Es noticia
¿Hasta cuándo le van a permitir a Pepe comportarse así?
  1. Deportes
  2. El Palco
José Félix Díaz

El Palco

Por
José Félix Díaz

¿Hasta cuándo le van a permitir a Pepe comportarse así?

Pepe es un caso perdido. Buen central, de los mejores de la Liga, en Vallecas volvió a perder el sitio, a liarla a su manera. Se

Foto: ¿Hasta cuándo le van a permitir a Pepe comportarse así?
¿Hasta cuándo le van a permitir a Pepe comportarse así?

Pepe es un caso perdido. Buen central, de los mejores de la Liga, en Vallecas volvió a perder el sitio, a liarla a su manera. Se enfrentó con el público, con los rivales, con los técnicos. Nadie se libró a su paso por el otrora estadio Teresa Rivero. Los directivos del Real Madrid le han dado varios toques de atención. Mourinho le ha defendido en público, pero en privado también le ha llamado la atención, pero todos estos mensajes caen en saco roto. Quedó demostrado en el partido ante el Rayo. Pepe no es digno de llevar esa camiseta. En el vestuario del equipo franjirrojo alucinaron con él y con su comportamiento. Pegó pisotones, puñetazos, patadas y. según los rayistas, llevó a Sergio Ramos a vivir en la continua excitación.

En el minuto uno del choque, el portugués de origen brasileño ya montó la primera escena fingiendo una agresión de Diego Costa. Algunos dicen que ya en el calentamiento se le notaba excitado, hipermotivado, algo que demostró en el momento en el que Fernández Borbalán decretó el inicio del partido. Minutos después pisó a Piti en una jugada a la banda con balón de por medio, pero acción que pudo evitar.

Su mejor actuación la reservó para la segunda parte. La inició dando un puñetazo a Diego Costa en el cuello. El brasileño, que también se las tuvo tiesas con Sergio Ramos y que no dio la espalda a la pelea, no entendía nada. Desconozco si el exrojiblanco le diría algo, pero al menos cara al público no dio esa sensación, algo que el propio Pepe hizo con el brasileño tras el codazo que recibió por parte de Ramos. 

En el último minuto del choque vio la amarilla. Curioso. Fue un nuevo pisotón acompañado de una patada que bien podría haber evitado. Pero lo que ya encendió el ánimo de los presentes en el estadio de Vallecas fue el pasillo final hasta el vestuario que acompañó de un corte de mangas dirigido a la afición del Rayo y un escupitinajo al suelo con idénticos destinatarios por los gestos que estaba haciendo en ese momento. ¿Merece la pena al Real Madrid tener a un jugador así? ¿Cuántas más le van a permitir?

La directiva debería tomar cartas en el asunto. Cuando el último incidente con Messi la decisión de escuchar ofertas, de abrirle la puerta parecía definitiva. Los últimos mensajes que han mandado desde la zona noble parece que no van en ese sentido, pero el espectáculo ofrecido en Vallecas debería ser el último vestido con la camiseta del Real Madrid. Igual es una estrategia para vender caro en verano, pero lo mostrado el domingo debe servir para tomar una decisión definitiva. Pepe no puede seguir campando a sus anchas. La ley es igual para todos, pero con el central madridista parece que la ley no existe y él puede hacer lo que quiera. Ya no vale aquello de lo buena persona que es cuando no está vestido de corto.

Por cierto, Guardiola le atacó de manera indirecta tras la rueda de Prensa del Calderón, comparando su partido de sanción de la próxima semana. Que yo sepa, el portugués no pisó territorio rojiblanco en ese partido. Ay si lo llega a decir Mourinho...

Pepe es un caso perdido. Buen central, de los mejores de la Liga, en Vallecas volvió a perder el sitio, a liarla a su manera. Se enfrentó con el público, con los rivales, con los técnicos. Nadie se libró a su paso por el otrora estadio Teresa Rivero. Los directivos del Real Madrid le han dado varios toques de atención. Mourinho le ha defendido en público, pero en privado también le ha llamado la atención, pero todos estos mensajes caen en saco roto. Quedó demostrado en el partido ante el Rayo. Pepe no es digno de llevar esa camiseta. En el vestuario del equipo franjirrojo alucinaron con él y con su comportamiento. Pegó pisotones, puñetazos, patadas y. según los rayistas, llevó a Sergio Ramos a vivir en la continua excitación.

Pepe Domingo Castaño