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Las brujerías culturales de la Reina Letizia
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Carlos Prieto

Animales de compañía

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Las brujerías culturales de la Reina Letizia

La reina invita al director Carlos Vermut a Palacio. Antes compró un libro sobre ocultismo de Alan Moore en la Feria del Libro. ¿Qué está pasando en Zarzuela? ¿Es la hora de la regeneración cultural?

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Mantra cortesano a esta hora de la mañana: La monarquía está en alza porque Felipe VI está muy “preparado” y con él todo va “mejor”. Uno estaría dispuesto a creérselo de no ser porque lleva media vida escuchando que la monarquía estaba en alza porque Juan Carlos I estaba muy “preparado” y con él todo iba “mejor”... Y así sucesivamente, por los siglos de los siglos, amén.

Pero pongamos que toda va “mejor” y que, por consiguiente, las cosas han cambiado en palacio. Y aunque un buen cortesano hablaría ahora de las mayores dosis de “transparencia”, “cercanía” y “sensibilidad social” del nuevo monarca, en realidad el mayor cambio cultural no lo ha protagonizado Felipe VI, sino la Reina Letizia, cuyos gustos culturales son drásticamente diferentes a los de Sofía de Grecia. Se podría alegar que la distancia cultural entre ambas es la clásica distancia generacional, y lo es, pero no deja de tener su chicha política: si de gustos culturales hablamos, entre Juan Carlos I y Felipe VI sólo parece haber la distancia generacional justa, mientras que entre Letizia y Sofía hay un abismo insondable.

Todo este rollo viene porque los Reyes ofrecieron el martes un banquete de gala en el que invitaron a algunas personalidades de las artes, que se mezclaron entre los gerifaltes del IBEX 35. Por ejemplo, el cantante Raphael, cuya presencia simbolizaría más bien la inmutabilidad cultural monárquica. Ocurre que también pasó por ahí el director Carlos Vermut (o sea, la modernidad): ganador de la Concha de Oro en San Sebastián 2014 con Magical Girl y cineasta de culto desde su debut con Diamond Flash (2011), la gran marcianada del cine español contemporáneo. Huelga decir que Vermut estaba allí porque Letizia, fan del cineasta, así lo había querido (insistentemente, además: no es la primera vez que invita a Vermut a un sarao palaciego, pero sí es la primera vez que el director puede asistir).

Uno no puede evitar imaginarse a los Reyes viendo en Zarzuela Diamond Flash, esa pedrada fílmica entre críptica y fascinante, con Letizia dando saltos de júbilo y Felipe VI a punto de sufrir una embolia cerebral.

No obstante, la mayor proeza cultural de Letizia hasta la fecha tuvo lugar hace unas semanas en la Feria del Libro. La Reina compró un libro -Ángeles fósiles (La Felguera Editores)- sobre magia y ocultismo de Alan Moore, autor de cómics de referencia (Watchmen, V de Vendetta, From Hell), anarquista y amigo de las ciencias ocultas.

He aquí lo que cuenta Moore sobre el sentido político del ocultismo en el siglo XXI: "La humanidad, encerrada en la penitencia que es este mundo material que llevamos siglos construyéndonos, tal vez no haya necesitado nunca tanto como hoy esa llave que es la magia, ese pastel con una lima dentro, ese perdón que manda el gobernador en el último minuto. Con sus religiones chifladas y sus fundamentalistas pasmosamente dementes, con sus realezas de opereta y sus demagogos más despreocupadamente desvergonzados a la hora de perseguir su viles ambiciones... jamás desde que alcanza el recuerdo, la sociedad actual, tanto la de Oriente como la de Occidente, parece carecer de centro moral o espiritual, parece que no se molesta siquiera en fingir ligeramente que lo tiene... El mundo parece estar prácticamente implorando que lo numinoso venga a rescatarlo de esta cultura material enloquecida que prácticamente ya lo ha devorado entero...".

"Realezas de opereta", sí, han leído bien. Dicho esto, una vez más, uno no puede evitar imaginarse a Felipe VI cotilleando en casa los libros de Letizia, abriendo el de Moore por la página de esta cita, y sufriendo un nuevo colapso mental.

Satanismo regenerador

No obstante, más allá del jiji-jaja, hay quien se ha tomado a la tremenda los desvíos ocultistas de la Reina. En la web infovaticana se publicó hace unos días un artículo en el que se decía lo siguiente:

“Ni más ni menos que una obra que los críticos han recomendado para 'los amigos del paganismo y el ocultismo'. Y es que Ángeles Fósiles es ante todo un tratado de Magia y Artes Oscuras que recibe influencias personajes como Aleister Crowley, uno de los padres del satanismo. Aleister Crowley tuvo dos grandes obsesiones en su vida: el sexo y el diablo… En 1920, Crowley fundó la satánica Orden-Abadía Thelema, convencido de que lograría aniquilar al cristianismo. Con este objetivo, este personaje 'bautizó' a una rana y la crió para crucificarla y quemarla, pensando que así destruiría al Hijo de Dios…. Parece, por tanto, que Letizia es lectora que disfruta con los libros de ciencias ocultas, en la línea de los escritos por Aleister Crowley, que fue considerado por sus coetáneos como 'uno de los seres más pervertidos y perversos del momento”.

Reproducción de uno de los comentarios al artículo de infovaticana: “Una Reina de España puede ser atea, antiDios, ¿Y bruja? Los españoles no nos merecemos eso”.

'Una Reina de España puede ser atea, antiDios, ¿Y bruja? Los españoles no nos merecemos eso'

Resumiendo: sectas satánicas, ranas crucificadas y el fin del cristianismo tal y como lo conocemos. He aquí los gustos de la nueva Reina... Para que luego digan los rojos resentidos que la monarquía no ha cambiado, o que los nuevos monarcas no van a hacer todo lo posible -batracios calcinados incluidos- para conectar con las nuevas y regeneradoras sensibilidades que agitan Celtiberia.

Así que una de dos: o Letizia es una bruja que va a romper España con sus conjuros, o las aficiones hipster de la Reina no son un escándalo, sino un cambio de estética en la clase dominante.

Ustedes verán.

Mantra cortesano a esta hora de la mañana: La monarquía está en alza porque Felipe VI está muy “preparado” y con él todo va “mejor”. Uno estaría dispuesto a creérselo de no ser porque lleva media vida escuchando que la monarquía estaba en alza porque Juan Carlos I estaba muy “preparado” y con él todo iba “mejor”... Y así sucesivamente, por los siglos de los siglos, amén.

Rey Felipe VI