Leo Messi por fin se quita la careta: "Aquí el crack soy yo"

Leo Messi habla en el terreno de juego, lo que ocurre es que en ocasiones lo hace a destiempo y gritando. Otros, buscan el despacho presidencial o a los medios de comunicación para hacerse oír y reclamar lo que según él no tiene, como hizo semanas atrás Cristiano Ronaldo, dejando tras de sí un enigma que todavía no se ha resuelto porque nadie sabe lo que le pasa, ni el propio Florentino Pérez. Es lo que tiene ser un crack o al menos es lo que debe pensar la estrella argentina del Barcelona.

Uno y otro viven permanentemente bajo los focos. Cualquier gesto suyo es analizado al detalle, pero por algo presumen de ser los mejores. Deben dar ejemplo y uno y otro no lo están haciendo últimamente. La diferencia es que uno se deja ver y muestra su cuerpo de hombre y alma de niño a todo el mundo con una pataleta que nadie ha entendido todavía, el otro poco a poco va sacando los pies del tiesto y muestra señales de que no todo es oro lo que reluce sobre su persona.

Aquí ya hemos hablado de las silenciosas exigencias de Messi con respecto a sus compañeros de vestuario. Al lado del argentino han ido pasando delanteros como Etoo, Ibrahimovic y Ronaldinho y todos salieron por la puerta de atrás. Guardiola entendió que el equipo se debía hacer entorno a Messi y aceptó prescindir de jugadores que eran del agrado del actual Balón de Oro. Hace un año se hablaba de que David Villa iba a ser el siguiente en formar parte de la lista. Lo sucedido con el asturiano, lesión de por medio, aparcó cualquier movimiento por parte de la directiva azulgrana. Lógico y digno de aplaudir.

Lo sucedido el sábado, discusión y reproches de Messi hacia el máximo goleador de la selección española, no ha hecho si no abrir de nuevo el debate alrededor de la figura que acompaña al delantero en la punta de ataque. Lo del sábado no creo que vaya más allá de una simple discusión en la oficina, pero a todos nos ha venido a la mente la exigencia del argentino de que el equipo gire alrededor de él y de su juego. Y si alguien lo duda que repase las imágenes del partido ante el Granada y comprobará la insistencia de Messi en el reproche. Una simple elección, buena o mala, de Villa desató la reiterada ira del internacional albiceleste. Está claro que Messi es el que marca el ritmo y el que mueve el árbol a su antojo. "Aquí el crack soy yo", repite el argentino.

El problema es que algunos jugadores que pueblan el vestuario del Camp Nou ya empiezan a cansarse de estos gestos de Messi. La del sábado fue comentada, como lo fue la escena de la pasada temporada cuanto se encaró con Tello o la del pasado verano cuando fue a por Bartra tras una entrada del canterano, a los que tuvieron que separar debido a la vehemencia del argentino de ir a por el defensa. Son ya muchas las escenas que el argentino está protagonizando últimamente y ya empieza a pasar factura en la relación que mantiene con algunos de los pesos pesados del vestuario. Y es que nadie duda de la calidad de Messi o Ronaldo, pero no está mal que de vez en cuando se acuerden que al fútbol se juega once contra once y si no al golf o al tenis.

Ven lo que les decía del órgano propagandístico azulgrana. Ya hablan de contrato de por vida para Messi cuando es una petición de subida de sueldo. El Real Madrid no se sabe vender.