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Ni Vicente del Bosque ni esta Selección están acabados
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José Félix Díaz

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José Félix Díaz. Curitiba

Ni Vicente del Bosque ni esta Selección están acabados

Esta Selección no merece terminar de mala manera. La campeona del mundo, lo sigue siendo pese a que algunos pongan en duda todo lo que ha hecho

Foto: Entrenamiento de la selección española (Foto: Valentina Lizard).
Entrenamiento de la selección española (Foto: Valentina Lizard).

Esta Selección no merece terminar de mala manera. La campeona del mundo, lo sigue siendo pese a que algunos pongan en duda todo lo que ha hecho este grupo, se merece un margen, un voto de confianza. Somos muy dados a abrir y cerrar ciclos, pero estos jugadores son prácticamente los mismos que hace dos años levantaron la Eurocopa, dejando al mundo del fútbol boquiabierto con una exhibición ante Italia en la final. El repaso de Holanda ha dolido Ni los críticos esperaban una humillación así. Y hablamos en ese término porque cuando la campeona recibe un bofetón así, hay que calificarlo de esa manera. No hay otra. Lo que ocurre es que esta Selección, la misma que lleva seis años siendo la mejor del mundo, merece tener la oportunidad de levantarse de nuevo. No es fácil, pero si en alguien hay que creer es en este grupo y en este seleccionador.

La derrota ante Holanda fue muy dura, pero más lo fueron algunas de las imágenes que ofreció el partido. La manera de llegar alguno de los goles, con Casillas en el suelo, la impotencia de Ramos ante la carrera de Robben, la impotencia de Busquets para poner un mínimo orden al juego, el fallo de Silva, la poca cintura de Piqué, el desorden del equipo tras los cambios… todo invita a pensar en negativo, pero cuando uno se para y mira lo que ha hecho este colectivo, se vuelve a sentir optimista. Es de ley hacerlo. Seguro que cualquiera de nosotros habría hecho otra lista muy diferente, pero esta España y otra muy parecida es de la que decíamos que había sido capaz de poner de acuerdo a esa España dividida en mil trozos. Pues bien, es el momento de pensar que seguimos teniendo al mejor equipo del mundo vestido de rojo y que no, ese no es Chile.

Ahora, los grandes futbolistas dirigidos por Sampaoli parecen una mezcla de molinos de viento del Quijote con toques geniales de Maradona. Sin embargo, los nuestros se asemejan a un triste y abatido Sancho Panza. La realidad no es esa. Cierto es que alguno de los que están por aquí están escribiendo sus últimas páginas con la Selección, o por lo menos así deberían hacerlo. Jugadores como Xavi, Xabi, Villa e incluso Casillas, pese a su deseo de jugar 200 partidos y retirarse en el Mundial de Rusia, siguen siendo buenos, de los mejores del mundo. No se puede dudar de ellos y si fallan y España regresa a casa habrá que criticarles, pero siempre recordando lo que han hecho, algo que ningún otra selección española había logrado en la historia, que no es otra cosa que levantar la Copa del Mundo.

Si el respeto debe ser eterno para los que pisan el césped, esa consideración se debe hacer extensible al dueño del banquillo. Se puede haber equivocado. Seguro que lo ha hecho y probablemente habría tenido que dar el paso de dejar fuera a alguno de los intocables o veteranos. La temporada de esos jugadores no ha sido buena y el técnico ha llegado a dudar durante la temporada, pero Del Bosque ha querido ser justo con esos jugadores que llevaron a España a estar en Brasil. El problema es que el fútbol no entiende de justicia ni de gestos y sí de piernas, de pulmones y de fútbol rápido y veloz, algo que hasta el momento esta Selección no ha mostrado en el Mundial.

A Del Bosque, que cuenta con todo el respaldo de la Federación pase lo que pase y que no van a admitir su posible renuncia, se le podrá criticar, pero en sus decisiones no hay nada más allá de simple criterios deportivos. Los suyos claro está, pero estrictamente deportivos. El seleccionador sigue teniendo fe en sus jugadores. Le deben una y no le pueden fallar, como tampoco el resto de los españoles podemos dar la espalda a una generación grandiosa de jugadores de fútbol, los mismos que han hecho felices a muchos. Bueno, por lo menos a mí sí y espero que lo sigan haciendo hasta mediados de julio.

Esta Selección no merece terminar de mala manera. La campeona del mundo, lo sigue siendo pese a que algunos pongan en duda todo lo que ha hecho este grupo, se merece un margen, un voto de confianza. Somos muy dados a abrir y cerrar ciclos, pero estos jugadores son prácticamente los mismos que hace dos años levantaron la Eurocopa, dejando al mundo del fútbol boquiabierto con una exhibición ante Italia en la final. El repaso de Holanda ha dolido Ni los críticos esperaban una humillación así. Y hablamos en ese término porque cuando la campeona recibe un bofetón así, hay que calificarlo de esa manera. No hay otra. Lo que ocurre es que esta Selección, la misma que lleva seis años siendo la mejor del mundo, merece tener la oportunidad de levantarse de nuevo. No es fácil, pero si en alguien hay que creer es en este grupo y en este seleccionador.

Real Federación Española de Fútbol