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Alonso y Ferrari tendrán que exprimir la bayeta hasta la última gota
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Javier Rubio

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Alonso y Ferrari tendrán que exprimir la bayeta hasta la última gota

“Después de una mala carrera estoy a diez puntos del líder. Y este es Alonso, en un Ferrari. No es una preocupación…”. Tras el Gran Premio

Foto: Alonso y Ferrari tendrán que exprimir la bayeta hasta la última gota
Alonso y Ferrari tendrán que exprimir la bayeta hasta la última gota

“Después de una mala carrera estoy a diez puntos del líder. Y este es Alonso, en un Ferrari. No es una preocupación…”. Tras el Gran Premio de Malasia, poco podría imaginarse un displicente Jenson Button que su temporada se hundiría de tal manera. "Cosas veredes, amigo Sancho..", hoy es Fernando Alonso quien lidera el campeonato, mientras que el británico está prácticamente descartado para el título.

Es axioma indiscutible en la Fórmula 1 que la capacidad de evolución técnica a lo largo de la temporada determina las opciones al título. De modo que si Fernando Alonso y Ferrari aspiran al mismo, tendrán que exprimir a sus técnicos como si de bayetas se trataran. Porque todo indica que Webber y Vettel afrontarán la segunda parte del campeonato en otra dimensión.

El mejor desde Montmeló

En líneas generales, una vez iniciada la temporada se requiere un mínimo de dos meses desde el diseño de un concepto hasta que este llega a la pista. Antes del Gran Premio de España, Ferrari comenzó a materializar en el F2012 las correcciones a un desastroso comienzo de temporada. Los resultados desde entonces no han podido ser mejores.

A partir de Montmeló y hasta Silverstone, Alonso ha logrado 86 puntos, más que ningún otro piloto. Webber, 71. Vettel, 47. Hamilton 42. Incluso Massa ha doblado los cosechados por Jenson Button, 21 del brasileño, por nueve del británico. Además, el español estuvo a punto de ganar en dos pistas  reveladoras de la eficacia aerodinámica de un monoplaza y  luchó por la victoria  en trazados singulares como Canadá, Mónaco o Valencia. Pero si Ferrari cuenta con uno de los monoplazas más homogéneos de la parrilla, algo parece también haber cambiado en Red Bull.

“Somos los que más hemos perdido”

Porque recordemos que, al término de las dos primeras carreras, el equipo austríaco no se había clasificado por debajo del cuarto puesto en los entrenamientos, era segundo en la clasificación de Constructores, Webber era cuarto y Vettel sexto. Era un comienzo desconocido para quien había disfrutado del mejor monoplaza en las dos últimas temporadas. 

“Perdimos mucho apoyo aerodinámico con la prohibición de los escapes de soplado, y también por haberse endurecido la flexibilidad del alerón frontal” reconocía Adrian Newey el pasado marzo, “de alguna manera, la pérdida del efecto de los escapes nos obliga a reaprender más que el resto, porque fuimos los pioneros, y lo perdimos”. Por ejemplo, en Australia, El RB8 era 1,7 segundos más lento frente al RB7 en los entrenamientos de 2011. En China, la segunda carrera, sus pilotos salieron a la pista con dos sistemas de escapes diferentes. Newey buscaba a tientas el camino.

Newey: “Me recuerda a 1994”

Nadie como el propio ingeniero británico para situarnos en el contexto técnico en que ha trabajado esta temporada. “Me recuerda a cuando estaba en Williams”, reconocía recientemente el ingeniero británico a la revista Autosport, “después de tener la suspensión activa durante dos años, al prohibirse, tuvimos más problemas para volver a la suspensión pasiva frente a otros que no habían trabajado tanto en la activa como nosotros”.

Tras arrasar en las dos temporadas anteriores con Mansell y Prost,  en 1994 Ayrton Senna luchaba desesperado con un monoplaza que, como reconocía el propio Newey, era “muy difícil de conducir, su diseño se basaba mucho en la suspensión activa”. Pero todo cambió a partir de una carrera muy concreta. “Llegamos a Magny Cours con unos pontones diferentes y más cortos que arreglaron el coche. Esta temporada me recuerda a aquello, tenemos mucho que aprender” reconocía a finales de marzo. 

En Silverstone, también

Curiosidad o casualidad, aquella carrera de 1994 coincidía por posición de calendario con la prueba de Valencia, donde Newey introdujo la evolución más importante de la temporada. Hasta entonces, había probado con diferentes soluciones técnicas para armonizar los escapes con otros flujos de aire hacia el difusor trasero. Con las novedades introducidas hace dos semanas parece que Newey ha empezado a cerrar el círculo.

“Hasta entonces (Valencia) hemos estado intentando encontrar nuestro camino con el nuevo reglamento”, confirmaba ayer Webber tras su victoria, “creo que hemos entendido más del RB8 en Valencia, y este proceso ha seguido aquí”. Como ocurriera en 1994,  Newey podría haber encontrado finalmente el camino también en 2012. Aunque aquel año al final ganó el mejor piloto –Schumacher- frente al que terminó convirtiéndose en el mejor monoplaza de la temporada.

La 'pájara' de McLaren

“El equipo ha hecho un gran trabajo, recuperando 1,5 segundos respecto a Australia”, reconocía Alonso el pasado jueves. Aunque la carrera de Silverstone confirmó la gran progresión de Ferrari, “ aún queda mucho por llegar del equipo en las dos próximas carreras y en los dos próximos meses en lo referido al rendimiento del coche”. De la capacidad de los italianos para seguir a Red Bull dependen las aspiraciones de Alonso al título. Porque ya sabemos cuál es su aportación personal al volante.

“Todavía estamos en la lucha, pero si no encontramos velocidad, quedaremos fuera de ella", confesaba un frustrado Lewis Hamilton tras la carrera. Ante un McLaren en plena 'pájara' y perdiendo rueda, Fernando Alonso  ha pedaleado con la lengua fuera hasta alcanzar la de sus rivales. En definitiva, mientras Ferrari buscaba recortar desesperadamente, Red Bull intentaba recuperar la ventaja perdida de 2011. Sería una lastima que, ahora que la Scuderia rueda con  los monoplazas azules, Red Bull tuviera nuevos pulmones para escaparse otra vez. 

Fernando Alonso