el foco en la transparencia de Gobiernos pero no de organizaciones como Google, Apple o Facebook que tienen un modelo basado en la privacidad de los datos que procesan. Respecto a esto yo siempre me pregunto ¿Pueden existir compañías que compitan con estas empresas que manejan cantidades ingentes de datos y herramientas para utilizarlos?. Si nos ponemos en plan futurista mi temor es que dentro de algunas décadas sólo un puñado de compañías asuman absolutamente todo

J. Ese es uno de los grandes temores, que las grandes empresas que hemos mencionado tengan acceso a toda la información y eso les genere una ventaja competitiva tan grande que sea imposible para otras empresas competir.

C. Lo que creo que debería suceder es que los ciudadanos nos organicemos en un futuro para que los datos sean un elemento común que compartir y evolucionar. Esto sin lugar a dudas mejoraría la velocidad exponencial que puede adquirir el progreso.

S. Exacto, y sobre todo el freno que supone que los datos no sean comunes. ¿Cómo compites con Amazon cuando esta compañía sabe lo que quiere la gente, cuándo, dónde y cómo lo quieren?. ¿Cómo se compite con Google cuando son ellos quienes saben quien va a ganar las elecciones antes que los analistas?. ¿Es posible la competencia en una economía dónde son unas pocas compañías las que controlan la mayoría de los datos?. ¿No hay que regular ese oligopolio de los datos?