Por favor, no lean este artículo (aunque luego no se quejen de la corrupción)

Parto de la base de que este asunto es un tostón, de ahí que entendería que si han tenido la valentía de leer estas primeras líneas, dejaran de hacerlo. Aunque, claro, es precisamente el aburrimiento o incluso el hastío lo que Ángel María Villar y otros personajes como él aprovechan para seguir campando a sus anchas, por más que el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) esté imputado por prevaricación, apropiación indebida y malversación de 1,2 millones de euros. Casi nada.

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Y lo más grave es que lo sigue haciendo porque el nuevo presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Lete, ha dejado claro para qué fue nombrado, tal y como vaticiné el día que tuve ocasión de entrevistarle en la redacción de El Confidencial y se lo planteé en forma de pregunta. "Soy conciliador, sí, pero para mí las normas también son innegociables", fue la respuesta que me dio, aunque, al menos en el caso de ese cortijo que es el fútbol español, está demostrando lo primero, pero no lo segundo. Villar, un experto en moverse entre tinieblas, se encargó de amedrentar sicológicamente a Lete a raíz de una reunión que el bilbaíno mantuvo con el Ministro de Justicia, Rafael Catalá, con motivo del desgraciado secuestro y asesinato de su sobrina en México. Muy triste, sí.

Claro que tanto más grave que el inmovilismo de Lete y, por elevación, del ministro Iñigo Méndez de Vigo, es que uno de los tres nuevos miembros del Tribunal Administrativo del Deportivo (TAD), letrado del Consejo de Estado para más señas y pistas, cambiara su voto a última hora, lo cual propició que la impugnación de Jorge Pérez a las elecciones a la RFEF no prosperara y, lo que es aún más bochornoso, que el 'partido' cambiara radicalmente, pues de un 4-2 inicial se pasó a un 3-3 que en realidad fue un 3-4. ¿Còmo? Pues muy sencillo. En ausencia del presidente, que decidió abstenerse y con ello redujo los miembros del TAD de siete a seis, el vocal Andreu Camps hizo valer su voto de calidad como su sustituto, algo que es legal, pero poco habitual por una simple cuestión de decencia. Vamos, que ni la remontada del Barça ante el PSG...

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El caso es que ha pasado más de un año desde que en El Confidencial informamos que el presidente de LaLiga, Javier Tebas, recusó al citado vocal del TAD con base en "el interés personal de Camps en los asuntos relacionados con la RFEF, así como mantener relación de servicio con la institución federativa que preside Villar". Pues bien, este miércoles por la tarde fue la candidatura de Jorge Pérez la que ha vuelto a recusar a Camps, para lo cual presentó nuevas pruebas sobre su vinculación con la federación de Villar, aunque basta con ver su comportamiento para, cuanto menos, sospechar de él.

Los nuevos datos conocidos y denunciados son que en el expediente de recusación de Camps con fecha 3 de agosto de 2016, este vocal ocultó al CSD y a sus propios compañeros del TAD información relativa a su relación directa con Villar y la RFEF, asegurando que desconocía si era vocal del TAD a propuesta del CSD, que propone a 4 vocales, o a propuesta de las federaciones, que proponen a 3. Pues bien, el entonces presidente del CSD, Miguel Cardenal, le respondió que era vocal (y lo sigue siendo) a propuesta de la Federación Española de Bádminton y de la RFEF, es decir, casualmente las presididas por su 'amigos' Villar y Cabello, ambos con juicios pendientes..

Pero hay más. No recusar en ese momento a Camps supuso que por su voto de calidad como presidente accidental del TAD, Villar no fuese expedientado con petición de inhabilitación. Sin embargo, esos mismos hechos sí que sirvieron para incoar diligencias en el Juzgado de Instrucción número 5 de Majadahonda (Diligencias Previas 315/2016) y la intervención de la Fiscalía Anticorrupción. A día de hoy no hay sentencia, pero tarde o temprano la habrá, y sobra decir el ridículo que puede hacer el TAD, por no hablar de irresponsabilidad. Además, Camps ocultó su relación directa con Gorka Villar en cursos y masters promovidos por la RFEF.

Tal y como funcionan las cosas en el Tribunal Administrativo del Deporte, a saber cuál será su resolución a esta nueva petición de recusación cargada de argumentos contra uno de sus miembros. Su presidente, Enrique Arnaldo, debería dejar de abstenerse y cumplir con su obligación. Y es que si Andreu Camps es recusado, la impugnación de Jorge Pérez iría adelante, pues la votación quedaría 3-2 a su favor, y las elecciones a la presidencia de la RFEF deberían repetirse. La pregunta es si José Ramón Lete hará algo al respecto o si por el contrario seguirá mirando hacia otro lado, cuando no hacia el lado que le han dicho que mire. Es decir, como al vocal del TAD que cambió el signo de la votación.

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Para terminar, cabe recordar que, como también informamos en su día en El Confidencial, Andreu Camps está siendo juzgado por un delito de plagio junto al anteriormente mencionado presidente de la Federación Española de Bádminton (FESBA), David Cabello, y su esposa, motivo suficiente para que hace tiempo que hubiera dejado un cargo de responsabilidad tan importante. Suponiendo, eso sí, que el TAD siga sirviendo para algo.