Messi levanta a los culés en el Bernabéu y algún madridista queda con el culo al aire

Aún faltan varias horas para el Clásico y cuatro jóvenes italianos están tranquilamente sentados en la terraza de una cafetería cercana al Estadio Santiago Bernabéu. Lo curioso es que dos de ellos llevan camisetas del Real Madrid y los otros dos, del FC Barcelona. Sí, en este fútbol español tan fracturado y radicalizado resulta llamativo ver a Cristiano y Neymar, los nombres que lucen dos de ellos en la espalda, compartir unos zumos de naranja mientras charlan amigablemente. El brasileño es el gran ausente, pero eso poco le importa al portador de su dorsal número '11'. Desconozco cuál es la ubicación de estos cuatro tifosi en el Bernabéu, pero, a pesar de lo complicado que resulta comprarlas, tienen entradas y van a ver juntos el partido.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

Zidane complace a Florentino, Ramos a Piqué y Messi solo retrasa el fin de ciclo

Kike Marín

Sirva esta postal pre-Clásico para explicar lo sucedido tras el 2-3 de Messi, cuando numerosos aficionados del Barça emergieron en una grada donde, en teoría, sólo hay abonados del Real Madrid. Aunque esto tampoco tiene mucho de extraño, es cierto que la ya histórica escena del argentino mostrando su camiseta a la grada del Bernabéu ha destapado algo que no pocos madridistas dicen que es habitual. Claro que no por ello deja de estar prohibido por su club. De hecho, el Real Madrid retiró 357 abonos al detectar un uso irregular. Este viernes, 635 más. Más allá de dar mala imagen, que también, se trata de una cuestión de seguridad, pues sabido es que las aficiones deben estar debidamente separadas, aunque en este sentido es de destacar que no hubiera incidentes, así como sólo queda aplaudir el buen comportamiento de los madridistas a pesar de la provocativa celebración de Messi.

El club que preside Florentino Pérez explicó en un comunicado que había detectado que algunos socios hicieron un uso indebido de sus abonos y aprovechó para recordar que "está expresamente prohibido, sin autorización del club, la venta del abono, su cesión no gratuita, su subasta o su uso para fines comerciales. El socio titular del abono es el responsable del buen uso del mismo, tal como está recogido en las normas de acceso al estadio Santiago Bernabéu y en el propio abono".

El Real Madrid precisó también que antes del Clásico la Comisión de Disciplina ya había abierto 1.450 expedientes de expulsión a socios motivados por reventa de abonos y que "seguirá trabajando firmemente para combatir esta práctica ilegal", en el marco de sus estatutos y normativas". No obstante, y es de justicia destacarlo, apostilló que "la práctica irregular en el uso de los abonos por parte de una minoría no empaña el intachable comportamiento de la inmensa mayoría de los socios y abonados del Real Madrid".

Sin embargo, y valorando la firmeza del Real Madrid con el trato indebido de sus abonos, parece que en la planta nombre del Bernabéu está vigilantes con lo que sucede entre sus socios, pero no tanto entre sus directivos. Al menos esto se desprende de lo que denunció hace un año el 'Extraconfidencial.com' en referencia a que "varias entradas a nombre de directivos blancos son revendidas por un valor superior al suyo, después de pasar por las manos de al menos dos intermediarios. El caso que nos ocupa es el siguiente: seis entradas -ubicadas en la Tribuna, muy cerca del palco-, correspondientes al partido de ida de la Supercopa de 2014 que enfrentaba a Real Madrid y Atlético de Madrid (20 de agosto de ese año), provenientes de la directiva de la entidad merengue fueron revendidas, en este caso a turistas extranjeros".

Según la misma información, que adjuntaba documentación, "esas entradas, que estaban a nombre del director del Área Social del Real Madrid, José Luis Sánchez, llegaron a manos de un primer intermediario, al que desde ahora llamaremos 'cliente 1'. Esta persona pasa a traficar directamente con las entradas: queda en un piso ubicado en Paseo de la Habana (Madrid), con ‘cliente 2' y le vende estas entradas a un precio superior al original. Las entradas vienen en un sobre oficial del Real Madrid, lo que sorprende al ‘cliente 2’ aunque cuando de verdad se queda estupefacto es al leer el nombre del citado directivo blanco. ‘Cliente 1’ no le da demasiada importancia a esto y realiza la transacción con normalidad. ‘Cliente 2’ trabaja en una agencia de viajes (en ningún momento vinculada al Real Madrid), y ofrece esas entradas a turistas extranjeros, englobadas en paquetes que incluyen el alojamiento, desplazamiento, etc. Las entradas, finalmente, llegan al ‘cliente final’ en el hotel que previamente ha contratado con la agencia (...) En definitiva, se puede decir que el Real Madrid participa -directa o indirectamente-, en la reventa de entradas".

Como señalaba 'Extraconfidencial.com' en referencia a aquel caso, y que no está de más recordar tras lo ocurrido en el último Clásico, "no sabemos qué opinará la Comisión de Disciplina Social sobre lo ocurrido con entradas a nombre de uno de los directivos más importantes de la entidad (...) No estamos en disposición de asegurar si Sánchez conocía o no el destino final de esas entradas, pero, según esta normativa, es el responsable de lo que suceda con unas entradas que están a su nombre (...) Alguien se está lucrando a costa del Real Madrid".

TE PUEDE INTERESAR

Quién es quién en el palco de honor del Santiago Bernabéu en un Madrid-Barcelona

EC

Por último, el mismo medio publicó el caso de "un directivo que vendió dos abonos por 10.000 euros, transacción que se realizó en dinero negro y sin facturas para no dejar prueba alguna. Otros gustan de alardear en establecimientos de ocio nocturno de la posibilidad de conseguir entradas VIP por debajo del precio oficial o incluso gratis (…).También hay varios socios que aseguran haber comprobado que, cuando ceden su abono al Real Madrid, este aparece directamente en diferentes páginas web de reventa y no en los medios oficiales de la entidad blanca. Son, en definitiva, malas artes que dañan profundamente la imagen del para muchos club más importante del mundo".

Dicho todo esto, está claro que del mismo modo que el postrero y decisivo gol de Messi en el Clásico levantó de sus asientos a los culés que estaban en el Bernabéu, y algunos en una zona donde no debían haber estado, la celebración del crack del Barça ha servido para destapar una práctica que, insisto, los propios socios del Real Madrid dicen que es habitual, si bien mucho más preocupante es que un responsable del club en esta materia haya sido acusado por un medio de revender entradas. Y es que, la pregunta es obvia: ¿qué legitimidad tiene alguien para cuestionar e incluso sancionar algo que él mismo hace?