Isco comunica al Malaga que seguirá, al menos, hasta junio de 2014

El Málaga CF va en serio en la Liga y en la Champions. Tras unos meses de zozobra donde el destino de la entidad se tambaleó y donde las fugas eran moneda diaria, un hombre serenó el presente y puso cordura al futuro. Manuel Pellegrini, quien midió también su marcha, logró pacificar la relación con el poder, terció con la plantilla en el grave asunto de los pagos pendientes, reordenó el club por dentro -es mánager general al viejo espíritu inglés- y ajustó las clavijas a algunos empleados que confundieron durante aquella etapa su rol verdadero en el club. Y lo más importante, echó el equipo a andar tras perder a su máximo exponente. Sin Cazorla, el entrenador chileno inyectó a Joaquín el liderazgo suficiente en el camerino hasta conseguir su espaldarazo definitivo en el césped y ensalzó a Isco al pedestal del éxito asistido por el juego preciosista que le ha convertido en la bandera de la institución.

Como estandarte, y ante las presiones externas que sufrirá, le toca pasar a Isco por el diván de la negociación para una mejora económica. Ya se han iniciado, tal y como ha confirmado algún ejecutivo blanquiazul, las conversaciones para revisar el contrato que expira en junio de 2016. Curiosamente, en un mundo tan mercantilizado, es el padre del jugador, acompañado de un abogado de confianza, quienes se encargan del trámite.  La propuesta, en años, podría cerrarse en dos temporadas más -cinco desde que concluya la actual campaña-, si bien, las intenciones de los protectores del jugador pasan por no tocar la cláusula de 20 millones de euros. Sin embargo, sí han garantizado que, al menos, hasta junio de 2014 quiere seguir vistiendo de blanquiazul en la Costa del Sol.

Nacido en Benalmádena hace veinte años, su temprana marcha a Valencia, con sólo catorce, ha convencido a la familia que es el momento de vivir cerca de casa, estabilizarse deportivamente y sentirse feliz en un ambiente conocido que le ayude a crecer como persona y futbolista. Isco es consciente de que en la Premier tiene hueco -Manchester City y Chelsea se apuntan cada semana a los partidos del andaluz- y que Madrid o Barça no son ajenos a su progresión. Aquel chico que hizo debutar Emery tomó la decisión de salir de Paterna forzado por las escasas presencias en el primer equipo, en su último curso se le había encomendado la misión de ascender con el filial a Segunda B. Lejos quedaba la ilusión de pisar Old Trafford en la Champions, de aquellos dos goles al Logroñés en Copa en su estreno oficial como jugador del Valencia CF o los primeros minutos en Primera división ante el Getafe en Mestalla. El olor imperial del Málaga, que dibujó el jeque Abdullah Bin Nasser Al Thani, lo arrastró al calor del hogar abonando los seis millones de euros que figuraban en el contrato como cantidad para resolverlo. Antonio Fernández, el entonces director deportivo que salió salpicado por la crisis institucional, apoyado en su conocimiento de las inferiores de 'La Roja', tiró de chequera para atraerse a un futbolista que ha terminado de explotar en esta estación de otoño.

Y en mitad de curso le toca a Pellegrini tirar nuevamente de sus conocimientos como piloto de tormenta. El próximo día 31 de octubre vence el plazo dado al vestuario para satisfacer el setenta por ciento de la ficha de cada jugador de la pasada temporada y aplazado hasta el miércoles. El chileno habita con plenos poderes. En lo deportivo, aupó la contratación de Mario Husillos, antiguo compañero de su segundo Rubén Cousillas en San Lorenzo de Almagro, a la secretaria técnica. En lo administrativo, recolocó a los dos ejecutivos, Casado y Varela, que dominaron el cotarro durante la confusión veraniega. En lo institucional, se siente cómodo en la relación con los árabes. Sin embargo, es consciente de que el club se gobernará según los ingresos económicos. Se acabaron los dispendios y los fichajes de tronío. Se transitará con los euros que se generen desde dentro. En este momento, el club mantiene la renegociación de la deuda con Hacienda y espera el desenlace del dictamen de la UEFA tras presentar las alegaciones para tratar de desbloquear los premios derivados de su participación en las competiciones que monta el organismo continental. El jeque no se moja internamente, aunque públicamente, así lo aseveró en Canal Plus, expone que seguirá financiando a la entidad. Dentro, el discurso es otro: toca autogestión económica. Es más, la propiedad comentó al vestuario que pagaría antes del partido ante el Milan AC, que él mismo presenció en directo en el palco de Martiricos. No obstante, el dinero aún no ha llegado a la cuenta corriente de los jugadores. El Málaga CF en lo deportivo es un tornado y en lo social, un huracán. En lo económico, la brisa desacelera el sueño de grandeza.