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El deportista medio español deja de ser profesional, no tiene otra opción
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José Félix Díaz

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José Félix Díaz

El deportista medio español deja de ser profesional, no tiene otra opción

Adiós al epíteto profesional en el deporte español. Como es lógico no hablamos de fútbol, baloncesto o tenis, pero la crisis económica que arrastra a España hacia no

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El deportista medio español deja de ser profesional, no tiene otra opción

Adiós al epíteto profesional en el deporte español. Como es lógico no hablamos de fútbol, baloncesto o tenis, pero la crisis económica que arrastra a España hacia no se sabe dónde, también se va a llevar por delante lo hecho en el mundo del deporte español desde 1992. De no mediar un cambio tan inesperado como rápido, las estructuras de las Federaciones y de muchos de los deportes olímpicos saltarán por los aires y tendremos que volver a creer en la aparición espontánea de deportistas que sirvan de arrastre y porten la bandera de la ilusión.

El panorama en muchas de las federaciones anuncia la toma de decisiones drásticas. Se habla de la puesta en marcha de despidos, de la aparición de los temidos ERE debido a las faraónicas estructuras que algunas federaciones han creado y los gastos desmesurados en algunos casos.

Entre los diferentes motivos que ha tenido Fernando Carpena, presidente de la Federación de Natación, para el despido de Anna Tarrés, uno de ellos es el económico. En su caso la subvención el CSD alcanzaba entre un 60% y un 70% del presupuesto de la Federación, lo que ha llevado al presidente a empezar a prescindir de sueldos altos. Muchas de las federaciones autonómicas ya han dejado de tener actividad y se anuncian nuevas medidas. Desde el CSD se pide la fusión de algunas federaciones, pero esa medida tiene un complicado futuro como punto de partida. 

El plan ADO seguirá adelante, aunque sin una Ley de Mecenazgo se antoja que reducirá su cuantía. Veremos en qué baremos se mueve, pero el deportista que pelea por acudir a unos Juegos como éxito, lo tiene crudo. Su nombre no formará parte del citado plan y su pelea durante los próximos cuatro años irá de la mano del amor que sienta por su deporte, ya que deberá dividir el día en dos. Por una parte preparar su especialidad y por otra trabajar para poder preparar esa cita olímpica. Y eso los afortunados que encuentren trabajo en un mercado laboral cada día más difícil.

Los deportistas y también los federativos exigen una sentada, un gesto del gobierno. A todos los políticos les gusta aparecer en el momento cumbre, cuando el podio olímpico espera, pero ahora es el momento de sembrar para que esas medallas no desaparezcan, de buscar una solución antes de que la herida sea demasiado grande. Los que saben dicen que los Juegos de Río no están en peligro, que la cadencia de medallas será parecida, pero el peligro va más allá, a los Juegos de 2020, por los que pelea Madrid. No olviden que Brasil va a invertir en sus deportistas cerca de 800 millones de euros en los próximos cuatro años.