Strindberg, escritor, pintor y fotógrafo

Escritor de poemas, prosa y teatro, pintor y fotógrafo, viajero inquieto, desarrolló un lenguaje propio, duro, potente, expresivo que cambió para siempre la literatura sueca. También en el campo pictórico su contribución resultó enormemente original. Esta última faceta era, antes de la aparición de este libro, la menos divulgada en España a pesar de ser el precursor del expresionismo abstracto, desarrollado cincuenta años más tarde por la Escuela de Nueva York. 

Strindberg es una obra miscelánea, preparada con devoción, que reúne pintura, fotografía, poesía, prosa y fragmentos autobiográficos; acompañados de una introducción y un epílogo que nos ayudan a conocer la herida y apasionada personalidad del artista.

En cualquier reseña sobre él se destaca su triste infancia, hijo de un matrimonio desigual, sus tres fracasos matrimoniales, sus constantes viajes por Europa, tratando de aprender siempre y de remediar su precaria situación económica. Pero sobre todo se hace hincapié en su trastorno nervioso, que tantos periodos de aguda melancolía le hizo sufrir y que tanto se refleja en su producción.

“…la soledad: envolverse en el hilo de seda del propio espíritu, formar la crisálida y esperar la metamorfosis, que a buen seguro se produce. Entre tanto te alimentas de tus vivencias y, telepáticamente, vives la vida de otros”.

Y esto es así, porque los expertos afirman que toda su obra es autobiográfica; descarnada y dolorosa, espejo de la naturaleza oscura del hombre, influido por Nietzsche, naturalista en muchos aspectos, misógino y paradójico, pero precisamente por todo ello auténtico e imperecedero.

Su escritura no es complaciente, a menudo nos aboca a sufrir las mismas experiencias opresivas y desesperantes de sus personajes, a la vez que reconocemos que estamos ante una experiencia estética de altísimo nivel, ante la genialidad de un artista incómodo y perturbador.

Enhorabuena al editor, Diego Moreno, que posee la sensibilidad y el arrojo de publicar tan exquisitamente una obra única que deslumbrará a los amantes de la literatura y el arte. A la vez que sirve de introducción, para los que no lo conocen, a uno de los grandes creadores de la segunda mitad del siglo XIX.

Su figura fue objeto de estudio del psicopatólogo y filosofo alemán Karl Jaspers (1883-1969) en su obra Genio artístico y locura. Strindberg y Van Gogh. Y mereció estas palabras de Kafka: “Me siento mucho mejor porque he leído a Strindberg… No lo he leído por leerlo, sino por apretarme contra su pecho… ¡Esa furia, esas páginas conseguidas a fuerza de puños!”