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Jaime Alguersuari: "Paso de vosotros..."
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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Jaime Alguersuari: "Paso de vosotros..."

"No me importa lo que la gente diga, esto es lo más importante, lo primero de todo". Fue la frase del fin de semana, y un

"No me importa lo que la gente diga, esto es lo más importante, lo primero de todo". Fue la frase del fin de semana, y un preludio de lo que vendría a continuación. La respuesta de Jaime Alguersuari a quienes criticaron su debut ofreció una muestra del patrón mental que anima su condición de piloto. Respeta la Fórmula 1, pero no se siente intimidado por ella, ni tampoco por los pilotos consagrados, a los que no le importó poner en su sitio. Ni de palabra ("paso de vosotros" vino a decir) ni con los hechos, como demostró durante los tres días en Hungaroring. Y en este rasgo básico de su personalidad, entre otros, reside su futuro éxito en la F1.

 

En el centro de la diana, y con focos

Alguersuari afrontaba numerosos desafíos de orden técnico y deportivo ante el Gran Premio de Hungría. Pero se encontró  ante uno inesperado, y quizás más peligroso que el de su corta experiencia en la Fórmula 1. Webber, Massa, Button y compañía son conocedores de las múltiples dificultades que supone debutar en Fórmula 1. Y con sus declaraciones intensificaron en mayor medida, si cabe, la gran presión que ya soportaba el piloto español. Mejor no encender una cerilla en una habitación que huele a gas. Por eso, y en sentido opuesto, Alonso y Vettel estuvieron espléndidos al salir al quite en defensa de Alguersuari. Porque al abrir el melón del debate sobre la seguridad, por un lado, y sobre su carrera deportiva, por otro, algunos pusieron a Alguersuari en el centro de la diana, y con focos.

De esta manera se le condenaba antes de poder defenderse en el juicio de la pista. Con las declaraciones de Webber y compañía, todos los ojos se pusieron en sus puntos débiles y no en sus fortalezas. Si ya de por sí afrontaba la carga de la prueba de su capacidad, al acusarle de "debutante prematuro", de "potencial peligro" en la pista, cualquier error hubiera confirmado de inmediato ese "ya lo decíamos nosotros…".  Y, ante el ambiente previo creado, hubiera representado una losa doblemente pesada para Alguersuari, un estigma que le hubiera costado enormes dificultades superar. Imaginen los comentarios de la prensa internacional si el piloto español hubiera sufrido un accidente este pasado fin de semana.

Hubo un error en Toro Rosso, pero no de Jaime

En la rueda de prensa oficial del jueves, era imposible no sentir cierto grado de simpatía ante su figura juvenil y vulnerable. Allí, fue humilde y respetuoso al contestar a las preguntas que cuestionaban su debut. Pero posteriormente, no se recató en poner en su sitio a sus críticos en otras entrevistas. "Paso de vosotros, esto es lo más importante, lo primero de todo…". Y, ya ven, hubo un error en el equipo Toro Rosso, pero no fue del catalán, sino de  su compañero Buemi.

Poca gente en España conoce el carácter y la naturaleza de Helmut Marko, antiguo piloto (ganador en las 24 Horas de Le Mans) y responsable del programa de desarrollo de pilotos jóvenes de Red Bull. Es terriblemente duro, en lo psicológico, en lo personal, y en lo deportivo. Por sus manos han pasado decenas de jóvenes promesas durante los últimos años. No se anda por las ramas a la hora de cortar cabezas. Algún piloto español puede dar fe de ello, como Antonio García, reciente ganador de las 24 Horas de Daytona, y de su categoría en las 24 Horas de Le Mans en los dos últimos años. ¿Creen Webber, Button y demás que alguien como Marko hizo debutar a  Jaime Alguersuari frívolamente? Marko conoce mejor que nadie el paño con el que el piloto español está tejido. Pero, por encima de todo, con su experiencia, se supone que no debe ser ningún irresponsable para poner en juego la seguridad de su piloto y del resto de la parrilla.

"M…., esto es duro"

Ignoro si los responsables de Toro Rosso lo desmentirían, pero creo que lo mejor del fin de semana de Alguersuari, deportivamente hablando, fue su actuación en carrera. Nunca hasta ese momento había estado tanto tiempo al volante, de manera continuada. Por supuesto, no en un Formula 1. Con el agravante de la naturaleza virada de Hungaroring y sus exigencias físicas. Su ritmo en ningún momento desentonó de los pilotos que le precedían. Y no se convirtió en ninguna "chicane móvil", como algunos temían. Todo lo contrario.

En Hungría, Alguersuari contestó a muchos, especialmente a la primera -y estúpida- pregunta que recibió oficialmente en Fórmula 1, de un no menos hipócrita periodista británico y en la que decía, entre otros comentarios, que "quizás hay otros pilotos que merecen más un volante de Fórmula 1 que tú". Y no menos ridículas quedan ahora las palabras de Button tras su rendimiento global en Hungría: "estoy seguro que no entiende la electrónica de un monoplaza de Fórmula 1. El volante, para empezar, es muy complicado, e intentar manejar las paradas en boxes en un solo día va a ser muy difícil. Hay mucho que aprender y asimilar". Pues menos mal que no tenía ni idea, querido Jenson, porque si llega a haber contado con experiencia previa…

"He aprendido mucho, pero hay algunos aspectos de la Fórmula 1 que me hacen pensar: "mierda, esto es duro", declaraba Alguersuari tras la carrera. Efectivamente, al catalán le queda un largo y exigente proceso de aprendizaje, como él mismo reconoció tras la carrera. Llegarán los errores. Pero con su actuación en Hungría cerró la boca a muchos y zanjó el debate sobre la conveniencia de su debut. Tras el "Paso de vosotros", algún día llegará el "A por ellos

"No me importa lo que la gente diga, esto es lo más importante, lo primero de todo". Fue la frase del fin de semana, y un preludio de lo que vendría a continuación. La respuesta de Jaime Alguersuari a quienes criticaron su debut ofreció una muestra del patrón mental que anima su condición de piloto. Respeta la Fórmula 1, pero no se siente intimidado por ella, ni tampoco por los pilotos consagrados, a los que no le importó poner en su sitio. Ni de palabra ("paso de vosotros" vino a decir) ni con los hechos, como demostró durante los tres días en Hungaroring. Y en este rasgo básico de su personalidad, entre otros, reside su futuro éxito en la F1.